Miraltabank, entidad especializada en banca de inversión y gestión de activos, ha reforzado de cara a la recta final del año su apuesta por los sectores industriales, financieros y de ‘utilities’. No obstante, ha advertido de que la coyuntura macroeconómica sigue marcada por riesgos latentes derivados de tensiones geopolíticas y de unas valoraciones de mercado exigentes.
Así lo señaló en un encuentro con medios Ignacio Fuertes, socio y director de inversiones de Miraltabank, quien destacó que el actual entorno de mercado combina valoraciones elevadas con un notable apetito por el riesgo, a pesar de que los principales índices se encuentran en máximos históricos.
Cautela
Ante esta situación, la firma ha optado por una estrategia más cautelosa. “Preferimos ser prudentes; no tengo la bola de cristal, pero sí empiezo a ver excesos en las valoraciones y en el posicionamiento”, afirmó Fuertes, que también hizo referencia a ciertos signos de debilidad en la economía, como un mercado laboral estadounidense más frágil de lo esperado.
En el caso de su principal fondo de renta variable, ‘Narval’, la estrategia incluye posiciones en compañías de ‘utilities’ y renovables —con Orsted y Vestas en cartera—, así como en materiales, especialmente metales y químicas, y en energía, con nombres como Repsol y Equinor.
Dentro del sector financiero, Miraltabank ha optado por valores como Flow Traders o Amundi, sustituyendo la exposición a bancos por brókers y gestoras de activos. En el ámbito industrial, figuran empresas como Prysmian, Nexans y Alstom.
Objetivos

El objetivo, resumió Fuertes, es aprovechar los “vientos de cola” derivados de un entorno regulatorio favorable, priorizando compañías con poder de fijación de precios y ligadas a tendencias estructurales de largo plazo.
Asimismo, la entidad busca beneficiarse de desequilibrios entre oferta y demanda, como ocurre con las renovables, castigadas en los mercados desde la llegada de la Administración Trump. “Existe una necesidad imperiosa de desplegar nuevas fuentes de energía”, defendió Fuertes, más allá de la controversia política que rodea al sector.
Renta fija
En el terreno de la renta fija, el fondo insignia de la casa, ‘Sequoia’, mantiene una cartera diversificada entre bonos corporativos y deuda soberana de países como España, Italia y Estados Unidos. Para aprovechar la mayor pendiente de las curvas europeas, han ampliado duración en Europa y la han reducido en Estados Unidos. Por sectores, han rebajado la exposición al bancario al considerar demasiado ajustados los diferenciales de rentabilidad.
En cuanto a divisas, la estrategia también refleja prudencia: mantienen un sesgo negativo hacia el dólar, en un contexto de recortes de tipos y mayor inclinación de las curvas.
Visión macroeconómica
Desde el punto de vista macroeconómico, Miraltabank observa un panorama global “particularmente complejo”, en el que confluyen fuerzas opuestas: vientos estructurales deflacionistas, por un lado, y presiones inflacionistas derivadas de políticas fiscales expansivas, por otro.
Este escenario se desarrolla en paralelo al refuerzo de un nuevo orden comercial que limita la globalización y fomenta alianzas alternativas. “Las dudas sobre la capacidad de crecimiento, la sostenibilidad de la deuda y los déficits elevados en Estados Unidos, Reino Unido y Francia marcarán el tono de aquí a final de año”, anticipó Fuertes. El directivo señaló también que los Estados muestran una creciente tendencia intervencionista: “Ensayan fórmulas atípicas —como inversiones en campeones tecnológicos o planes industriales— mientras aumentan los riesgos de dominancia fiscal”, advirtió.
EEUU y Europa
Con la mirada puesta en Estados Unidos, la entidad estima que las expectativas de recortes de tipos de hasta 100 puntos básicos por parte de la Reserva Federal deberían empinar la curva, presionar a la baja al dólar y, aunque con un impacto inmediato limitado, reforzar la apuesta industrial del país. “Los tipos largos y el comportamiento de los metales preciosos anticipan expectativas de devaluación monetaria”, añadió Fuertes.
Respecto a Europa, Miraltabank subraya la necesidad de atender a las voces que, como Mario Draghi, reclaman reformas estructurales urgentes para que el continente recupere relevancia geopolítica en un mundo cada vez más multipolar y competitivo.
A estos desafíos se suman otros factores estructurales, como la guerra arancelaria y la fragmentación de las cadenas globales, que generan una incertidumbre inflacionista adicional. En paralelo, la escasez de mano de obra y el envejecimiento poblacional obligan, según la entidad, a “replantear radicalmente” las políticas migratorias.