Silvia Carrascal es rectora de la Universidad San Jorge, doctora y asesora académica senior en Educación Superior, con más de 20 años de experiencia en el ámbito universitario y en la formación del profesorado. Experta en políticas educativas e innovación académica, ha centrado su trayectoria en la mejora de la enseñanza y el aprendizaje a través de metodologías activas, el desarrollo personal y profesional del profesorado y la gestión de políticas de educación superior.
Asimismo, ha sido vicerrectora de Enseñanza y Aprendizaje en la Universidad Camilo José Cela y en la Institución Educativa SEK y cuenta, además, con más de 15 años de experiencia como docente en Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional en la Comunidad de Madrid.
¿Qué hitos considera determinantes en su trayectoria?
MI trayectoria como rectora de la Universidad San Jorge, que tuvo comienzo en enero de 2024, marcó el inicio de una etapa centrada en la innovación educativa, la internacionalización y en la cultura organizativa. Durante este tiempo se han alcanzado varios hitos con un impacto muy significativo en la ampliación de la oferta académica, como la implantación del grado en Medicina, una titulación clave para Aragón que se suma a titulaciones emergentes de la Universidad de reciente creación: Ingeniería Biomédica, Ingeniería de la Ciberseguridad, Inteligencia Artificial y Criminología. Con una hoja de ruta orientada a la sostenibilidad del sistema educativo y la mejora continua, se ha apostado firmemente por la integración de la tecnología y las metodologías activas en el modelo educativo de la universidad para consolidar a la USJ como un referente en innovación y cooperación.
¿Ha tenido que superar barreras?
He tenido que superar barreras relacionadas principalmente con mi propia autoexigencia y sentido de responsabilidad. Me gusta marcar metas muy altas y trabajar intensamente para alcanzarlas, dando lo mejor de mí en cada proyecto. Cada reto ha sido una oportunidad para aprender, confiar en mis capacidades para evolucionar y seguir avanzando con determinación.
¿Considera que se está avanzando en modelos compatibles con la vida personal y familiar en su sector?
La carrera académica es muy exigente y en muchos casos hace difícil conciliar la vida personal y familiar debido a la complejidad de las responsabilidades, la investigación y la necesidad de actualización y aprendizaje constante. Sin embargo, en el ámbito de la Educación Superior se están dando pasos importantes hacia modelos más compatibles con la conciliación como la modalidad híbrida de enseñanza o el teletrabajo en tareas de gestión y administración. Unas medidas que mejoran la eficiencia y el compromiso del equipo, haciendo que formen parte de la cultura académica.
¿Qué referentes femeninos han influido en su visión profesional?
En mi trayectoria, vinculada más de 25 años a la Educación Superior, he tenido referentes muy diversos que han influido en mi liderazgo y visión. En el plano personal, mi familia me trasmitió valores como el esfuerzo y la responsabilidad, y docentes inspiradores despertaron mi interés por la educación como motor de transformación y cambio de la sociedad. A nivel profesional he aprendido mucho de algunos académicos y mentores que me guiaron en momentos clave.
También me han inspirado algunas figuras sociales y culturales que abrieron camino, a lo largo de la historia, como la educadora Rosa Sensat, pionera en el concepto de la educación integral y la renovación pedagógica, así como algunas líderes más contemporáneas como Alice P. Gast, presidenta del Imperial College London hasta 2022, que ha promovido la innovación académica en relación con la excelencia y la colaboración global e institucional.
¿Qué consejo daría a mujeres jóvenes que aspiran a desarrollar una carrera en su ámbito?
Las personas que aspiren a desarrollar una carrera en el ámbito de la Educación deberán definir su propósito y construir su trayectoria con visión a medio-largo plazo. Es muy importante la formación para el desarrollo de habilidades y competencias y la participación en proyectos, porque el liderazgo en Educación Superior se basa en la influencia, innovación y capacidad de transformar la sociedad y la vida de las personas.
¿Sigue existiendo una brecha en el acceso de las mujeres a puestos de liderazgo dentro del entorno universitario?
Gracias a la evolución de la sociedad, la brecha para acceder a puestos de liderazgo en Educación Superior no es tan evidente como antes. Cada vez se reconoce mucho más el talento y la capacidad que el género. Por eso en la actualidad vemos a más mujeres ocupando cargos de responsabilidad en universidades. Un cambio que responde a una transformación cultural que valora la diversidad e igualdad como un valor diferencial y un importante motor de innovación y calidad académica.
¿Cuáles son, en su opinión, las principales barreras que aún frenan a las investigadoras y profesoras en su carrera profesional?
La carrera académica es muy exigente y requiere una actividad constante en investigación, docencia y gestión. Por ello, la conciliación sigue siendo una de las principales barreras. Los grandes avances en tecnología educativa han introducido una mayor flexibilidad y mejoras en la planificación y gestión del tiempo, facilitando la vida personal.
¿Cómo pueden las universidades y sus facultades impulsar espacios de trabajo verdaderamente inclusivos y con igualdad de oportunidades para toda la comunidad docente e investigadora?
Las universidades tienen como papel principal la trasmisión de conocimiento a través de la docencia y la investigación, en aras de formar a profesionales con gran talento para responder a las necesidades de la sociedad cada vez más diversa, plural y globalizada. Esto implica formar a toda la comunidad educativa en valores de respeto a la diversidad, además de generar entornos accesibles que fomenten el diálogo, la participación y la colaboración.
¿Cómo se integra la perspectiva de género en la investigación, los currículos y en la formación del alumnado?
En la actualidad, todas las instituciones educativas tienen la responsabilidad de promover la igualdad y equidad en el acceso a la enseñanza-aprendizaje. La integración de este enfoque en la investigación, currículos y formación del alumnado requiere de una planificación estratégica transversal e interdisciplinar, la creación de espacios educativos abiertos y flexibles y, además, de una adopción de recursos, infraestructuras y metodologías inclusivas, contribuyendo a una educación justa y equitativa.