Ayuso, perfil bajo pero vigilante

La presidenta madrileña no disputó el foco al gallego y reforzó el mensaje de unidad: “Tuyo es el partido, vamos a estar a tu lado”

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en el congreso nacional del PP

Respaldo total a Alberto Núñez Feijóo. Perfil bajo para evitar posibles suspicacias. Isabel Díaz Ayuso cerró este domingo el XXI Congreso Nacional del Partido Popular sin hacer ruido, en un claro segundo plano, aunque pendiente de los pasos que da su formación, según su equipo. Amagó con dar la batalla por las primarias, pero optó por echarse atrás para no generar un problema al líder nacional. Y, en el cónclave, no hubo ni siquiera mensajes entre líneas. Unidad.

“Tuyo es el partido”, dijo a Feijóo desde el escenario, en una intervención de clausura que sirvió para confirmar lo que en ambos equipos llevaban días repitiendo: el pacto de no agresión se mantiene.

La decisión de Ayuso de no batallar por el sistema de primarias, que siempre defendió públicamente con la fórmula de “un militante, un voto”, fue leída como un gesto. “No entendemos por qué Feijóo abrió el melón de las primarias. No era el momento propicio para un congreso diseñado para cerrar filas. Ahí demostramos responsabilidad, al no enmendar”, explican a este periódico desde el entorno de la presidenta madrileña.

En Génova lo interpretaron como una muestra de que la presidenta no intentaría reabrir viejos debates en un momento en que la prioridad es otra: proyectar la imagen de un partido fuerte y cohesionado frente a un PSOE marcado por los escándalos. “La prioridad y el foco debe ser sacar a Sánchez de la Moncloa”, zanjaron en Sol y en la dirección nacional.

El mensaje quedó visualmente sellado este domingo. Ayuso subió al escenario junto a Feijóo y lo hizo al ritmo de Lady Madrid. En su discurso, combinó el tono combativo contra Pedro Sánchez con un respaldo explícito al líder del partido. “Vamos a estar en todo momento a tu lado”, le dijo. Reivindicó Madrid como símbolo de libertad frente al “comunismo” y denunció que “desde que Sánchez gobierna, España se ha convertido en un infierno fiscal y burocrático para pagar a ofendidos”.

La presidenta no evitó las referencias ideológicas ni las críticas directas, pero las dirigió exclusivamente al Gobierno central. Feijóo quedó fuera de todo reproche. Ni siquiera aludió a las ponencias aprobadas, pese a que en su entorno llegaron a exigir “mejoras” en el texto estatutario. La ausencia de referencias confirmó lo que ya se sabía: no habría choque alguno.

Desde el entorno de la presidenta madrileña subrayan a Artículo14 que el respaldo es total. “Estamos muy contentos con el discurso. Fue extraordinario”, aseguran. Y lo cierto es que en Sol se esforzaron en que fuera precisamente ella, como presidenta autonómica, quien avalara públicamente al líder nacional. Un gesto medido, con carga simbólica, que invierte en cierta forma los papeles habituales dentro del partido. Aunque el liderazgo de Feijóo es incuestionable tras su reelección, su consolidación pasa también por escenificar ese apoyo desde las comunidades con más peso político y orgánico.

Desde el equipo nacional, mientras tanto, se respira tranquilidad. El papel de Ayuso en este congreso fue el que ambas partes acordaron de forma implícita: protagonista, sí, pero sin eclipsar al líder. Una “balsa de aceite”, como la describen en Génova, que deja a Feijóo con la casa en orden y a Ayuso con su influencia intacta.