El Consejo de Ministros ha dado luz verde a la condonación de la deuda autonómica por un importe de 85.000 millones de euros. Se trata de una de las decisiones económicas más importantes de los últimos años, que afecta directamente a las comunidades de régimen común, dejando fuera al País Vasco y Navarra por contar con un sistema foral propio. La medida, incluida en el acuerdo de investidura con ERC, busca aliviar las cuentas autonómicas y abrir margen para nuevos presupuestos en 2026.
Andalucía y Cataluña, a la cabeza del reparto
Dentro del reparto de la condonación de la deuda, Andalucía y Cataluña son las más beneficiadas. En el caso de Andalucía, el Estado asumirá 18.791 millones de euros, lo que representa un 22,6% del total. Cataluña se queda muy cerca, con 17.104 millones, es decir, un 20,5% del total.

Ambas autonomías concentran más del 40% de la deuda condonada. El volumen responde tanto a su peso poblacional como a los problemas históricos derivados del modelo de financiación y la gestión de la deuda durante la crisis financiera de 2008.
Comunidad Valenciana y Madrid, en segundo plano
La tercera comunidad más beneficiada es la Comunidad Valenciana, con 11.210 millones, un 13,1% del total. Le sigue la Comunidad de Madrid con 8.644 millones (10,4%).
No obstante, el gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso se ha mostrado en contra de la medida y ha presentado un recurso ante la Audiencia Nacional, alegando que la condonación de la deuda rompe el principio de igualdad entre territorios.

El caso madrileño ejemplifica la fractura política que ha generado la medida. Mientras algunas autonomías celebran el alivio financiero, otras lo ven como un agravio comparativo.
El mapa completo de la condonación
Más allá de las grandes cifras, el resto de comunidades también reciben parte de la condonación de la deuda:
- Castilla-La Mancha: 4.927 millones.
- Galicia: 4.010 millones.
- Castilla y León: 3.643 millones.
- Murcia: 3.318 millones.
- Cantabria: 809 millones.
- La Rioja: 448 millones.
Las cantidades varían en función del nivel de endeudamiento histórico y del peso poblacional. Las comunidades con menos volumen de deuda, como La Rioja y Cantabria, apenas ven reducidas sus obligaciones, mientras que las más endeudadas logran una rebaja significativa.
Una deuda que no desaparece
Conviene aclarar que los 83.252 millones de euros que asume el Estado no desaparecen: simplemente se trasladan de lugar. El conjunto de la ciudadanía pasa a hacerse cargo de esas obligaciones financieras. Pero las comunidades liberan recursos.
Solo en intereses se calcula un ahorro de 7.000 millones de euros, dinero que podrá destinarse a servicios públicos como sanidad, educación o dependencia.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido que la condonación de la deuda responde a un error de diseño de los instrumentos aplicados en la anterior crisis financiera, como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que generaron un “efecto bola de nieve” y empeoraron las cuentas regionales.
¿Cómo se ha diseñado el mecanismo?
El plan de condonación de la deuda se articula en tres fases. En la primera, se calcula el aumento de deuda entre 2009 y 2013, que alcanzó los 109.582 millones, y se compara con el incremento registrado durante la pandemia (2019-2023), de 29.272 millones. La diferencia, unos 80.310 millones, es la cuantía inicial a condonar.
En la segunda fase, el 75% de la quita se reparte en función de la población ajustada, que tiene en cuenta criterios como envejecimiento o dispersión territorial.
En la tercera, el 25% restante se asigna a las comunidades más endeudadas o peor tratadas por el actual sistema de financiación, como Andalucía o Comunidad Valenciana.