Trump duerme en palacio: la velada que alimenta su fascinación por la realeza

Trump se aloja en el palacio Huis ten Bosch durante la cumbre de la OTAN. La elección refuerza su afinidad por los símbolos de poder monárquico

Imagen de Trump difundida por La Casa Blanca vía X
The White House

En la cumbre de la OTAN de La Haya, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha elegido dormir en un palacio real. Y no en uno cualquiera: Huis ten Bosch, la residencia oficial del rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima de los Países Bajos, ha sido preparada con todo detalle para alojar al presidente norteamericano durante su participación en el 76º encuentro de la Alianza Atlántica. Oficialmente, la elección se atribuye a motivos de seguridad, pero recordemos que Trump esta muy cómodo empleando una estética monárquica. No es extraño entonces que, esté encantado en el palacio.

Trump, que durante su primer mes de mandato ya reforzó su gusto por los tintes monárquicos —incluyendo su célebre frase “¡LARGA VIDA AL REY!” al anunciar la cancelación del peaje por congestión en Nueva York—, verá cumplido uno de sus sueños no declarados pero evidentes: dormir en un entorno que, más allá de la logística, proyecta estatus, historia y poder. Y no solo pasará la noche allí. Mañana desayunará con los reyes y se llevará a cabo una sesión fotográfica al más puro estilo de las monarquías de los años 60, y digno de aparecer en las páginas de ¡Hola!

Huis ten Bosch

El presidente Trump contará con un ala exclusiva del Palacio Huis ten Bosch durante su estancia en Países Bajos. Esta residencia oficial del rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima, situada en un entorno boscoso al este de La Haya, es uno de los palacios más emblemáticos de la monarquía neerlandesa. Construido en el siglo XVII, el palacio combina elegancia barroca con modernizaciones contemporáneas, realizadas tras la llegada de la familia real en 2019.

Aunque oficialmente la elección responde a criterios logísticos, no pasa por alto que su predecesor Barack Obama, que durante su estancia en el país en la Cumbre de Seguridad Nuclear de 2014 se alojó en un hotel de La Haya, y no en un palacio.

Cena de gala

Pero antes, durante la noche del 24, Trump fue uno de los protagonistas de la cena de gala que acogerá a los 32 jefes de Estado y de gobierno de los países miembros de la OTAN. El escenario: el Oranjezaal (Salón Naranja), una joya barroca decorada en el siglo XVII por orden de Amalia van Solms, esposa del estatúder Frederik Hendrik, para honrar a su esposo como comandante militar y pacificador. El simbolismo es palpable: en medio de una cumbre que busca reforzar la unidad y contener tensiones globales, el espacio mismo habla de guerra y paz, de alianzas y reconciliaciones.

Un miembro del personal de servicio prepara la mesa mientras se realizan los preparativos en el salón de baile Oranjezaal del palacio real Huis ten Bosch
EFE

“Haremos que sea una velada maravillosa”, prometió el rey Guillermo Alejandro al anunciar la cena. La organización corre a cargo del departamento del Mariscal de la Corte, que prepara más de 200 eventos anuales y aplica un protocolo extremadamente riguroso. A partir de las 19:00, los invitados irán tomando asiento en nueve mesas redondas tras una protocolaria llegada con alfombra roja y besamanos. Cada una tendrá un anfitrión de la casa real, pero el rey y la reina no compartirán mesa.

Praga (República Checa), 04/06/2025.- El rey Guillermo Alejandro (d) y la reina Máxima (i) de los Países Bajos llegan a la ceremonia de entrega de la Orden del León Blanco
EFE

Tradición neerlandesa

El menú de tres tiempos ha sido concebido por veinte cocineros, con ingredientes locales y de temporada. Se han tenido en cuenta todas las restricciones alimentarias —los comensales con necesidades especiales tendrán una pegatina en la pata de su silla—, y la tradición neerlandesa de confianza se manifiesta incluso en el acto de servir: los platos llegan en bandejas y cada invitado se sirve lo que desea, como gesto simbólico de que el rey no envenena a sus invitados, ya que come de la misma fuente.

La cena se servirán en la vajilla Blossom Panache, creada en 2017 para los monarcas y decorada con motivos de flores, plumas y un martín pescador en e icónico azul de Delft, símbolo de Guillermo de Orange.

La Haya (Países Bajos), 24/06/2025.- Un miembro del personal de servicio prepara la mesa mientras se realizan los preparativos en el salón de baile Oranjezaal del palacio real Huis ten Bosch
EFE

“Le encanta el glamour de una casa real”

Más allá de la pompa, la cena busca facilitar conversaciones informales que puedan desbloquear tensiones en los pasillos, lejos de los focos de las sesiones plenarias. La etiqueta es estricta: no deben servirse más de lo que se puede comer —“lo que hay en el plato, hay que comérselo entero”, advierte para medios neerlandeses la experta en etiqueta Reinildis van Ditzhuyzen.

Personal de servicio prepara la mesa mientras se realizan los preparativos en el salón de baile Oranjezaal del palacio real Huis ten Bosch
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Van Ditzhuyzen destaca además el rol estratégico de la monarquía: “A los republicanos, en particular, les encanta el glamour de una casa real”. No es difícil imaginar que Trump, se sienta como en casa. “Trump ha visto mucho, pero el ambiente de un palacio es único. Y si además puede hablar con los reyes, sin duda se sentirá honrado”, añade la experta. Una cena así, concluye, “siempre ayuda. Si Trump experimenta allí cómo el mundo anhela la paz, sin duda lo recordará”.

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