Cuesta encontrar una etiqueta que colgar a Selena Gomez. Actriz, presentadora, productora, cantante, empresaria, es además la mujer norteamericana con más seguidores en redes sociales acumulando 610 millones en Instagram, X, Facebook y YouTube. Gomez ha diversificado con tanta pluralidad su forma de llegar al público, que ha conseguido generar su poder sin estar subordinado a un solo orden. Cuando el término “mujer poderosa” se usa con demasiada ligereza para alabar sin méritos, Selena lo ocupa en cada contexto donde participa: ya sea con un micrófono cantando, creando recetas, dando conferencias sobre salud mental, actuando, produciendo o confeccionando maquillaje con el argumento de fomentar el negocio de la belleza desde de un punto de vista genuino.
Hablando con un grupo de mujeres en un reciente evento de Mujeres en el Cine en la ciudad de Los Ángeles, Gomez explicó cómo encontró valor en la honestidad. “Creo firmemente que hay mucho poder en mostrarse vulnerable y pedir ayuda cuando la necesitas”. En una entrevista con Vanity Fair, la actriz ejerció esta vulnerabilidad que promueve, revelando que sus problemas de salud significan que probablemente nunca podrá gestar su propio hijo. “Nunca lo he dicho, pero lamentablemente no puedo gestar a mis propios hijos. Tengo muchos problemas de salud que pondrían en peligro mi vida y la del bebé. Fue algo que lamentaré siempre” dijo Gomez.
1.300 millones de euros
A sus 32 años, Selena ha amasado una fortuna de 1.300 millones de euros. Una riqueza que proviene principalmente de su compañía de maquillaje Rare Beauty, fundada hace cinco años y en la que mantiene una participación de más de 1.000 millones de dólares, según estimaciones de Bloomberg. El éxito de la marca la ha convertido en una de las pocas mujeres jóvenes capaz de lograr amasar una fortuna por sí misma, igual que otras de sus colegas como Taylor Swift y Rihanna. Gomez también ha ingresado decenas de millones de dólares gracias a acuerdos de patrocinio con marcas como Louis Vuitton, Coach y Puma, además del enorme éxito en Disney/Hulu de su serie “Solo Asesinatos en el Edificio”.
De estrella infantil de Disney Channel a Multimillonaria
En los últimos años, Gomez ha hecho de la honestidad una parte importante de todo lo que hace y su marca Rare Beauty, aborda la belleza desde una perspectiva natural. “Realmente solo quería crear maquillaje que fuera divertido para la gente”, dijo a principios de este año. “No creo en tener que verme de cierta manera. Pasé años intentándolo y es agotador. Una pérdida de tiempo”.
Gomez, nacida en Texas, ha pasado casi tres décadas en el ojo público, donde su éxito ha generado escrutinio sobre su moda, sus novios y sus problemas de salud, incluyendo diagnósticos de trastorno bipolar y lupus, una enfermedad autoinmune. La empresaria ha hablado también sobre sus orígenes inmigrantes y el viaje de su familia a Estados Unidos desde México, comenzando con su tía “escondida en la parte trasera de una camioneta”.
Nominada cuatro veces al premio Emmy, dos veces al Globo de Oro y una vez al premio Critics Choice por su maravilloso trabajo en Solo Asesinatos en el Edificio, a principios de este año, compartió el premio a Mejor Actriz en el Festival de Cine de Cannes con sus coprotagonistas en la cinta ‘Emilia Pérez’. “Me gusta celebrar a las mujeres que persiguen y encuentran su propia identidad, sea la que sea, porque el camino de nadie es perfecto. Siempre quise ser una voz para las personas que se sentían como yo y creo que es importante reconocer que hay personas diferentes. Todos estamos sufriendo de alguna manera y estar ahí para aquellos que no tienen voz es una de mis misiones favoritas” le dijo a Artículo14 el pasado mes de octubre. Gomez ha construido su carrera como cantante y actriz mostrándose bondadosa y honesta con sus seguidores. Parte de su objetivo se refleja en el documental My Mind & Me donde deconstruye su imagen y cuenta cómo el diagnóstico de trastorno bipolar cambió su vida. “No sabía cómo lidiar con mi diagnóstico”, dice al principio de la película. “Voy a ser honesta, no quería ir al hospital de salud mental. No quería, pero tampoco quería estar atrapada en mí misma y en mi mente. Pensé que mi vida había terminado; que así sería mi vida para siempre”. A punto de contraer matrimonio con el productor Benny Blanco, Gomez admite encontrarse en el mejor momento de su vida personal y profesional.
Parte de la curación es comprender la condición y abrazar la miríada de personalidades que conlleva este trastorno. Su intención, al hablar de sus problemas de salud mental, es inspirar a otros y ayudarlos a sentirse menos solos. “Soy un trabajo en progreso” concluye al final del emocionante documental que es parte de su recuperación y clave en su deseo de conectar de una forma auténtica con los demás. En Hollywood, donde la autenticidad es a menudo una actuación, nadie sabe en realidad si es posible ser realmente genuino. En cualquier caso, Selena ha convertido su vulnerabilidad en su mayor activo de poder.