Un reciente trabajo de investigación del medio independiente ruso Proekt reveló que el presidente Vladímir Putin habría ayudado a, al menos, 24 de sus familiares a ocupar cargos vinculados con el Estado o con empresas controladas por este. Según el informe, este número representa “un récord para los gobernantes rusos de los últimos cien años”. La investigación forma parte del proyecto “Отцы и деды” (“Padres y abuelos”), que analiza el fenómeno del nepotismo dentro del poder ruso y cuyos resultados se publican a lo largo de la semana.
Red familiar
El estudio detalla que los beneficios alcanzaron a las familias de las cuatro mujeres conocidas por haber tenido vínculos sentimentales con Putin: su exesposa Lyudmila Putina-Ocheretnaya, la exgimnasta olímpica Alina Kabaeva, Svetlana Krivonogikh —antigua empleada convertida en multimillonaria— y Alisa Kharchova, exestudiante de la Universidad Estatal de Moscú que llegó a posar para un calendario con motivo del cumpleaños del mandatario. También figuran sus dos hijas reconocidas, María y Katerina, así como varios primos y primas por ambas ramas familiares.

Los casos más notorios provienen de la línea paterna. La familia de su primo Yevgueni Putin concentra los cargos de mayor relevancia. Su hija, Anna Tsivileva, ocupa el puesto de viceministra de Defensa; su esposo, Sergey Tsivilev, es el actual ministro de Energía; y el hermano de Anna, Mijaíl Putin, se desempeña como subdirector ejecutivo de Gazprom, la gigante energética estatal. Otro pariente cercano, Víktor Jmarin, sobrino del presidente por parte de su prima Liubov Kruglova, dirige RusHydro, una de las principales empresas eléctricas de Rusia.
En contraste, otros miembros del entorno familiar ocupan puestos de menor rango. Por ejemplo, Ígor Zelenski, pareja de Katerina Tíjonova (una de las hijas de Putin), supervisó la construcción de un teatro en Sebastopol. Mientras tanto, el padre de Alisa Kharchova, Vsévolod Kharchov, desempeña un cargo modesto en la organización progubernamental AНО “Dialog”, dedicada —según la descripción oficial— a “promover el diálogo entre el Estado y la sociedad”.

Un patrón generacional
La investigación de Proekt sugiere que se está consolidando una tercera generación de familiares del presidente en posiciones influyentes dentro del aparato estatal. Esto amplía el fenómeno del nepotismo a una escala sin precedentes en la Rusia moderna.
El trabajo también se apoya en el libro “The Tsar Himself: How Vladimir Putin Deceived Us All”, escrito por los editores de Proekt, Román Badanin y Mijaíl Rubin. La obra detalla las presuntas relaciones personales del presidente y la red de influencia que se habría tejido a su alrededor durante más de dos décadas en el poder. Tanto el Kremlin como Putin no han comentado públicamente las acusaciones ni las conexiones familiares expuestas por la investigación.
Comparaciones históricas
Aunque el nepotismo no es un fenómeno nuevo en Rusia, el número de familiares favorecidos bajo el actual mandatario no tiene precedentes. En la era postsoviética, el presidente Boris Yeltsin fue quien más se asoció con este tipo de prácticas. Los medios se referían a su círculo íntimo como “la familia”, pero incluso con una definición amplia del término, no se podía vincular a más de cinco parientes con el poder.

Durante el período soviético, también existieron casos similares. La esposa de Lenin, Nadezhda Krúpskaya, fue viceministra de Educación; el hijo de Iosif Stalin, Vasili, comandó la aviación militar de Moscú; y el yerno de Nikita Jrushchov, Alexéi Adzhubéi, fue redactor jefe del diario Izvestia y miembro del Comité Central del PCUS. Otros ejemplos incluyen al hijo de Leonid Brézhnev, primer viceministro de Comercio Exterior, o al de Yuri Andrópov, quien desarrolló una carrera diplomática. Sin embargo, ninguno de estos casos alcanzó la magnitud observada en la administración actual
A la espera de la publicación completa de los resultados, la investigación ya marca un hito en la comprensión del nepotismo estructural dentro del Estado ruso y revela cómo la influencia personal del presidente Putin se ha extendido más allá de los límites políticos.


