En los tres primeros años como primera ministra Giorgia Meloni ha basado su estrategia política, en gran parte, en obtener un reconocimiento internacional, entre otras cosas, gracias a sus múltiples encuentros con líderes de todo el mundo. En esos viajes, pero también en las visitas de homólogos en la sede romana del Gobierno italiano, Palazzo Chigi, se suelen producir intercambios de regalos, normalmente objetos valiosos o accesorios artesanales típicos de esos determinados países. Sin embargo, la ‘premier’ italiana, igual que sus predecesores, no puede quedarse con obsequios de ese tipo que estén valorados en más de 300 euros.
Por consiguiente la mayor parte de estos objetos es custodiada en una sala del tercer piso Palazzo Chigi, otra parte más valiosa en una cámara acorazada y los más aparatosos en otra sede de la presidencia. Ahora un total de 270 de estos regalos serán subastados donando su valor, que llega a los 800.000 euros, a causas benéficas.

Los regalos son de todo tipo y valor, algunos incluso conocidos porque han formado parte de escenas que luego han trascendido a la prensa o se han convertido en carne de memes en las redes sociales. Por ejemplo el foulard que el 15 de enero, el día del 48 cumpleaños de la primera ministra, le regaló el primer ministro de Albania Edi Rama.
Con el líder tiene muy buena relación, especialmente tras la firma del beneficioso acuerdo para crear los centros de repatriación italianos en territorio extracomunitario de Albania. De hecho, también en esta ocasión, Edi Rama suele saludar a Meloni arrodillándose. Otros regalos son muy valiosos, como el costoso collar de diamantes, oro y cuarzo recibido en enero de 2023 presidente de Uzbekistán Shavkat Mirzioyev o el juego de té de porcelana de primer nivel que le regaló el presidente de Hungría Viktor Orban.

También hay alfombras o vestidos tradicionales como los que recibió del primer ministro indio Narendra Modi, con el que presume también de una relación de gran simpatía recíproca. Otros son más histriónicos, como la miniatura de sí mismo con una motosierra que le regaló su aliado argentino Javier Milei o los zapatos de pitón con tacón de oro de una importante estilista nacional que le regaló el director del Saudi Italian Business Council.
Otros, como la tablet recibida por el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, esconden un gran significado simbólico, en este caso para mantener la comunicación.

No se conocen fechas concretas pero se espera que la subasta se realice antes de Navidad y los regalos serán puestos a la venta al mejor postor por Bertolami Fine Art, que tiene derecho al 5% (que no puede superar los 40.000 euros) de la recaudación por llevar a cabo la gestión, y lo obtenido, salvo ese pequeño porcentaje de la transacción, será donado a beneficencia.
No se conoce el motivo detrás de esta decisión, pero la primera ministra Meloni estaría planteándose también subastar algunos objetos de sus predecesores que, al parecer, llevan años acumulando polvo y llenando salas en Palazzo Chigi.

