El PSOE espera una revolución en su cúpula con una mujer al frente de Organización

Sánchez purga a parte del núcleo duro de Cerdán y ultima los cambios que anunciará el sábado. Bernabé y Mínguez, en las quinielas internas para ascender

Una auténtica revolución en la cúpula del Partido Socialista. Es lo que esperan barones, integrantes de la Ejecutiva, cargos públicos y otros dirigentes de cara al Comité Federal de este sábado. “Muchos cambios”, sintetiza una de las voces socialistas consultadas.

Estas fuentes explican que los cambios afectarían, en primer lugar, a los ministros y dirigentes que disputarán las batallas política y electoral en las próximas citas autonómicas con las urnas.

Una tercera parte de las candidaturas ya están en manos de ministros, que intentan aprovechar el escaparate de Moncloa para coger fuelle, aunque las encuestas no señalan que hayan sido capaz de rentabilizar este foco. Además, se espera que dejen la dirección quienes formaron parte del núcleo duro del anterior secretario de Organización, Santos Cerdán.

El diputado Juan Francisco Serrano (Jaén), que fue mano derecha de Cerdán, es uno de los dirigentes cuya salida se confirmó apenas 40 horas antes de la reunión en Ferraz. Es el rostro más destacado porque fue adjunto al secretario de Organización, aunque se prevé que el número de bajas entre quienes formaron parte de su círculo más cercano sea mucho mayor. Javier Cendón, diputado por León y también muy próximo a Cerdán, dejará de ser secretario de Ciencia, Innovación y Universidades, la cartera que apenas ha ostentado durante 7 meses.

Los principales vestigios de la era Cerdán se han visto borrados, pero el secretario de Organización tenía mando en las contrataciones de Ferraz, del grupo parlamentario y de los territorios, por lo distintas voces socialistas sostienen que la purga no ha hecho más que empezar.

Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, se reunió este jueves con su número dos en el partido y en el Gobierno, María Jesús Montero, para ultimar el diseño de la nueva dirección, con la que aspiran a encapsular el enorme daño ocasionado por la presunta corrupción de sus dos últimos secretarios de Organización. Supondrá desmontar la Ejecutiva (Comisión Ejecutiva Federal) que ratificaron con algunos añadidos en su Congreso de Sevilla, hace 7 meses.

Todas las fuentes consultadas repiten el mantra de que todos los cambios -más allá de los ya comunicados con discreción- únicamente están en la cabeza del secretario general. “Es el secreto mejor guardado de Pedro”, apunta uno de los interlocutores consultados.

Sin embargo, desde hace semanas es mayoritaria la idea de que Sánchez designará a una mujer como nueva número tres del PSOE. “Casi todo el mundo da por hecho que será una mujer”, reconoce un parlamentario.

Después de que los dos anteriores secretarios de Organización se hayan visto involucrados en el caso Koldo, se requiere de un perfil de absoluta confianza, bien para el presidente, bien para otros dirigente de los que él se fíe (Salvador Illa o José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros). Y, sobre todo, el nuevo nombre debe facilitar que los socialistas marquen distancia con las prácticas del antecesor de Cerdán en Organización y pieza de la trama, José Luís Ábalos.

Las conversaciones en las que Ábalos se repartía mujeres con Koldo García, su exasesor en el Ministerio de Fomento, han generado una ola de indignación en un partido que se dice abolicionista. Que no puede consentir que sus dirigentes accedan a los cuerpos de mujeres a cambio de dinero. Necesitan construir un muro que les separe definitivamente de estas prácticas, un perfil que permita blanquearles.

Una dirigente territorial apunta que, incluso si eligen a una mujer, “no es tan simple” borrar la asociación con los puteros. “No basta con ser un partido feminista, también hay que parecerlo”, apostilla. Estas conversaciones han sido corrosivas para el partido, y como adelantó Artículo14 un grupo de dirigentes mujeres aprovecharán esta cita para exigir que los documentos del PSOE incluyan la posibilidad de quitarles el carnet socialista a los dirigentes puteros. Se aprobó una resolución en este sentido en el 41 Congreso, en diciembre, pero hasta ahora no se ha aplicado. Y las mujeres del partido no van a dejarlo pasar.

Los gestos que evidencian hasta qué punto es importante esta materia son más que claros. En la tarde del viernes, la previa al Comité Federal, Sánchez se reunirá con las secretarias de Igualdad en los territorios, así como las portavoces de Igualdad en el Parlamento, para analizar las medidas que darán a conocer el sábado.

Con el secretario general estarán la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, la vicesecretaria general, María Jesús Montero, y la secretaria de Igualdad, Pilar Bernabé. El voto de las mujeres en fundamental para este partido, y el comportamiento de García y de Ábalos les dificulta seguir llegando a ellas. Les hace perder credibilidad a chorros.

Las dirigentes más presentes en las quinielas

Bernabé, junto con la secretaria de Política Económicas y Transformación Digital, Enma López, fue uno de los fichajes de Sánchez para la Ejecutiva en el 41 Congreso. Ya entonces la también delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y la concejal del Ayuntamiento de Madrid sonaban como perfiles al alza en la Ejecutiva, y en esta ocasión vuelven a hacerlo -no necesariamente para Organización. Como ellas, es el caso de la secretaria general del grupo socialista en el Congreso, Montse Mínguez.

Mínguez, muy reconocida por su labor en la Cámara Baja, ha sido señalada en distintos círculos como posible sucesora de Cerdán. Si bien hay dudas jurídicas y políticas de que alguien con carnet del PSC, que legalmente es un partido distinto al PSOE, pueda desempeñar esta labor. La delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, es otra de las mujeres que a menudo se sitúa en las quinielas.

Hay muchos otros nombres que suenan, pero con menos intensidad. Hay dirigentes que apuntan a la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, o a Dolores Gorostiaga, exvicepresidenta de Cantabria y próxima Zapatero. En el aire está el rol que adoptarán Nora Abete y Ana Fernández, ambas incluidas en la Ejecutiva de Sevilla. Junto con López, han hecho sus pinitos como portavoces oficiosas en algunas ocasiones, siempre en los últimos meses. El experimento de una portavocía coral no llegó a cuajar.

Y está por definir el rol de la actual portavoz, Esther Peña, a la que Ferraz restó protagonismo tirando de Abete, Fernández y López, y que ya en el Congreso de Sevilla se daba por relevada. Finalmente no fue así, pero en su partido apuntan a que sobrevivir a la reestructuración en dos ocasiones seguidas es muy poco probable.

¿Trocear la secretaría de Organización?

Por otra parte, hay dirigentes con asiento en la Ejecutiva a los que les ha llegado el “rumor” de que Sánchez ha contemplado instaurar un modelo de Organización coral. O trocear algunas de las competencias de una cartera que permite el acceso a todos los resortes de poder.

“Yo no lo veo”, rechaza uno de los barones. Otro dirigente territorial apunta a que el modelo del adjunto -la figura de Serrano hasta ahora- puede tener sentido, pero no entendería un esquema de reparto de funciones.

Sea en una Secretaría de Organización venida a menos, sea con todos los botones del poderoso aparato socialista a su disposición, el próximo número tres del PSOE tiene un papel decisivo para la supervivencia política de Sánchez. Incluso, para definir en qué condiciones se enfrentará el proyecto socialista en su conjunto a los próximos años.