La inteligencia artificial de Sanidad entra de lleno en uno de los procesos más decisivos para el futuro del sistema sanitario: la elaboración de los informes de posicionamiento terapéutico (IPT). Estos documentos determinan qué medicamentos serán financiados por el Sistema Nacional de Salud y en qué condiciones. Ahora, la IA pretende acelerar y automatizar parte de ese trabajo mediante una herramienta interna en fase de pruebas, llamada IPTMaker.
Según ha confirmado la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), esta inteligencia artificial de Sanidad generará un borrador inicial de los informes a partir de materiales proporcionados por los técnicos. No tomará decisiones. Pero sí organizará los contenidos bajo una estructura predeterminada para agilizar la fase inicial del análisis.
Cómo funcionará y hasta dónde llegará IPTMaker
La inteligencia artificial de Sanidad está diseñada como un “instrumento de ayuda”, según el organismo. Lo que hace IPTMaker es seleccionar partes relevantes de los documentos técnicos, ordenarlas y preparar un primer esqueleto del IPT. Es decir, una base de trabajo sobre la que después actuarán los especialistas.
Este proceso podría acortar los tiempos. Pero la propia Aemps admite que es pronto para estimar en cuánto. Hoy, la elaboración de un IPT puede durar alrededor de diez meses. Con la inteligencia artificial de Sanidad, la intención es reducir esa demora. No obstante, el organismo pide cautela. El sistema aún está en fase de validación y requiere una curva de aprendizaje.

La cuestión de fondo, sin embargo, es más compleja. Los IPT son la pieza clave para evaluar el valor terapéutico de un medicamento, compararlo con alternativas existentes, estimar su impacto económico y determinar si merece financiación pública. Que la inteligencia artificial de Sanidad intervenga en esa fase genera inquietud en parte del sector farmacéutico.
Los plazos actuales: una presión creciente para Sanidad
La introducción de la inteligencia artificial de Sanidad responde al creciente retraso en la financiación de medicamentos innovadores. Actualmente, el Ministerio tarda 344 días de media desde que la Agencia Europea del Medicamento aprueba un fármaco hasta que España decide si lo financia. Aunque esta cifra ha mejorado respecto a 2020 —cuando eran 519 días— sigue siendo una de las demoras más largas de Europa.
El informe WAIT, elaborado por la patronal europea Efpia, sitúa todavía peor a España: 661 días para autorizar una molécula tras el “sí” europeo. Con ese contexto, la idea de recurrir a la inteligencia artificial de Sanidad aparece como una respuesta a un problema estructural de capacidad, recursos y tiempos.
La industria farmacéutica, sorprendida y desconfiada
Lo más llamativo es que la inteligencia artificial de Sanidad ha sido desarrollada sin comunicación previa al sector. Varias voces de la industria recogidas por The Objective califican el asunto como “demasiado importante para hacerse en secreto”. Reclaman saber para qué se está usando la herramienta, cómo selecciona la información y qué peso tendrá en los informes finales.
MeQA dejará de estar disponible temporalmente porque, gracias a las búsquedas de la ciudadanía, hemos detectado que, aunque en la mayor parte de casos las respuestas son correctas, existen algunos errores. Habilitaremos el servicio lo más pronto posible.
— AEMPS (@AEMPSGOB) May 15, 2025
El sector recuerda un precedente incómodo: otra herramienta basada en IA desarrollada por la Aemps, MeQA, lanzada en mayo y retirada dos días después por errores graves. Esa IA costó entonces 365.000 euros y nunca volvió a funcionar, a pesar de la promesa de reactivarla “lo antes posible”.
Obviamente, el historial alimenta la desconfianza. La industria quiere ver resultados antes de sacar conclusiones. Pero teme que una mala implementación pueda afectar a la credibilidad de los procesos de evaluación.


