Gran parte de los líderes internacionales congregados en la Asamblea General de la ONU no han querido escuchar a Benjamín Netanyahu. Cuando el primer ministro israelí se ha subido al estrado, la mayoría de los diplomáticos han abandonado el plenario. No solo árabes y musulmanes, sino también occidentales. Para el líder del Estado judío, que afronta un aislacionismo sin precedentes por su devastadora ofensiva en la Franja de Gaza, la decisión de reconocer a Palestina es equiparable a “dar a Al Qaeda un Estado junto a Nueva York tras el 11 de septiembre de 2001″.
Netanyahu ha aparecido en escena con una pegatina con un código QR pegado a su pecho, que redirigía a un clip con las atrocidades cometidas por Hamás en la masacre del 7 de octubre de 2023. Para Bibi, el reconocimiento del Estado palestino supone “un premio al terrorismo de Hamás“, y ha centrado su intervención en las múltiples amenazas que lidia Israel en Oriente Medio, especialmente Irán y su programa nuclear. “No solo pretenden destruir a Israel, también es una amenaza para Estados Unidos y otras naciones”, ha considerado. Y ha protestado: la acusación de genocidio contra Israel son “falsos líbelos de sangre”.

Primero se ha acordado del asesinado líder de Hamás, Yihie Sinwar, quién “mandó oleadas de terroristas de Hamás” hacia el sur de Israel para cometer actos salvajes. Posteriormente, ha mencionado al grupo libanés proiraní Hizbulá, que “disparó miles de misiles hacia nuestras ciudades, aterrorizando a la población”. En Siria, el exdictador Bashar al-Assad permitió el establecimiento de fuerzas iraníes, que “apretaron el nudo de la muerte alrededor de nuestras gargantas”.
Sobre los rebeldes hutíes del Yemen, que siguen disparando misiles y drones casi a diario hacia Israel, ha recordado que “están ahogando el comercio global a las puertas del Mar Rojo”, en referencia a los sabotajes de embarcaciones israelíes y occidentales en alta mar. “Destruimos el armamento de Asad en Siria. Disuadimos a las milicias chiitas iraníes en Irak. Y lo más importante, devastamos los programas de armas nucleares y misiles balísticos de Irán“, ha remarcado
En un guiño a Trump, ha querido agradecer su “acción decisiva” durante la “Guerra de los 12 días” frente a Irán el pasado junio, en que el programa nuclear iraní fue severamente dañado. “Cumplimos la promesa de evitar que Iran desarrolle armamento nuclear”, ha considerado, pese a que se estima que la mayoría del uranio enriquecido quedó intacto tras los bombardeos israelíes.
El discurso de Netanyahu ha sido escuchado forzosamente por los residentes de Gaza. En una decisión sin precedentes, la oficina del primer ministro ha ordenado al Ejército ubicar altavoces junto a la frontera, y supuestamente ha intervenido los teléfonos de los civiles gazatíes para reproducir sus palabras. “Los últimos reductos de Hamás están siendo acorralados en la ciudad de Gaza”, ha considerado. Y ha protestado: “La mayoría del mundo ya no recuerda el 7 de octubre. Pero nosotros sí, por eso luchamos y debemos ganar”.
En los aledaños de la ONU, familiares de los 48 rehenes israelíes que siguen en manos de Hamás desde hace casi dos años han exigido a su primer ministro que pacte la tregua en Gaza para asegurar su retorno. “Se están quedando sin tiempo, devolvedlos a casa”, han recordado. Y han protestado contra Netanyahu: “De nuevo está torpedeando el acuerdo, y disminuye las opciones de que regresen a casa”. También han cargado contra Netanyahu por solo acordarse de 20 de los 48 rehenes, los que se estima que siguen en vida. Tal Kuperstein, padre del rehén Bar, ha sido expulsado de la asamblea de la ONU tras interrumpir a Netanyahu dos veces.
El primer ministro israelí ha justificado la acción de colocar altavoces frente a Gaza “con la esperanza de que nuestros queridos rehenes puedan oír mi mensaje“. Pese a que muchos compatriotas le acusan de haberlos olvidado para preservar la guerra y mantener el poder, ha asegurado que “no os hemos olvidado ni un segundo, el pueblo de Israel está con vosotros. No descansaremos hasta devolveros a casa”. La mayoría de los rehenes que regresaron a Israel lo hicieron durante las dos treguas pactadas con Hamás.
Pese a que en agosto Hamás habría aceptado las condiciones propuestas por Steve Witkoff, negociador estadounidense en Oriente Medio, Netanyahu ha remarcado que, si los islamistas aceptan “nuestras demandas, la guerra podría terminar ahora. Gaza estará desmilitarizada, Israel mantendrá control de seguridad, y se establecerá una autoridad pacífica con gazatíes y otros comprometidos con la paz con Israel”.
🔴 URGENTE. Numerosas delegaciones abandonan la sala de la Asamblea General de la ONU cuando el primer ministro de #Israel @netanyahu entraba en la sala para su discurso#UNGA80 #UNGA pic.twitter.com/Ftpv9YlLjB
— Noticias ONU (@NoticiasONU) September 26, 2025
“Israel y América afrontan una amenaza común”
Para concluir, el primer ministro ha recordado que “sabéis que Israel está luchando vuestra lucha”, y ha alegado que mientras líderes condenan públicamente al Estado judío, le reconocen a puerta cerrada que los servicios secretos israelíes frustraron atentados en capitales occidentales. “Israel y América afrontan una amenaza común”, ha concluido. Como en otras ocasiones, Donald Trump consideró que “estamos muy cerca” de un acuerdo para parar la guerra en Gaza, aunque los bombardeos israelíes han continuado con intensidad durante el discurso de Netanyahu.
Y respecto a Palestina, Netanyahu ha insistido en que bajo su gobierno nunca se establecerá. “Israel no permitirá que nos impongan un estado terrorista. No cometeremos un suicidio nacional porque no tengan el coraje de enfrentarse a unos medios hostiles y a turbas antisemitas que exigen la sangre de Israel”.