Dice Luis Planas que ha sido la negociación más dura de toda su vida. Y lleva muchas reuniones a sus espaldas en siete años como ministro de Agricultura y Pesca. Pero en esta ocasión, España tenía mucho que perder. Bruselas había planteado reducir los días para faenar al año casi un 80%, de los 130 días actuales a 27 días en el Mar Mediterráneo para el 2025. Evitarlo era una cuestión de vital importancia para el sector. Pero finalmente se ha llegado a un acuerdo por unanimidad. Se mantendrán los mismos días saliendo a la mar pero con condiciones estrictas medioambientales ya que los barcos tendrán que adecuarse a nuevos métodos más sostenibles. Planas ha salido satisfecho porque la propuesta inicial era muy perjudicial para los pescadores españoles, “la iniciativa de la Comisión era desenfocada y ha cometido un error haciendo una propuesta de carácter tan radical y se lo he transmitido al comisario europeo. Ha sido de las negociaciones más difíciles que he hecho en mi vida”. Pero ahora queda una segunda parte, adaptarse al cambio sin que suponga un esfuerzo económico excesivo, sobre todo para las empresas y barcos más pequeños.
Un sector, el de la pesca, que ya pasa por horas difíciles y donde las mujeres son la excepción. Según datos de la Encuesta de Pesca Marítima, las mujeres que faenan en barcos pesqueros con bandera española representan menos del 3% del total. En 2021 había 662 mujeres frente a 30.626 hombres. La edad media además de los pescadores es elevada, en torno a los 47 años y con el coeficiente reductor, se jubilan antes que la media, con 60 años, puesto que es una profesión muy dura y poco atractiva para las nuevas generaciones.
La presencia femenina es mayor fuera del agua. En tierra, ellas representarían en torno al 37%, pero ese porcentaje, queda lejos de la paridad que sí se está alcanzando en otras profesiones.
Ahora, los pequeños negocios, los barcos pequeños, van a tener que hacer un esfuerzo económico importante para adecuarse a las nuevas condiciones que impone Bruselas para que la pesca sea más sostenible. Se habla de poner en las embarcaciones puertas voladoras, con las que se ahorra combustible y faenar con redes más anchas para evitar pescar a los peces pequeños, con mallas cuadradas de 45 milímetros. Las cofradías de pescadores piden que sea la propia Comisión Europea que otorgue ayudas económicas para hacer frente a estos cambios que les permitiría mantener el número de días al año para salir a faenar.
“Hemos conseguido neutralizar la disminución del 79% que habría reducido los días de actividad de la flota”, ha explicado Luis Planas en Bruselas tras el susto inicial que supuso la propuesta de reducir las jornadas de pesca de las 130 actuales a apenas 27. Pero todavía tiene que trabajo por delante para conseguir que el cambio del método esté subvencionado por la Unión Europea y no perjudique al sector.
La Federación Nacional Catalana de Cofradías de Pescadores habla de mal acuerdo. “Para alcanzar las mismas jornadas de 2024 debemos hacer un gran esfuerzo, aunque muchas de las medidas ya las hemos aplicado, estamos en proceso de cambio y no se puede cambiar todo de un día para otro”, ha valorado en un comunicado. Y además no hay mucho margen para adaptarse ya que la nueva normativa entrará en vigor el 1 de enero de 2025, en menos de un mes.
La presencia de mujeres en el sector es muy desigual. Hay una Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (ANMUPESCA) que se constituyó en el año 2016, que defiende sus intereses económicos y profesionales y que ha realizado un mapa de las mujeres de la pesca en la provincia de A Coruña para dimensionar su presencia en los sectores profesionales de la cadena de valor de la pesca. Un colectivo de más de 6.000 profesionales teniendo en cuenta desde el sector primario hasta la comercialización.
Y de sus datos se desprende que la industria conservera emplea a muchas mujeres, unas 3.200 trabajadoras. También en el caso de las mariscadoras, alrededor de 800 y comercializadoras, con más de 600. Pero hay otros ámbitos como el percebe o el marisqueo a flote que solo cuenta con un 20% de mujeres o menos. Y con grandes retos de futuro como la salud laboral, el liderazgo y la participación en espacios de decisión.