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El coste reputacional: la caída del imperio de Chiara Ferragni

De icono global de la moda a acusada en el “Pandoro-gate”, Chiara Ferragni enfrenta un juicio por estafa agravada mientras su imperio empresarial se tambalea entre pérdidas millonarias, fuga de marcas y caída de seguidores

El coste reputacional: la caída del imperio de Chiara Ferragni
El coste reputacional: la caída del imperio de Chiara Ferragni
Montaje: kiloycuarto

Hubo un tiempo en que ‘el efecto Ferragni’ disparaba las ventas de cualquier empresa que la contrataba. La imagen de la influencer italiana era sinónimo de éxito y muchas marcas competían por ficharla. El momento culmen de su carrera lo vivió en 2021, cuando entró en el consejo de Tod’s y su cotización en bolsa subió más de un 12% en Milán. Parecía que la joven rubia de ojos azules era una máquina infinita de hacer dinero. Pero la reputación puede arruinar la mejor de las carreras y hoy su historia es muy diferente. Chiara Ferragni afronta un juicio por estafa agravada ligada a una campaña navideña con un supuesto fin benéfico: el ‘Pandoro-gate’. Una crisis de imagen que ha golpeado a su imperio empresarial con pérdidas, recorte de contratos y un fuerte descenso de seguidores.

Este mes de septiembre ha arrancado la fase preliminar del proceso judicial. De las portadas de moda, a los tribunales. Se la acusa de engañar a los consumidores, que pensaban que por cada compra de su Pandoro se aportaba una parte a causas benéficas, cuando en realidad la donación ya estaba fijada previamente en 50.000 euros. Y aunque ha intentado solventar esa crisis de reputación hablando ante sus seguidores y haciendo una donación de un millón de euros, no ha sido suficiente y la vía penal ha seguido su curso. Ella asegura que fue un error de comunicación pero el daño ya está hecho. Su grupo empresarial se resintió con pérdidas millonarias y Chiara Ferragni tuvo que recurrir a una ampliación de capital para sostener su negocio.

Chiara Ferragni, con el pandoro por cuyo anuncio ha sido denunciada
Chiara Ferragni, con el Pandoro por cuyo anuncio ha sido denunciada

Las grandes marcas que tanto la habían aplaudido e invitado a sus desfiles en primera fila le dieron la espalda. La primera en cortar lazos con la italiana fue Safilo, gigante de gafas, que rescindió el acuerdo de licencia con la marca Chiara Ferragni en diciembre de 2023; después reclamó daños y perjuicios en tribunales italianos. Coca-Cola confirmó en enero de 2024 que no usaría el contenido grabado con la influencer en pleno vendaval reputacional.

Este suceso también le ha pasado factura en sus redes sociales: Chiara Ferragni perdió seguidores tras la multa del regulador. Corriere della Sera cuantificó 80.000 bajas en cinco días y 157.000 del 15 al 27 de diciembre de 2023 solo en Instagram. En septiembre de 2025 su perfil rondaba los 28,3 millones de seguidores, con ligera tendencia a la baja según herramientas de analítica social. En el caso del ‘Pandoro-gate’ falló la comunicación de Ferragni, el nexo entre su negocio y el consumidor es ella misma, y si se daña su imagen, las ventas también se resienten.

Chiara Ferragni empezó con un blog titulado 'The Blonde Salad'
Chiara Ferragni empezó con un blog titulado ‘The Blonde Salad’

Aun así, su carrera ha sido excepcional. Empezó con un blog, The Blonde Salad, y lo convirtió en un negocio inmenso. Demostró que una creadora de contenido podía ganar dinero no solo con publicaciones, sino también con asesorías para marcas, licencias y ventas propias con un logo —el ojo azul— que ha dado la vuelta al mundo. Justo por eso su caída interesa tanto a las empresas: recuerda que la transparencia es la línea que no se puede cruzar.

Ahora viene lo más difícil: recuperar la confianza. Para lograrlo, debe separar bien las campañas de marketing de las acciones solidarias, explicar con claridad cuánto se dona por cada compra para que no haya dudas. Porque el precio que ha tenido que pagar por el momento ha sido elevado.

La influencer Chiara Ferragni, en los Premios Goya de la Academia de Cine 2024. EFE / Miguel Ángel Molina

En 2024, el negocio de Chiara Ferragni registró pérdidas de 5,7 millones de euros; además, su filial Fenice Retail entró en liquidación con pérdidas acumuladas de 1,2 millones en 2023–2024. Por eso el grupo recurrió a la ampliación de capital. Su caso, además, desencadenó cambios regulatorios en Italia. A raíz de la polémica, el regulador y el Gobierno de Meloni impulsaron reglas más claras para campañas comerciales que prometan donaciones. Se exige especificar cómo, cuánto y cuándo se dona y reforzar la trazabilidad pública. Ese movimiento confirma el mensaje de fondo de esta crisis: la línea entre marketing y filantropía debe estar perfectamente delimitada para no inducir a error al consumidor.

Y todavía queda por delante el juicio. La defensa sostiene que no hubo engaño deliberado y que se trató de un “error de comunicación”, pero, si el tribunal aprecia fraude, hay penas de hasta cinco años. La lección sirve para todo el sector: en la economía actual, la confianza es un activo importante. Te impulsa o te hunde. Para levantar de nuevo el negocio necesitará buenas prácticas, información clara y tiempo.

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