Blanca Herrero dejó atrás Derecho para seguir su vocación y fundó My Basket, un proyecto de cocina saludable basado en “comida de verdad” a través de recetas equilibradas, con buena materia prima, cocinadas como en casa y con un toque especial.
P – ¿En que momento dijiste “esto va en serio, quiero dedicarme a la cocina”?
R – Siempre me encantó comer y cocinar, pero el clic llegó cuando terminé la carrera de Derecho y entendí que ese no era mi camino. Sentí que tenía que dedicarme a algo que realmente me moviera por dentro. Ahí decidí lanzarme de verdad a la cocina, a crear desde cero, a trabajar con buena materia prima y a descubrir sabores que más tarde acabarían dando forma al universo de My Basket.

P – Háblanos de My Basket, ¿qué lo hace diferente? Y si tuvieras que resumirlo en tres sabores, ¿cuáles serían?
My Basket nace de una idea sencilla: hacer comida de verdad, con buena materia prima, recetas saludables, equilibradas y cocinadas con cuidado, como harías en casa, pero con un toque especial.
Si tuviera que resumir My Basket en tres sabores serían: el queso, porque me gusta con todo y me cuesta no incluirlo en todas las recetas, las especias, que potencian siempre cualquier receta y los frutos secos, que aportan textura y se consiguen recetas muy saludables.
“Las mujeres de mi entorno me enseñaron algo fundamental: cocinar es una forma de cuidar”
P – ¿Qué parte del proceso creativo disfrutas más?
R- Me encanta la fase de imaginar. Puedo darle vueltas a una receta mil veces en la cabeza, pensar cómo mejorarla, qué ingrediente puede elevarla… Y luego viene la prueba: cocinarla y, al probarla, sentir ese chispazo que te dice “este plato va a funcionar”.
P – ¿Qué te gustaría que alguien sintiera al probar tus platos por primera vez?
R – Felicidad. Para mí cuando algo está bueno es un placer gigante, una sensación que me hace muy feliz. Ojalá nuestros platos -hechos con mucha dedicación, buena materia prima y recetas cuidadas- transmitan esa alegría.

P – ¿Cómo definirías tu estilo de cocina en pocas palabras?
Viajera, fresca, saludable, contemporánea, divertida y multicultural.
R – ¿De dónde vienen tus principales influencias?
De los viajes, de los mercados y de los restaurantes dónde voy. Me entusiasma la cocina mexicana y su picante, la libanesa con esas recetas de verduras, mezzes fríos y platos especiados, todo lo mediterráneo y, por supuesto, lo asiático. Me gustan los sabores vivos, con carácter.
P – ¿Qué mujeres han sido referentes para ti?
R – Las mujeres de mi entorno y mi familia. No salen en entrevistas ni en portadas, pero me enseñaron algo fundamental: cocinar es una forma de cuidar. También admiro a muchas jóvenes cocineras y emprendedoras que, como yo, han decidido apostar por su pasión y disfrutar cada día de este oficio.
P – ¿Cómo has vivido la alta cocina siendo un entorno tan masculino?
R – He aprendido a moverme con autenticidad, pero también gracias a algo que cuido muchísimo: en My Basket somos un equipo formado solo por mujeres.

P – ¿Qué ha cambiado y qué falta por cambiar para hablar de igualdad real en gastronomía?
R – Se ha avanzado: cada vez hay más mujeres liderando proyectos, cocinas y equipos. Pero todavía falta normalizar nuestra presencia en las cocinas.
P – ¿Qué consejo le darías a una chica joven que quiere ser chef?
R – Que sea constante. Que entienda que este camino es duro y cansado, pero también profundamente gratificante. Poder dedicarte a tu pasión, a crear, a cocinar; es una suerte enorme.
P – Cuando no cocinas para otros, ¿qué haces solo para ti?
R – Correr. Me ordena la mente, me cambia la perspectiva de ver las cosas… y me hace muy feliz.
P – Una canción o playlist que te acompaña siempre
R – Las cumbias me encantan, Sabina me trae buenos recuerdos, y últimamente escucho mucho latin house. En My Basket nos resulta imposible cocinar sin música, nunca falta.

P – Un lugar del mundo al que vuelves mentalmente cuando necesitas inspiración
R – Londres y Copenhague. Londres me inspira porque es un universo multicultural donde puedes comer bien de cualquier lugar del mundo. Copenhague, en cambio, me conecta con la creatividad, la técnica y esa forma tan limpia y contemporánea de cocinar. De una me quedo con la diversidad; de la otra, con la estética y la precisión.
P – ¿Qué sueñas que recuerden de ti?
R – Que soy una persona alegre, con sentido del humor, cercana y con carácter. Alguien auténtica y de buen corazón.
P – Si pudieras cambiar una sola cosa del sector mañana mismo, ¿cuál sería?
R – Que se valore más el trabajo que hay detrás. En cocina hay muchísimo “trabajo invisible”: horas de preparación, esfuerzo de todo un equipo y un cuidado enorme en cada receta, tanto en alta cocina como en proyectos más cotidianos como My Basket. Somos humanos, a veces nos equivocamos, pero muchas veces falta respeto y comprensión hacia todo ese proceso que no se ve.
P – Cena improvisada en tu casa: ¿qué menú montarías?
R – Algo bueno pero sencillo: una buena carne tipo solomillo o un pescado a la sal, varias guarniciones apetecibles como verduras o ensaladas frescas, y un postre fácil: fruta de temporada con chocolate fundido, por ejemplo. Y si me falta algo… corro a My Basket, que lo tengo al lado de casa, y siempre me salva.
P – ¿Dulce o salado?
R – ¡Imposible elegir! Las dos, lo siento jajaja.
P – Un restaurante al que siempre quieras volver
R – Depende de la época. Pero siempre me hace mucha ilusión volver a Lera, para mi un restaurante que hacía mucha falta, Horcher o a Sacha, me encanta lo clásico. También disfruto muchísimo en un japonés como 99 Sushi Bar, donde todo está impecable. Y si me apetece mexicano, Ticui es un must. Estoy en una racha de volver a lo conocido, donde sabes que es una apuesta segura.
P – Una mujer que te gustaría ver entrevistada en “Ellas Cocinan”
R – Cualquier mujer que esté construyendo un proyecto propio desde la autenticidad, sin importar la escala. Hay muchas emprendedoras jóvenes con un discurso increíble que merece ser escuchado, como es el caso de Paola Freire Gómez-Chao.


