Invasión rusa

Sánchez sigue el futuro de Ucrania desde segunda fila

España respalda a Kiev y mantiene contactos técnicos, pero queda fuera de las conversaciones más restringidas entre Trump, Zelenski y varios líderes europeos

¿Dónde está Sánchez?
Mark Rutte, Mette Frederiksen, Ursula von der Leyen, Dick Schoof, Ulf Kristersson, Emmanuel Macron, Friedrich Merz y Volodimir Zelenski
Efe

Pedro Sánchez observa, por ahora, desde fuera del núcleo duro. Mientras las negociaciones sobre Ucrania entran en una fase decisiva y se reducen los interlocutores sentados en la mesa, el presidente del Gobierno no participó ni en la videollamada celebrada en Mar-a-Lago entre Donald Trump y Volodímir Zelenski, ni en la reunión preparatoria del sábado con varios líderes europeos.

La ausencia contrasta con la presencia de países como Alemania, Francia, Italia o Polonia y vuelve a situar a España en una posición secundaria dentro del nuevo tablero diplomático que empieza a dibujarse en el caso de que, finalmente, Ucrania y Rusia acepten la paz propuesta por Donald Trump.

España, ausente en las conversaciones

La versión oficial de Moncloa insiste en que el respaldo a Kiev sigue intacto. Fuentes del Ejecutivo subrayan a Artículo14 que “el Gobierno de España apoya a Ucrania en estas semanas críticas que podrían permitir avanzar hacia un acuerdo de paz” y recuerdan que ese apoyo se ha trasladado “personalmente” a Zelenski en varias ocasiones, la última hace apenas una semana en Bruselas, durante una reunión bilateral. Allí, explican a Artículo14, el presidente ucraniano “actualizó al presidente Sánchez sobre los últimos acontecimientos”.

Ucrania
El presidente estadounidense Donald Trump recibe al presidente ucraniano Volodimir Zelenski en su mansión de Florida
Efe

Lo llamativo, sin embargo, no es tanto el discurso como el lugar que ocupa España en el proceso. Mientras Washington intensifica los contactos con un grupo reducido de países europeos, España no figura entre los participantes directos, pese a compartir peso económico y relevancia política con algunos de los Estados que sí han sido convocados.

Polonia, por ejemplo, estuvo presente en la videoconferencia preparatoria del sábado. Italia también. La ausencia española resulta más llamativa en un contexto en el que la UE busca proyectar unidad y coordinación frente a un Donald Trump decidido a liderar el marco de la negociación.

Desde el Ejecutivo apelan a un papel más discreto. “Estamos en contacto a nivel de asesores de seguridad nacional siguiendo de cerca las conversaciones que están teniendo lugar entre un grupo reducido de países”, explican desde el equipo internacional del presidente, y añaden que España “seguirá los resultados de las conversaciones a través de los distintos contactos y formatos que se vayan produciendo entre los países de la Coalición de Voluntarios”. Una forma de reconocer que Madrid no está en la sala, pero sí en los pasillos.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, da la bienvenida al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este lunes en el palacio de La Moncloa en Madrid.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, da la bienvenida al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en un encuentro pasado en el Palacio de la Moncloa
EFE/ Chema Moya

El Gobierno también aprovecha para fijar posición política. España, recalcan las fuentes consultadas, “condena los últimos ataques de Rusia sobre Kiev, que reflejan poca voluntad de alcanzar un acuerdo de paz”. Un mensaje alineado con el de la mayoría de socios europeos, pero que no despeja la incógnita principal: por qué España no ha sido incluida en los contactos más sensibles.

Reunión en enero

Las dudas se proyectan además a corto plazo. Si nada cambia, todo apunta a que dentro de aproximadamente unas semanas, en enero, se celebrará una reunión en Washington entre Trump y Zelenski, esta vez con varios líderes europeos presentes. Por ahora, no hay confirmación de que España vaya a participar. Ni invitación formal ni desmentido.

Algunos dirigentes europeos empiezan a mover ficha públicamente. El presidente finlandés, Alexander Stubb, fue el último en hacerlo la tarde de este mismo lunes, cuando, a través de su cuenta en X, dejó entrever que el formato de contactos se ampliará, aunque sin concretar países ni fechas. “Europa debe estar preparada para asumir responsabilidades reales en la seguridad de Ucrania”, escribió. Un mensaje que refuerza la idea de un grupo selecto dispuesto a implicarse más allá del respaldo político.

España, de momento, mantiene su apuesta por el multilateralismo y por los cauces tradicionales de la UE y la OTAN. Pero el nuevo esquema que empieza a dibujarse -cada vez más reducido y con Washington marcando el ritmo- amenaza con dejar a algunos socios en una posición incómoda. Entre ellos, España. Aunque la fotografía aún no es definitiva, por ahora, Pedro Sánchez no aparece en el encuadre principal.