Llegó el día para Koldo García. La Guardia Civil le sitúa como el gestor del dinero ilícito de José Luis Ábalos. Los indicios sobre él son mayores en tanto que es quien protagoniza la mayoría de las conversaciones por las que la UCO ha deducido que Ábalos movió 95.000 euros en efectivo sin declarar E ideó un lenguaje en clave para referirse a ese dinero.
Según ha podido saber Artículo14, Koldo García pretende no responder este jueves a las preguntas del juez. Por el contrario, hará un alegato que ha preparado junto a su abogada reclamando sus dispositivos móviles porque, como ya se ha quejado en varias ocasiones, le están sometiendo “a un indefensión brutal”.

En el alegato también hablará de su “delicada situación económica” y que necesita acceder a esos móviles no solo para poder “contextualizar las informaciones que salen en el informe de la UCO” sino para “recuperar contactos” a los que pueda pedir trabajo, dado que tiene todas sus cuentas embargadas.
El investigado no descarta que pueda entrar en prisión provisional, según fuentes de su entorno. Lleva días despidiéndose de sus allegados y “está preparado” para un eventual ingreso en prisión que afronta “tranquilo”.
En las últimas horas, su defensa ha pedido la nulidad de toda la causa. Su abogada, Leticia de la Hoz, considera que el Suplicatorio pedido al Congreso de los Diputados se planteó mal y que se están investigando hechos que no han sido explicados a la Cámara. Alega que solo se solicitó investigar a Ábalos y al resto de imputados por los presuntos contratos fraudulentos de las mascarillas y ahora la causa está siendo “general” introduciendo otros bloques como la concesión de obra pública ilícita.
La previa de Ábalos
Koldo García acude al Supremo tras la declaración de Ábalos. El ex ministro no declaró, como avanzó este periódico . Intentó también desplegar un alegato sobre la indefensión que le causaba enfrentarse a una declaración con un abogado que no era de su elección. Eso despertó el enfado del magistrado que le llamó al orden durante minutos. La tensión fue enorme, según testigos. El juez le acabó afeando que “no estaba en el Congreso de los Diputados”, que solo tenía que decir si se acogía o no a su derecho a no declarar.
Puente dejó en libertad a Ábalos, pese a que las acusaciones populares pidieron su prisión y pese a una argumentación muy dura de Alejandro Luzón, el fiscal jefe Anticorrupción, que aunque no solicitó la prisión no descartó en un futuro “medidas más gravosas” dado que consideran que el riesgo de fuga aumenta en función de la gravedad de los hechos que se le van atribuyendo.

En el auto, el juez hace hasta seis referencias a Koldo García incluyéndole en la participación de los delitos realizados por Ábalos. “Resultan indicios muy consistentes de que, tanto el Sr. Ábalos Meco como el Sr. García Izaguirre podrían haber obtenido ilícitos rendimientos económicos a cambio de la indebida adjudicación de obras públicas, determinadas en el marco del Ministerio del que el primero era titular, -debidamente identificadas en el mencionado informe–, concertados con terceras personas para este fin. Sobra añadir que, entre dichos indicios, destaca particularmente el resultado de los archivos de audio que obran en las actuaciones y que, aparentemente, justificarían la existencia de las mencionadas operaciones”, asevera el magistrado.
Además, Puente pone el acento en los pagos personales que realizó Koldo García a Ábalos llegando a decir que hay “muy estrechos vínculos entre los patrimonios del Sr. Ábalos Meco y del también investigado en esta causa, Sr. García Izaguirre”.