El imparable aumento de infecciones de transmisión sexual exige una reflexión. Algo no se está haciendo bien y en ello coinciden, aunque desde posturas muy contrarias, la sexóloga Ana Lombardía y la doctora María E García Fuester, médico.
"Hay que ir más allá de una charlita sobre preservativos"
Los programas de educación sexual han disminuido muchísimo. No hay campañas a nivel estatal y las que se hacen dependen de los centros educativos, asociaciones de familia o del propio claustro de profesores. Son programas limitados a unas horas semanales. Como no hay tiempo, se reducen a la prevención de riesgos y bombardean a los chavales con el uso del preservativo. Dado el desarrollo de su cerebro, la percepción del riesgo es todavía muy pequeña. Lo ven algo de adultos que a ellos no les va a pasar. Sin una buena educación sexual, toman esto como otra charlita de condones.
Tampoco hay más campañas del uso del preservativo que las de las propias marcas. Se ha perdido el miedo al VIH. Antes se utilizaba al menos con la penetración, pero ya no es la enfermedad que era antes. Ahora puede ser indetectable, intransmisible. Y como existen fármacos, hay una sensación de mayor invulnerabilidad.
Cuando conseguimos llegar a los chavales y que entiendan que tienen que utilizar el preservativo, incluso aunque sientan ese miedo y esa necesidad de protegerse, hay otro factor importante que no se suele tener en cuenta y es que los adolescentes son muy susceptibles a la deseabilidad social. Quieren encajar en el grupo de iguales a toda costa: tener amigos, ser aceptados, ser queridos, ser tenidos en cuenta. El uso del preservativo, como es una cosa de responsabilidad, no está en esas consideraciones y lo rechazan para hacerse los duros, los interesantes, los rebeldes… Muchos chicos no lo usan por esto y también por miedo a perder la erección. En el caso de las chicas, hay temor a que la dejen, no la quieran o la consideren una estrecha. Quiere mostrarse muy sexual, muy abierta. No lo utiliza como signo de liberación sexual mal entendida.
Así, cuando en los institutos se les habla del preservativo, pero no se les educa en autoestima, grupo, límites, asertividad, cómo negociar, cómo decir que no… se queda corto. Aunque tengan claro que es la única manera de prevenir infecciones, si lo que se juegan es tomar unos antibióticos, asumen el riesgo.
"Lo que hace es pervertir a los niños"
Hemos estado bastante preocupados y presentamos una alerta y una propuesta de resolución de problemas de enfermedades de transmisión sexual (ETS) precisamente por el aumento de manera exponencial en Cataluña. ¿La educación sexual ayuda a la prevención de las ETS? Obviamente, no. Y no porque lo digamos nosotros. Tenemos el ejemplo de otros países en los que hay también un aumento con una educación sexual desde la infancia. Nosotros lo que pensamos es que la educación sexual lo que hace es normalizar ciertas situaciones para las que los niños no están preparados. No tienen la madurez emocional ni intelectual para afrontar ni entender ciertas situaciones. Lo que hace es pervertir a los niños, incitar, normalizar ciertas situaciones para que ellos crean que son prácticas habituales. Somos partidarios de la educación en casa de determinadas cosas, como el sexo, educación afectiva, educar con el ejemplo y con determinados valores que nosotros tenemos. No la consideramos y rechazamos frontalmente la educación sexual en los colegios porque nos lleva a esto. El ejemplo lo tenemos aquí: aumento de las violaciones, agresividad sexual, acceso a la pornografía de niños y ETS. A esto nos han llevado las políticas de educación sexual de los gobiernos socialistas y comunistas de España.
Si algo de lo que has leído te ha removido o sospechas que alguien de tu entorno puede estar en una relación de violencia puedes llamar al 016, el teléfono que atiende a las víctimas de todas las violencias machistas. Es gratuito, accesible para personas con discapacidad auditiva o de habla y atiende en 53 idiomas. No deja rastro en la factura, pero debes borrar la llamada del terminal telefónico. También puedes ponerte en contacto a través del correo 016-online@igualdad.gob.es o por WhatsApp en el número 600 000 016. No estás sola.