Alberto Núñez Feijóo quiere “amplificar” al máximo los escándalos que rodean a Pedro Sánchez. A corto plazo, para llenar este domingo de ciudadanos indignados la plaza de España de Madrid y las calles aledañas, para lanzar un mensaje nítido de rechazo al Gobierno de coalición. Pero también, para seguir desgastando políticamente al presidente hasta que apriete el botón de las elecciones generales. “Lo de hoy les va a salir caro”, aseguran en Génova, en relación a la estrambótica comparecencia de Leire Díez.
El líder del PP no espera que Sánchez se rinda, pero sí cree que cada día que pasa agrava su situación política. “Cuanto peor, más motivos tiene para aguantar, resistir”, explican fuentes de su entorno. El problema para el presidente del Gobierno, creen en Génova, es que el paso del tiempo “está agravando sus problemas”.
Así, en el cuartel general de los populares interpretan que Sánchez está en un callejón sin salida, pero que no dará el paso de adelantar las elecciones. “Fiar algo a la dignidad del presidente del Gobierno…”, ironizan en su equipo. Por ello, la orden de Feijóo es mantener una oposición implacable, en todos los ámbitos, también en judicial. Una estrategia que de momento ni incluye una moción de censura en el Congreso de los Diputados, aunque un sector del partido aprietan en ese sentido aunque “sea simbólica”:
“Vamos a amplificar el desgaste y prepararnos para cuando llegue el momento”, explican las fuentes consultadas por Artículo14. De ahí, precisan, la celebración del congreso nacional del primer fin de semana de julio en el que Feijóo actualizará las ponencias política y estatutaria y también renovará su equipo de dirección.
Este miércoles, visto “el espectáculo” de Leire Díez y Víctor de Aldama, todo el partido salió a atacar a Sánchez. Empezando por su presidente. Desde Melilla, Feijóo no dejó pasar la oportunidad. “España no puede estar en este vertedero televisado, cutre y sórdido un día sí y otro día también”, denunció.
El líder popular aseguró sentirse “abochornado” por la situación de “degradación moral, institucional y ética” que, a su juicio, vive el país. “Esta situación no se puede prolongar más. España no es un vertedero televisivo cutre y sórdido un día sí y otro también”, sentenció, para erigirse en la única alternativa de Gobierno posible, cuando Sánchez convoque a las urnas. “No se trata de ganar un congreso, se trata de que España gane un futuro frente a la desesperanza, el engaño y el abuso”.
A coro, sus portavoces lanzaron consignas parecidas. Así, Cuca Gamarra, la secretaria general del PP, habló de “un pacto de silencio” en el PSOE sobre la presunta corrupción mientras que Ester Muñoz se mostró segura de que “el circo no ha hecho más que empezar”. “Un espectáculo bochornoso” y de los “estertores” del Gobierno de izquierdas”, remató Miguel Tellado.
Y todo en víspera de la concentración del próximo domingo en el corazón de Madrid. Tal y como avanzó este periódico, Génova ha dado orden de movilizar a todas sus estructuras territoriales para lograr la mayor participación ciudadana contra Sánchez de la era Feijóo. “Lo ocurrido con Leire ayuda”, reconocen las fuentes consultadas. “La gente está muy indignada, está harta de todo lo que está pasando. Vendrá mucha gente que nada tiene que ver con el PP”, auguran en la dirección nacional.
Feijóo quiere que la protesta sea el colofón para una nueva semana negra para Sánchez. Si bien, internamente apuntan a dos factores que le preocupan. El primero, “el boicot” de Santiago Abascal a la protesta. “Tiene el anhelo de que la concentración fracase”, apuntan en el entorno del líder popular. Y en el PP son conscientes de que Vox tira mucho en la calle. El segundo es “el calor”. “Las temperaturas también podrían afectar a la convocatoria”.