El pasado 4 de diciembre volvió a prorrogarse por trigésima vez el plazo de enmiendas al Proyecto de Ley de Familias en el Congreso de los Diputados. Las familias monomarentales están siguiendo muy de cerca este texto con la confianza de que dé respuesta a sus reivindicaciones históricas. Pero sigue encallado y su situación de vulnerabilidad se complica. De ahí, que vean en los próximos presupuestos generales una oportunidad para avanzar en las medidas fiscales, como la deducción de 1.200 euros por hijo, o de conciliación, la baja de maternidad en 26 semanas.
En los dos últimos años, el coste de la crianza aumentó un 13%, hasta los 758 euros al mes por hijo de media, según el último informe de Save The Children sobre la materia. Este estudio advierte de que es “especialmente preocupante” la cifra de pobreza de los hogares monomarentales, ya que la mitad de los 530.000 hogares de este tipo están en riesgo de pobreza. A su vez otro informe de Cáritas sobre los riesgos de exclusión social corrobora esta situación: los hogares con un solo progenitor han experimentado una “notable intensificación de los efectos de las crisis sucesivas en términos de exclusión social”.
Discriminación
“Los datos del coste de la crianza son noticia estos días. En nuestro caso, asumimos esos costes en solitario, con un solo sueldo generalmente más precario por ser mujeres y necesitar trabajos que nos permitan cuidar y con mayores gastos en conciliación. La negociación de los presupuestos es una oportunidad para eliminar algunas de las discriminaciones que sufrimos las familias monomarentales, mejorando nuestra capacidad para afrontar estos costes”, explica a Artículo14 María Guruceta, responsable de incidencia política de Madres Solteras por Elección. Esta asociación y la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS) han trabajado juntas las enmiendas a la Ley de Familias, que podrían acelerarse con su incorporación en los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2025.
En relación con el IRPF, las familias monoparentales reivindican contar con la misma deducción por hijo de 1.200 euros (2.400 euros, con dos) como en la actualidad ya cuentan las familias numerosas generales y especiales. En su justificación, señalan la atención a sus necesidades de protección especial y de compensar su menor capacidad económica real debido a sus mayores gastos en conciliación necesarios para poder garantizar los ingresos por los que se tributa.
Desde la Asociación de Madres Solteras por Elección, piden también romper la discriminación en relación con las familias biparentales y garantizar la misma reducción en el IRPF. Y así, piden que la reducción se eleve en 1.250 euros, hasta los 3400 euros, en lugar de los 2.150 euros actuales. En este sentido, recuerdan que de esta forma se podría cumplir con la Moción del Senado de octubre de 2020, que abogaba por eliminar una de las penalizaciones que sufren las familias monoparentales en el impuesto.
Descuentos en el IBI
Como ocurre con las familias numerosas, a las que muchos ayuntamientos bonifican el IBI (hasta el 90%), las madres solteras piden que las corporaciones locales también puedan ayudarles, lo que exige una modificación de la Ley de Haciendas Locales para dar cobertura legal a esta reducción. Hasta la fecha, algunos ayuntamientos venían apoyando a estas familias vía subvención, pero un fallo judicial cerró esta vía. De este modo, debe introducirse en la citada ley una modificación para amparar esta modalidad de familia entre las susceptibles a contar una bonificación de hasta el 90% de la cuota íntegra.
Esta iniciativa se recoge en la Proposición de Ley de Conciliación registrada en el Congreso a principios de octubre. Posteriormente, el pasado 30 de noviembre, durante la celebración de la XXVII Intermunicipal popular, que reunió a una representación de los casi 3.400 alcaldes del grupo parlamentario, se planteó la “defensa de que las familias monoparentales opten a bonificaciones fiscales en impuestos como el IBI con el objetivo de favorecer la conciliación”.
Conciliación
La equiparación de todos los permisos para el cuidado de menores constituye su otro gran caballo de batalla. En este ámbito, la ampliación de la baja de maternidad se ve como uno de los objetivos más factibles. En la actualidad, tras el nacimiento o adopción, las madres solteras cuentan con permiso de maternidad de 16 semanas, equivalente al que corresponde a cada progenitor en el caso de las parejas.
El pasado 15 de octubre, el Alto Tribunal reconoció el derecho de las familias monoparentales a extender la baja maternal de 16 a 26 semanas para evitar la discriminación de los menores recién nacidos. Tras este fallo, la voluntad del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Asuntos Sociales es empezar a analizar cómo abordar esta cuestión, como así se señaló en la última segunda reunión del Consejo Asesor de Brecha de Género. Un permiso de 26 semanas es también bien visto por el PP, que ha incluido esta propuesta en su Ley de Conciliación.
“Las familias monomarentales pedimos ser priorizadas en la negociación de presupuestos como un colectivo especialmente afectado por el aumento del coste de la crianza; de lo contrario seguiremos empeorando cada vez más nuestra situación”, advierte María Guruceta. La inclusión de sus demandas en una ley presupuestaria no es nueva. La Ley 51/2007 de PGE para 2008 ya establecía en una disposición adicional que “el Gobierno llevará a cabo las oportunas modificaciones legales” para su equiparación familia numerosas. Algo que volvió a repetirse un año después, sin que hasta la fecha se haya logrado esta meta.