Un hospital no es solo un edificio, es una ciudad que late a un ritmo vertiginoso. Un ecosistema complejo que nunca se detiene, con miles de profesionales tomando decisiones críticas cada minuto. En el Hospital Universitario Gregorio Marañón —uno de los centros sanitarios más grandes y prestigiosos de España— ese engranaje lo sostienen más de 8.000 trabajadores. Y al frente de esa enorme estructura está Sonia García San José, una de las dos únicas mujeres que dirigen un gran hospital público en la Comunidad de Madrid.
Su papel se parece al de una alcaldesa, pero con ciudadanos que son médicos, enfermeras, pacientes y otros perfiles profesionales. “Es una enorme responsabilidad que asumo porque siempre he creído que toda la formación que he recibido y el conocimiento que he adquirido lo debería poner al servicio de la sociedad. En segundo lugar, como médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, además me permite desarrollar una carrera profesional en un área que en el caso de esta especialidad forma parte de nuestros posibles itinerarios formativos. Por último, el orgullo de pertenecer y trabajar con unos excelentes profesionales como son todo el equipo del Hospital, nuestra familia Marañón”.

Es una mujer muy ocupada, sin un minuto libre, que gestiona una gigante estructura sanitaria, “con un gran equipo, que te aporta conocimiento, experiencia, habilidades y soluciones en cada una de sus áreas de responsabilidad. Por otro lado, mucha constancia y trabajo diario. Lo más importante es saber que fundamentalmente gestionamos personas que atienden a personas en momentos difíciles de su vida, son además profesionales altísimamente cualificados”.
Ha sido directora médica del Marañón, del Infanta Sofía y ha ocupado puestos de gestión en varios centros y en el Ministerio. Aprendizajes que le han ayudado para el gran reto. “De mi etapa en el Hospital Universitario Infanta Sofía, en el que pusimos en marcha el hospital, el aprendizaje de pasar de un hospital vacío a un hospital que funciona, que atiende a pacientes en todos sus ámbitos, es una aventura profesional que te permite aprender y aumentar tus conocimientos en cada área del hospital. Construir un proyecto de cero y mejorarlo, pero sobre todo ver lo importante que es la red de coordinación y circuitos en un hospital para que todo funcione y que cuando se abra la puerta de urgencias todo esté listo para atender un paciente necesite lo que necesite. También fueron momento de ver como un hospital se hace un sitio en su área sanitaria, como se coordina con su hospital de referencia, como atiende las necesidades de una administración local, como son los ayuntamientos de los pueblos de nuestra área de referencia. En el caso de mi paso por el Ministerio de Sanidad pude descubrir un ámbito poco conocido que es la administración sanitaria en el ámbito de las políticas sanitarias y de la labor de coordinación entre las comunidades autónomas. En mi caso era subdirectora general de Calidad y Cohesión, y coordinamos las estrategias del SNS, los planes de calidad y seguridad, y la secretaría del Consejo Interterritorial del SNS. Por esta experiencia tengo más claro cómo se trabaja para la designación de los CSUR, que implican las estrategias marco aprobadas, entre otras cosas, y por tanto entender mejor la relación competencial entre ministerio y comunidades autónomas. Como directora médico y subgerente del Marañón pude conocer mejor esta casa, sus profesionales, el gran engranaje que supone el funcionamiento de uno de los hospitales más grades de España. Esa gran complejidad supone un aprendizaje continuo derivado de afrontar retos y crisis, por todos conocidas, que me impregnaron de ese espíritu del Marañón, una vocación de servicio de sus profesionales que apuestan por estar cerca del paciente, del conocimiento y la sociedad. La búsqueda continua de la innovación y la investigación al servicio del paciente”.
Sonia conoce cada rincón del hospital y su especialidad, Medicina Preventiva y Salud Pública, también le ha ayudado en su toma de decisiones. “Esta especialidad tiene un abanico amplio de competencias que todas aportan a mi trabajo en la gestión sanitaria. El hecho de hacer un Máster de Salud Pública en tu primer año de residencia te da una formación en Salud Pública, promoción sanitaria, epidemiologia, economía de la salud y política sanitaria muy necesarios para mi labor de día a día. Posteriormente como preventivista en un hospital, desarrollamos programas de control de infección e higiene en todo el hospital. Conoces desde la cocina hasta la última planta del hospital, trabajas con mantenimiento en la bioseguridad ambiental, en mi época incluso llevábamos algo de Salud Laboral. Es decir, te mueves en por todas las áreas del hospital y trabajas con todos los estamentos. Tuve la oportunidad de ser nombrada Coordinadora de Calidad con lo que además sumé el conocimiento en Planes de Calidad, modelos de Excelencia, etc”.

Cada día surgen problemas que hay que afrontar con rapidez y que combina con objetivos más a medio y largo plazo. “El día a día en un gran hospital te exige trabajar en los pequeños grandes fuegos, que son de lo más variopinto, no se repiten, la casuística es amplia. Pero debes tener la fuerza de voluntad y disciplina para sacar horas y pensar en el desarrollo futuro de este gran centro. Atender a lo urgente no puede desviarnos la atención de lo importante. La presión asistencial te genera mucha tensión ya que es un reto mejorar nuestros niveles de accesibilidad, las listas de espera, que todos los días estudiamos y revisamos para dar el mejor servicio con las herramientas a nuestra disposición. Por tanto, de mi día a día el reto es atender la demanda creciente, combinándola para ser capaz de ofrecer las más novedosas prestaciones sanitarias y pensando siempre en lo que puede venir o podremos necesitar”.
El Marañón cuenta además con un nuevo centro de control asistencial, el llamado comúnmente, ‘El gran cerebro digital del Marañón’, pionero en España. “Es un proyecto ambicioso, complejo y que pretende cambiar la manera de gestionar el hospital y los hospitales en general, es un proyecto de la Comunidad de Madrid, que desde el punto de vista clínico nos permite ser cada vez más proactivos y no reactivos, acostumbrarnos a identificar posibles problemas antes de que ocurran, pacientes que puedan tener necesidades especiales o utilizar modelos predictivos en nuestro trabajo de día a día. Todo orientado a mejorar nuestro rendimiento, accesibilidad, calidad y seguridad en la atención sanitaria”.

Cada día es un reto para Sonia, que ejerce su liderazgo en un entorno muy exigente. “Es un liderazgo sólido porque tiene que ser coherente y constante. Pero además debe ser participativo y teniendo en cuenta a las personas de tu equipo, con sus habilidades y sus áreas de mejora construir, todo ello en la búsqueda de la construcción de un equipo armónico”.
Un trabajo estresante que debe gestionarse para evitar que el estrés le pase factura a su salud. “Sales del hospital y siempre tienes que tener presente el hospital, ya que estás siempre en alerta 24 horas 365 días al año. Pero si que cuando salgo intento dedicarme a mi familia y amigos todo el tiempo que puedo, que si es poco sea de calidad. También es un entrenamiento que adquieres año a año, necesitas tu disciplina personal de horas de sueño, de deporte, de desconexión, para luego rendir al 200%”.
Sus retos para el futuro del hospital son “culminar la gran reforma del hospital, es un punto clave para el futuro de esta institución y en lo que estamos trabajando estrechamente con la Consejería de Sanidad. Mientras, rediseñar la atención en áreas integradas de atención, acercar el hospital a donde están nuestros pacientes, incluso al domicilio, mejorar el trabajo con nuestros profesionales para que trabajen de manera más coordinada entre las diferentes especialidades, con datos y desarrollando un marco competencial. Nuestro propósito es acercar el futuro de la sanidad al presente del hospital con excelencia, rigor e innovación. Porque creemos que estar cerca es la mejor medicina”. Y Sonia dedica su tiempo y conocimiento al servicio de ese objetivo.


