Alberto Núñez Feijóo quiere presentar en las próximas semanas su plan de regeneración institucional, que asegura que aplicará si llega a La Moncloa. El también conocido como plan “antisanchista” está siendo pilotado con gran discreción por parte de la vicesecretaria de Regeneración Institucional, Cuca Gamarra, a quien Feijóo otorgó la misión de “derogar” las principales medidas aplicadas por el Ejecutivo.
Tal y como ha podido saber este diario, los populares preparan el plan normativo de la mano de expertos juristas en la materia. La catedrática en Derecho Constitucional, Teresa Freixes, o el profesor Fernando Rey Martínez, entre otros, conforman el equipo de especialistas en el que confía Feijóo. De hecho, la presencia de ambos constitucionalistas fue muy destacada la pasada semana en el Senado, en unas jornadas llamadas “Iniciativa legislativa del Senado en el Estado de Derecho”.

Tras ese encuentro a puerta cerrada, Feijóo anunció un nuevo conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional por el bloqueo “sistemático” en el Congreso de las leyes aprobadas por los populares en la Cámara Alta.
Teresa Freixes, a preguntas de Artículo14, confirmó su colaboración en el plan de regeneración institucional del PP. Eso sí, puntualiza, “como experta independiente”. Miembro también del think tank cercano al PP “Reformismo XXI”, la catedrática evita dar detalles sobre el plan en cuestión y recuerda que tan solo ofrece su experiencia profesional sin que el PP tenga que asumir obligatoriamente sus postulados.
Medidas contra la corrupción
En un momento en el que se extienden las dudas sobre si ha existido financiación ilegal en el PSOE tras el último informe de la Unidad Central Operativa de la UCO, los populares se centran en culminar su plan legislativo. En este sentido, las fuentes consultadas en el PP no descartan que en el plan se incluyan medidas para evitar la corrupción. “Está en constante actualización”, aseguran. En total, el plan incluirá cerca de 150 leyes a modificar o suprimir de las aprobadas por el PSOE.

El propio Feijóo ha ido dando pistas en este sentido durante esta semana. Desde el foro de debate de La Toja, se autoimpuso la tarea de “reparar España”. “Es la de la reconciliación, el común denominador se ha perdido. España no necesita más tensión, necesita más cordura, que la sensatez prevalezca sobre el sinsentido, tirar abajo el muro. Lo verdaderamente revolucionario es la sensatez”, destacó en Galicia.
De hecho, el PP lleva tiempo reorientando su discurso en este sentido. “Estamos a tiempo de frenar la erosión de las instituciones y recuperar el sentido de Estado”, es una de las frases que repiten los portavoces oficiales.
Hace dos semanas, la vicesecretaria de Coordinación Sectorial, Alma Ezcurra, reconoció que el objetivo pasa por suprimir leyes como la ley de Amnistía, el cupo independentista o la ley Trans. Todas las normativas que, según el PP, “afectan a la igualdad de todos los españoles”.
Derogar la Ley de Amnistía
El plan pretende incluir además medidas que permitan, con la modificación del Código Penal, el endurecimiento de delitos como el de malversación, la tipificación del delito de referéndum ilegal o la reforma la figura del indulto “para que la corrupción no pueda ser indultada”. Una batería de propuestas que, además, ya asumidas por el PP, al incorporarlas en julio a su ponencia política.
Este diario ya avanzó dos de las principales medidas que compondrán el plan de regeneración institucional: la modificación del estatuto del fiscal general para que tenga que dimitir si es imputado y la obligación por ley a convocar elecciones generales si un gobierno no aprueba tras dos prórrogas consecutivas los Presupuestos Generales.
El plan de los populares pasa así por ofrecer una alternativa “real” en todo momento. Si bien han asumido que no habrá un adelanto electoral en los próximos meses a pesar de ver la legislatura en “punto muerto”, ven necesario mantenerse proactivos para evitar el desgaste que ello también puede implicar. Así se entiende, también, el plan migratorio al que Feijóo ha dado máxima prioridad y que va desgranando día a día. Todo en un momento en el que la batalla electoral con Vox por el voto de la derecha se ha recrudecido.