El presidente de la Asemblea Nacional Catalana (ANC), el cantautor retirado Lluís Llach, ha protagonizado el acto central de la Diada de Cataluña en Arc de Triomf, el mismo lugar donde Carles Puigdemont apareció y desapareció en agosto de 2024. Llach centró su intervención en la defensa del catalán después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) anulara esta semana gran parte del decreto que blindaba el catalán como lengua vehicular en las escuelas.
“Desobedezcamos en las aulas, en las calles y en las instituciones, porque ningún juez debe decirnos en qué lengua debemos hablar ni qué escuela debemos tener”, dijo Llach a voz en grito ante las 28.000 personas que la ANC logró reunir en Barcelona, según la estimación de la Guardia Urbana. Se trata de la cifra más baja de los últimos años con la excepción de 2020 (el año de la pandemia).
Llach se empleó a fondo para enardecer a los manifestantes. Lo hizo apelando al gran hito del independentismo, la votación del 1 de octubre de 2017. “No olvidemos la gran lección de aquel día, el gran aprendizaje: la desobediencia organizada”, exclamó. A aquella votación le siguieron la huida de líderes como Carles Puigdemont y el proceso judicial de otros como Oriol Junqueras que concluyó con penas de cárcel y vandalismo en las calles. “¿Quien fue el asno que dijo que quemar contenedores era violencia?”, improvisó de pronto Llach en este punto.

Mensaje a los partidos
El presidente de la ANC pidió, a continuación, a los independentismos una actitud de contraataque. “Catalanes, pongámonos de pie, pero esta vez con los puños cerrados, firmes, decididos a defender nuestra lengua. Porque el catalán es y será la lengua nacional de Cataluña. Tan sencillo como eso”, dijo.
También se dirigió a los partidos soberanistas, cuyas estrategias colisionan desde hace años. “Pedimos a los partidos independentistas que hagan como nosotros, las entidades, que se cojan de las manos cuando tengan que hablar de una Cataluña libre. Os pedimos que encontréis caminos de entendimiento y que devolváis a las instituciones su papel vertebrador de las aspiraciones nacionales”, afirmó.
Asistencia muy pobre
Los actos de la Diada de Cataluña, pasada por agua debido a las lluvias, se organizaron también en Girona con la presencia de 12.000 manifestantes y en Tortosa con 1.500. Es decir, que según las policías municipales, un total de 41.500 participaron en el 11 de septiembre de este año, una cifra paupérrima al lado de las exhibiciones movilizadores que realizó el independentismo en el apogeo del procés (2012-2017).