Kristin Cabot ha hablado públicamente por primera vez desde el momento del concierto de Coldplay que cambió su vida, concediendo una entrevista en la que describe las consecuencias de lo que se convirtió en uno de los vídeos más virales y globales de los últimos tiempos.
“Todo pasó ante mis ojos como un flash“, recuerda Cabot sobre el momento en julio en el que apareció en la kiss cam del estadio junto a Andy Byron, su entonces jefe en la empresa tecnológica Astronomer. Mientras el público se reía, el líder de Coldplay, Chris Martin, bromeó: “O están teniendo una aventura o son muy tímidos”.

Un vídeo de 16 segundos grabado por otro asistente al concierto y publicado en TikTok se difundió rápidamente. Las imágenes se convirtieron en la comidilla de internet. Todo el mundo juzgaba, como si los conociera de toda la vida y supieran exactamente qué estaban haciendo. Cabot y Byron entraron en los salones y conversaciones de todo el mundo, incluso se en los programas de televisión se opinaba sobre su comportamiento. En su entrevista con The Times, Cabot afirma que ese abrazo fue la primera vez que se mostraron cariñosos físicamente y que ambos estaban separados de sus cónyuges en ese momento.
“No es asunto de nadie”
“Podría haberme caído un rayo, podría haber ganado la lotería o podría haber pasado esto”, asegura, describiendo lo improbable que es que un momento tan privado se retransmita a decenas de miles de personas en el estadio y a millones en internet. “Pero yo no soy una celebridad, solo soy una madre de New Hampshire. Aunque hubiera tenido una aventura, no es asunto de nadie”.
Cabot, de 53 años, se había incorporado a Astronomer como directora de Recursos Humanos solo unos meses antes, tras décadas ocupando puestos de responsabilidad en importantes agencias de publicidad. Describe a Byron como un jefe comprensivo que se aseguraba de que “las mujeres tuvieran un lugar en la mesa” y afirma que su cercanía profesional se convirtió poco a poco en lo que ella denomina “un gran enamoramiento feliz”.
🔺 EXCLUSIVE: For the first time, the former Astronomer executive, Kristin Cabot, speaks publicly about her panic after seeing the video, the impact on her children and the danger of the online mob
https://t.co/xCL4NLHLS6— The Times and The Sunday Times (@thetimes) December 18, 2025
La noche del concierto, recuerda, se sentía anónima en el estadio a oscuras. “Estábamos bailando… Andy estaba detrás de mí y estábamos bailando y yo lo agarré”. No oyó el anuncio de que la pantalla gigante se iba a dirigir al público. “De repente, nos vi a los dos en la pantalla”.
“Dios mío, Andy es mi maldito jefe”
Lo primero en lo que pensó fue en su marido, del que estaba separada y que, según supo más tarde, también estaba en el concierto. “Me preocupaba avergonzarlo. Es un tipo increíble y no se merece eso”. Su segundo temor le siguió rápidamente: “Dios mío, Andy es mi maldito jefe”.
En cuestión de horas, el vídeo se difundió ampliamente por Internet. Los internautas identificaron a Cabot y Byron, se burlaron de ellos utilizando letras de canciones de Coldplay y crearon perfiles falsos en las redes sociales con los nombres de sus cónyuges. “Me convertí en un meme”, indica Cabot. “Fui la directora de RR. HH. más difamada en la historia de los recursos humanos”.

Con todo, es consciente de que los insultos recayeron de forma desproporcionada sobre ella. “Creo que, como mujer, tal y como siempre ocurre con las mujeres, yo recibí la mayor parte de los insultos”, explica a The Times, recordando que la llamaron “cazafortunas” y la acusaron de “acostarse con todos para llegar a la cima. Todo lo que sacrifiqué para llegar donde llegué en mi carrera… Trabajé muy duro para disipar esa idea toda mi vida y ahí estaba yo, siendo acusada de ello”.
Astronomer puso en marcha una investigación interna, que posteriormente no encontró pruebas de ninguna relación. Byron dimitió esa misma semana. Cabot dimitió poco después, a pesar de que le pidieron que se quedara. “¿Cómo, si mi trabajo consiste en enseñar a la gente cómo se espera que nos comportemos?”, se pregunta. “Si no se hubiera convertido en lo que se convirtió en internet, podría haberme levantado y haber dicho: ‘Fue una decisión muy mala y la lamento’, y haberme quedado”.
Las amenazas
Las consecuencias fueron mucho más allá de su carrera. Cabot afirma que recibió miles de mensajes abusivos, incluidas amenazas, y se retiró temporalmente a las montañas de New Hampshire, describiéndose a sí misma como alguien que se encontraba en “un lugar demasiado oscuro” para criar a sus hijos. “Mi hija se echó a llorar”, al contárselo. “Están enfadados conmigo… y pueden estarlo durante el resto de sus vidas, tengo que aceptarlo”.

