Tensión en la coalición

Indignación en Moncloa con Sumar por pedir la dimisión de su ministra de Vivienda

Los ministros de Yolanda Díaz evitan asumir las palabras de su portavoz en el Congreso y fuentes del partido acaban reculando. “No está justificado”, se quejaron desde el ala socialista del Gobierno

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante su participación en el foro internacional World in Progress.
EFE/Enric Fontcuberta

Sumar cruza la línea que rechazó atravesar incluso cuando Izquierda Unida planteó salir del Gobierno por la crisis de la compra de balas a una empresa israelí, en abril. Cuando exigió el cese de los ministros Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska, si el PSOE no era capaz de anular estos contratos. Entonces, el partido de Yolanda Díaz dio portazo a cualquiera de estos escenarios.

El martes, su portavoz parlamentaria, Verónica Martínez Barbero, reclamó a la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, que se aparte del Ministerio si no está dispuesta a tomar medidas “valientes” para combatir las dificultades de acceso a la vivienda. “Debería dejar paso a quien sí esté dispuesto a hacerlo”. Ella misma matizaría sus palabras, y se vería rectificada por algunos ministros de su espacio político.

“No podemos seguir ni un minuto más con un ministerio que se llama de Vivienda esperando a que se adopten medidas que tengan algún efecto en los precios”, argumentó en rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. Por si las dudas, alertó de que se les está “acabando la paciencia” con Rodríguez. 

La titular de Vivienda está entre las ministras más cuestionadas por el socio de la coalición, que hoy ve atascadas o en vía muerta buena parte de las iniciativas laborales o sociales que receta Díaz. Mientras el PSOE les disputa banderas como la de la causa palestina o el blindaje constitucional del aborto, la vicepresidenta intenta abrir nuevos frentes con ideas como su permiso de 10 días por la muerte de un familiar. “Los grupos tienen que hacer su trabajo para llamar la atención”, despacharía la propia Rodríguez.

Yolanda Díaz, durante su participación en el foro internacional World in Progress.
EFE/Enric Fontcuberta

A las puertas de la presentación de la senda de déficit, con las negociaciones en marcha para intentar atar unos Presupuestos Generales del Estado que se antojan más que difíciles, la vicepresidenta busca su sitio. Podemos aprieta por el mismo frente, y en las filas del socio minoritario están hartos de esperar a que los socialistas muevan ficha.

La semana pasada, Díaz y en ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, traspasaron la línea de las competencias socialistas para presentar un proyecto de real decreto ley para intervenir los precios. Rodríguez ha hecho caso omiso.

Barbero se desdice y los ministros la corrigen

En Sumar llegan a diagnosticar que la comparecencia en pleno de la ministra de Vivienda, el pasado miércoles, apenas sirvió para vender la puesta en marcha del teléfono 047, para atender dudas sobre normas y ayudas disponibles sobre vivienda. “No se puede venir al Congreso a presentar como medida estrella un teléfono de la esperanza en un asunto como este, y menos aún cuando tiene sobre la mesa propuestas concretas, las que hicimos desde Sumar”, afeó la portavoz de Díaz.

Horas más tarde, sin embargo, ella misma decidió matizar sus palabras y rebajar la ofensiva. “En el momento en que yo, como portavoz de este grupo parlamentario, pida la dimisión de alguien, no va a hacer falta una repregunta para aclararlo”, afirmó en Al Rojo Vivo (La Sexta).

Fuentes del grupo parlamentario insistieron en que, en realidad, lo que pretendían era darle un toque de atención a sus socios. Y recularon para vender que, en realidad, querían decir que “Sumar tiene ideas”, y que el PSOE ya las tiene “encima de la mesa”. “El clamor social es fuerte, no pueden seguir así”, desviaron.

Si Sumar aspiraba a poner el foco en sus propuestas sobre vivienda, en su lugar sus primeros espadas se han centrado en rebajar y rectificar las palabras de la portavoz parlamentaria. La ministra de Sanidad, Mónica García, aseguró que su espacio no exige esta dimisión. “No tiene que dimitir”, afirmó en el Senado.

Y el titular de Cultura, Ernest Urtasun, aseguró que lo que reclaman es resolver de forma “ágil el problema de vivienda”. “Estamos dialogando con el Ministerio de Vivienda, hay un plan de vivienda presentado por la ministra, hay una propuesta de real decreto ley presentada también por parte de los ministros de Sumar y lo que vamos a tener es un diálogo para ver de la mejor manera en la que podemos afrontar esta cuestión”, despachó.

Enfado en el ala socialista: “No está justificado”

Fuentes del sector del PSOE en el Gobierno han mostrado su malestar con la petición de la portavoz de Sumar, y han asegurado que pedir la cabeza política de una ministra “no está justificado”.

Las palabras de Barbero se colaron en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, con Bustinduy presente junto a la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría. La ministra socialista pidió adoptar una “visión panorámica” del trabajo realizado por Rodríguez desde el Ministerio. Recordó que han multiplicado “por ocho” el volumen de recursos destinado al nuevo plan estatal de vivienda. Y señaló la responsabilidad de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, que no aplican la ley estatal de vivienda.

Bustinduy intentó naturalizar la situación, poniendo el foco en el real decreto que abanderan: “Hicimos una propuesta en clave absolutamente constructiva, además aportando toda la fundamentación y las herramientas jurídicas necesarias para la intervención del mercado de la vivienda”, defendió. No se posicionó sobre la petición de dimisión de Barbero.

Barbero desconcierta a sus aliados

Por su parte, dirigentes de formaciones integradas en la alianza política Sumar han mostrado desconcierto ante las declaraciones de Barbero. Y se han desmarcado de esta petición de dimisión, recordando que un movimiento similar puede generar un efecto bumerán. Esto es: si ellos piden relevos en los ministerios socialistas, saben que el socio mayoritario podrá hacer lo propio. “Tienes que aceptar que te la devuelva”, abundan.

El Gobierno encadena dos rectificaciones en solo dos días. La primera, de la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, sobre la propuesta para subir las cuotas de cotización de los autónomos, que había esbozado una semana antes. Y la segunda, de los ministros de Sumar, tras las palabras de su propia portavoz parlamentaria sobre una compañera en la mesa del Consejo de Ministros.

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