Podemos vuelve a llevar al Gobierno al límite y no aclara sus intenciones a menos de 24 horas de un pleno que ya se anticipa de infarto. El martes, el Congreso de los Diputados convalidará o derogará el real decreto ley que “consolida” el embargo de armas a Israel, y sólo un día después llegará el turno del dictamen del proyecto de ley de movilidad sostenible.
A esta última norma se vinculan partidas por valor de 10.000 millones de euros de fondos europeos, y los morados condicionan su apoyo a que se frenen las ampliaciones del aeropuerto del Prat y del puerto de Valencia. Se trata de proyectos rechazados por Los Comunes y Compromís, grupos aliados de Yolanda Díaz, pero esto no les impedirá votar a favor de la norma. Según los morados, las ampliaciones de ambas infraestructuras constituyen una “apuesta suicida” del Gobierno por su impacto climático.
Un abstención de los cuatro diputados de Podemos bastaría para salvarla, y es el escenario que consideran más probable distintos dirigentes del PSOE. Fuentes de los morados también han deslizado que es viable este desenlace.
Necesitan su abstención ante la ley de movilidad, pero también ante la convalidación del decreto de embargo de armas. Los de Ione Belarra han evitado adelantar el sentido de su voto hasta ahora, y han asegurado que desde el Gobierno no se han puesto en contacto con ellos. Prevén desvelar su decisión el mismo martes.
La hipótesis de un dirigente socialista es que también acabarán absteniéndose. El PSOE lee que la opinión pública no entendería que un partido que lleva casi dos años denunciando el “genocidio” de Israel en Gaza frene una norma destinada a dificultar los negocios con el régimen de Benjamin Netanyahu y sus empresas.
Sumar advierte a Podemos: “No cae espacio para ponerse de perfil”
En Sumar, sin embargo, se muestran mucho más seguros en público que en privado. “No hay lugar a matices a la hora de apretar mañana el botón”, presionó el lunes la coordinadora de Movimiento Sumar, Lara Hernández.
En rueda de prensa desde la sede de su formación, en Madrid, Hernández anticipó que la votación de este martes es “muy seria y muy importante”, y advirtió que toca escoger entre “estar con la humanidad o con la barbarie”. También pidió a los partidos que estén “a la altura” del momento histórico: “No cabe espacio posible para ponerse de perfil”.
Sus mensajes van dirigidos a Podemos, toda vez que Junts ya ha confirmado que votará a favor. Desde la aprobación de la norma en Consejo de Ministros hace dos semanas, Sumar ha reclamado que se tramite como proyecto de ley, para así poder registrar enmiendas que modifiquen el texto. Reclaman eliminar la cláusula que permite al Consejo de Ministros saltarse el embargo cuando lo considere necesario. Y advierte de que, para mejorar la norma, “primero tenemos que convalidarla”.
Podemos se niega a apoyar un “embargo fake”
Los morados llevan desde que el texto salió del Consejo de Ministros, el 23 de septiembre, criticando duramente su contenido. Afirman que no supone “un embargo real” porque no impide el comercio de armamento con las filiales de empresas israelíes. Tampoco permite controlar el tránsito de armas por las bases estadounidenses de Rota y Morón. Por eso lo han considerado un “embargo fake” o un “colador”.
“Exigimos al Gobierno que escuche a la ciudadanía. Se ha visto un clamor exigiendo la ruptura de relaciones de todo tipo con Israel y reclamando un embargo real de armas”, exigió Fernández. El futuro del decreto está en manos de los morados, aunque el PP tampoco ha anticipado el sentido de su voto.
Si el Partido Popular vota en contra, y Podemos hace lo propio, volverá a coincidir con el bloque de la derecha y la ultraderecha, como ya pasó con la proposición de ley de delegación de competencias en materia de inmigración a la Generalitat de Cataluña.
El resto de aliados de izquierdas del Ejecutivo criticaron a los morados por hacer naufragar la ley de PSOE y Junts, y en Podemos saben que estos partidos volverán a incrementar la presión si amagan con hacer lo propio con el embargo. Sin embargo, su discurso ha sido muy crítico con la “complicidad” del Gobierno con el “genocida” Netanyahu, además de con el propio decreto.
Apenas unos días después de que varias manifestaciones multitudinarias recorrieran distintas ciudades españoles exigiendo a Israel que detenga la destrucción en Gaza, todos los focos están puestos en esta materia.
La votación tendrá lugar, además, cuando se cumplen dos años de los atentados terroristas de Hamás en Israel a los que alude Netanyahu con frecuencia para justificar la masacre. Si optan por la abstención, y si nadie se equivoca votando, el decreto seguirá en vigor. Si deciden pulsar el botón del ‘no’ y el PP hace lo propio, el texto caerá.
Y el Ejecutivo habrá cosechado una nueva y sonada derrota. Relacionada, además, con la cuestión que más está mimando el presidente. Hace una semana, un dirigente con galones reconocía que el pleno del decreto puede acercarles peligrosamente al “precipicio”. “Asomados al precipicio estamos todos los días”, aseguró.