Cerco al PSOE

Moncloa: “El Gobierno no va a caer: los socios no están locos”

Marlaska resiste, Díaz rompe su silencio cuatro días después y Page eleva el tono. En el Gobierno “desespera” el uso que hace la oposición del escándalo de los audios de la UCO

Pedro Sánchez no tiene la menor intención de tirar la toalla. Aguantará el chaparrón por los audios que prueban que la militante socialista Leire Díez buscó información para atacar a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, responsable de investigaciones como las que afectan a familiares del presidente, o sobre la trama Koldo.

El jueves, tras cuatro días de sucesivas publicaciones periodísticas, y dentro de una burbuja de un par de semanas en las que el Ejecutivo ha perdido el control de la agenda pública, Alberto Núñez Feijóo reclamó a los socios parlamentarios de Sánchez que le dejen caer. Que le presten sus votos para una moción de censura contra la “corrupción” del Gobierno.

“El PP se ha creído su propia mentira”, rebaten fuentes de Moncloa, que acusan a Feijóo de exagerar al máximo para crear un relato paralelo a los hechos. “No hay trama de corrupción”, “el Gobierno no va a caer”, aseguran. Y no va a hacerlo, explican, porque “los socios no están locos”, y no creen que las informaciones publicadas hasta ahora apunten a la existencia de hechos delictivos.

“Es un teatro, una locura”. También se muestran seguros porque la aritmética parlamentaria es la que es, y dan por hecho que el PP sólo contaría con el respaldo de Vox.

En la dirección del PSOE creen que la “agresividad” del Partido Popular con el PNV impide cualquier entendimiento en el corto y el medio plazo. Y, pese a las reiteradas advertencias de ERC, hoy dicen no contemplar que Junts per Catalunya pueda virar hasta el punto de justificar la entrega de llaves de La Moncloa a Feijóo.

Podemos, por más que quiera elecciones, y por más que fuentes de su dirección sugieran cada poco tiempo que Sánchez puede estar contemplando un adelanto electoral, no puede apoyar que gobierne el PP. La oferta de Feijóo nace muerta, insisten, habida cuenta de que los votos del PP y los de Vox no bastan. Pero que no haya peligro por este flanco no supone que puedan relajarse por el resto.

A pensar del clima de incertidumbre en el que están instalados, desde Moncloa insisten en vender normalidad, y dicen no haber recibido “llamadas preocupantes” de los socios que sostienen su precaria mayoría en el Congreso. Obvian así el aviso de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y referencia de Sumar en el Gobierno, que este jueves se vio obligada a romper su silencio para pedir a su socio de coalición que actúe con “contundencia” y que “depure responsabilidades”.

A un segundo plano relegan, también, las palabras del presidente castellanomanchego, Emiliano García Page: “La única defensa que tiene la honorabilidad del PSOE, del propio Gobierno y de los afectados, es plantear una querella con todas las de la ley y confiar en el sistema judicial”, aseguró Page este jueves, en declaraciones a los medios.

Son varios los dirigentes y cargos públicos que reconocen que debería haberse marcado distancia con Díez “con más contundencia”.

No hubo pasos hasta el miércoles. El PSOE optó entonces por desdecirse y por anunciar la apertura de un expediente informativo a esta militante, que ha tenido acceso a destacados puestos en empresas públicas entre 2018 y 2024. No quiso imponer medidas cautelares, como sí había hecho en otras circunstancias.

Que el PSOE requiriera de un periodo de entre “48 y 56 horas”, para mover ficha, según Moncloa, “no es tarde para actuar” . “El partido tiene sus procedimientos”, excusan.

No se contempla hoy la salida de Marlaska

Por otra parte, fuentes del Ejecutivo no contemplan hoy el relevo de Fernando Grande Marlaska en el Ministerio del Interior, uno de los más complejos y políticamente abrasivos para quienes los dirigen. Este jueves, el diario ABC apuntaba en esa dirección.

La salida de su número dos, Rafael Pérez, ha sido asumida por Marlaska esta semana después de haber frustrado algunos amagos previos. La información plantea que la renuncia del exsecretario de Estado de Interior -será relevado por Aina Calvo, hoy número dos de Igualdad- facilita la salida del ministro.

Partiendo de que todas las voces consultadas señalan que estas cuestiones sólo están en la cabeza del presidente, se ve poco probable que Sánchez entregue a la oposición la largamente requerida cabeza del ministro del Interior. Sería considerada una pieza de caza mayor.

Marlaska, que ha defendido el trabajo de la UCO estos días, pero entre recados a los medios y a la propia Guardia Civil, podría dejar el cargo en el marco de una futura crisis de Gobierno. Nada apunta a que Sánchez vaya a prescindir de él después que haya asumido en primera persona el escándalo del contrato de las balas israelíes, por el que Izquierda Unida llegó a amenazar con romper la coalición. Como con otras tantas polémicas, a Marlaska le tocó tragarse el sapo.

Leire Díez, “una señora diciendo locuras en una reunión”

Las grabaciones de Díez han generado un importante malestar en el PSOE, que va aflorando poco a poco. Un diputado afirma que, más que preocupación, lo que aprecia en su partido es “rabia” al ver que “fantasmas” como Díez “ayudan a la campaña de acoso y derribo de las derechas”.

Para otros dirigentes, siempre consultados en privado, no se entiende que el partido no haya ido más allá para distanciarse de sus actuaciones y exigir responsabilidades. Hay voces que tampoco ven sentido a centrar las críticas en que los medios se refieran a Díez como “la fontanera” del PSOE. Ni está en “nómina”, insisten en Ferraz, ni tiene mandato alguno de la dirección socialista.

En Moncloa insisten en que no conocen la “motivación” que llevó a Díez a participar en una reunión en la que reclamó pruebas para usarlas contra la UCO. Tampoco saben “de parte de quién va”.

Lo que interpretan tras escuchar el audio de ese encuentro es que hay “una señora diciendo locuras”, sentándose en un despacho “con un montón de conspiraciones”. “¿Esa es la gran corrupción de Sánchez?”, ironizan. “Ofrece cosas que, si se hubieran cumplido, serían ilegales, pero no se han cumplido”, apostillan.

Las publicaciones de El Confidencial han monopolizado la conversación pública desde el lunes, si bien en el Gobierno insisten en que el fondo del asunto no da para tanto.

Prefieren señalar que es Génova 13 quien mece la cuna. Quien intenta equiparar este escándalo “con la Gürtel”, y quien cruza “líneas rojas” para generar una “sensación de caos” aprovechando estas informaciones. Aprecian que el ya histórico apagón de hace un mes, cuyas causas aún no se conocen, “fue un punto de inflexión” en el discurso de los conservadores. El inicio de una etapa en la que el PP busca “hablar de caos” a toda costa, para tratar de que cale esta sensación. “Más que preocuparnos, nos desespera”.