Operación resiliencia

El núcleo duro de Sánchez aconseja una crisis de Gobierno en otoño

Ante el horizonte judicial que le acecha, en Moncloa hay quienes piden un cambio de caras. Entre los señalados están Alegría, Redondo o Marlaska además de la salida obligada de Montero

Sara Aagesen, María Jesús Montero, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Europa Press

Pedro Sánchez se prepara una vez más para resistir. El procesamiento de su hermano por tráfico de influencias y malversación es sólo el primero de una cascada de casos que afectan al presidente que se irán acotando en los próximos días y meses. El más inminente es el que sentará en el banquillo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz; el que más preocupa en Moncloa en estos momentos es el conocido como Caso Koldo, que acecha al secretario de Organización, Santos Cerdán. De fondo, y parece que por mucho tiempo a tenor de la instrucción del juez Juan Carlos Peinado, la investigación por cinco delitos de Begoña Gómez.

Ante este horizonte judicial el entorno del presidente hace cábalas. El adelanto electoral, salvo sorpresa mayúscula, no es una opción para Sánchez. Su intención es llevar la legislatura hasta el final. Entre su estrecho núcleo de confianza hay quienes le susurran que es necesario un revulsivo, una remodelación de Gobierno en otoño, según trasladan aArtículo14fuentes socialistas.

Pedro Sánchez, Begoña Gómez, Álvaro García Ortiz, y Francina Armengol
EFE/ Chema Moya

El planteamiento de cambiar caras después del verano viene de Ferraz, aunque también lo bendice el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que sigue siendo uno de los susurradores a los que Sánchez escucha. ¿Qué calado tendría la crisis? El nombre de Pilar Alegría es de los pocos en los que coinciden para salir varias de las fuentes consultadas. La portavoz ha sido una de las grandes damnificadas de la estrategia defensiva del Ejecutivo. “Está quemada”, sentencian con cierta tristeza aquellos que en las filas socialistas la veían incluso como sucesora del presidente.

El foco también está puesto en María Jesús Montero que tendrá que volcarse como candidata a las elecciones andaluzas del próximo año. El relevo de la vicepresidenta es complicado dentro de los equilibrios en el equipo económico y con Yolanda Díaz. Carlos Cuerpo sigue creciendo dentro y fuera del gabinete. Su perfil gestor le mantiene, por ahora, fuera del barro político en el que se ha visto obligada a entrar de lleno su colega Sara Aagesen tras el gran apagón. La ministra de Transición ecológica está siendo evaluada por el presidente.

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene durante una sesión de control al Gobierno

La vicepresidenta primera atraviesa horas bajas en popularidad en las filas socialistas y en cercanía con Sánchez. A priori debería ser una de las que abandonasen la bancada azul si finalmente el presidente lleva a cabo una remodelación después de verano. Otros aconsejan apurar los plazos a la espera de cuándo convoque Juanma Moreno. El PSOE llega con las encuestas en mínimo histórico frente a una clara mayoría absoluta del PP.

Entre los ministros señalados para dejar la bancada azul hay clásicos como Fernando Grande Marlaska cuyo nombre está en todas las quinielas. También el de la titular de Igualdad, Ana Redondo. En el caso del primero su purga supondría un importante hito, ya que es de los ministros que acompañan a Sánchez desde su llegada al poder en 2018. Su convicción sigue siendo que saldrá del gabinete el mismo día que el presidente.

Interior y la de Defensa serán una vez más el blanco de los socios de coalición acuciados por Podemos para endurecer el discurso antimilitarista en los próximos meses de cara a marcar distancias ante las citas electorales. Sánchez está dispuesto a llevar hasta el final la bandera de la causa palestina. En los trackings funciona.

Oriol Junqueras (ERC) y Carles Puigdemont (Junts).
EFE

Con la demoscopia en la mano parece necesario un nuevo aire para un equipo que acusa la fatiga de los escándalos en los tribunales y las derrotas parlamentaria. Los Presupuestos de este año son ya una quimera. El trabajo está en sacar las cuentas de 2026 que se ven factibles. Los mensajes de Carles Puigdemont hacen ser optimistas a la espera de la anunciada fotografía del líder de Junts con su homólogo socialista. Oriol Junqueras también está dispuesto a dar oxígeno en 2026 a un presidente que se crece en la adversidad.

En el PSOE hay hastío. Lo que para Moncloa es resistencia para un importante número de cuadros intermedios es agonía. Se espera con ansiedad el informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) sobre Cerdán. ¿Cambiará algo? Nada responden a este medio quienes trabajan en la sombra para lo que vendrá después de Sánchez. ¿Cuándo? “sólo él lo sabe”. Como casi todo.