El conseller de Economía, Hacienda e Innovación del Govern balear, Antoni Costa, ha confirmado este martes en el pleno del Parlament que Vox será el interlocutor preferente del Ejecutivo en las negociaciones para aprobar el techo de gasto de la comunidad. “Con ustedes en primer lugar”, afirmó Costa, en respuesta al diputado de Vox, Sergio Rodríguez, tras insistir en su voluntad de mantener el diálogo tanto con PSIB como con el partido de Santiago Abascal, los únicos grupos que han mostrado disposición a seguir negociando.
El intercambio se produjo en un debate marcado por la tensión y las alusiones cruzadas sobre la relación entre PP y Vox, antiguos socios preferentes durante la pasada legislatura. Rodríguez reprochó al Govern las “negociaciones a dos bandas” con socialistas y voxistas, preguntando irónicamente si el Ejecutivo “quiere negociar algo con el partido de Pedro Sánchez”. “Hay amores que matan”, añadió el diputado de Vox, recordando que el PP y su formación compartieron objetivos políticos antes del inicio de la legislatura actual.
Costa respondió apelando a la necesidad de mantener la interlocución con Vox y de “seguir buscando puntos de unión sin traicionar las líneas rojas de ambas formaciones”. El conseller recordó que el Govern pretende lograr la aprobación del techo de gasto para avanzar hacia unos nuevos presupuestos autonómicos, aunque subrayó que el Ejecutivo “cuenta con la tranquilidad de tener unas cuentas en vigor que podrían prorrogarse” si el acuerdo no prospera.

No obstante, las condiciones de Vox no dejan margen amplio para el consenso. Rodríguez reiteró que su grupo no apoyará ninguna subida del Impuesto de Turismo Sostenible ni la creación o aumento de impuestos a los coches no matriculados en las Islas, marcando así los límites de su apoyo. “Son nuestras líneas rojas”, afirmó el diputado, dejando claro que cualquier intento de incrementar la carga fiscal en esos ámbitos supondrá el rechazo de su formación.
El debate sobre el techo de gasto también generó fricciones con MÉS per Mallorca, cuyo portavoz, Lluís Apesteguia, acusó al Govern de haber perdido credibilidad. “Su fama le precede”, afirmó, aludiendo a la derogación de la Ley de Memoria Democrática como ejemplo de compromisos incumplidos por parte del Ejecutivo. Apesteguia reprochó al conseller que pida colaboración a su grupo cuando, en su opinión, el Govern “ha demostrado que su palabra no vale nada”.
Pese a las críticas, Costa insistió en su voluntad de diálogo y pidió a los ecosoberanistas que no bloqueen la votación del techo de gasto, reclamándoles al menos una abstención “para garantizar la estabilidad institucional”.
El conseller defendió que el objetivo del Ejecutivo es aprobar cuanto antes el límite de gasto no financiero y poner en marcha unas cuentas “rigurosas, equilibradas y centradas en la recuperación económica”, aunque recordó que, si las negociaciones no fructifican, el Govern podrá prorrogar los presupuestos actuales sin comprometer el funcionamiento de la administración.

