Sánchez cede protagonismo a Aagesen, la técnica que quiere ser dique ante la sensación de caos

La vicepresidenta tercera dispara la frecuencia de sus intervenciones en medios y sigue al frente de la comisión que analiza las causas del apagón. Comparecerá en el Congreso el miércoles

La vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, Sara Aagesen (2i delante), preside la reunión del comité para el análisis del apagón en el Ministerio de Transición Ecológica, este miércoles en Madrid.
Artículo14/EFE/Borja Sánchez-Trillo

Pedro Sánchez no suele dejar espacio para las dudas sobre quién, dentro de su Consejo de Ministros, debe dar la cara en una determinada crisis. Ha ocurrido con el incremento del gasto en defensa -con Margarita Robles en un discretísimo segundo plano, para diluir la cuestión, poner el foco en la seguridad y evitar cualquier alusión al armamento-. Ha pasado con el ministro Carlos Cuerpo y su papel negociador del real decreto ley antiaranceles, convalidado el jueves en el Congreso de los Diputados.

Y está pasando con la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, que ya es el principal rostro del Ejecutivo cuando hay que abordar el apagón del 28-A. Sánchez compareció ante las cámaras tres veces en las primeras 24 horas tras el corte de luz, y pasó más de seis horas rindiendo cuentas en el Congreso 10 días después. Ahora ha depositado sobre los hombros de Aagesen buena parte de la responsabilidad de seguir respondiendo.

Su perfil técnico hace que el PP evite disparar a quemarropa contra ella; la vicepresidenta segunda, de tono suave y formas exquisitas, suele evitar el enfrentamiento más descarnado. Con ella y con Cuerpo, el Partido Popular asume que es mejor no disparar los decibelios.

Su uso del idioma (a veces, con demasiadas palabras de la jerga propia de una ingeniera química), y su lenguaje corporal, reman a su favor. Sánchez sabe que en la refriega política el barro siempre está a mano, pero el fondo -o incluso la apariencia- técnica pueden contribuir a desarmar a sus oponentes. En el caso de Aagesen, los suyos creen que funciona.

“Se le nota mucho que está acostumbrada a gestionar crisis”, venden en su equipo. Destacan su capacidad gestora, así como su “sangre fría” ante la adversidad. En la jornada del apagón, la presentan como “la más concentrada” del equipo, quien tuvo claro que la prioridad era recuperar el suministro.

“Transmitió calma y órdenes claras”, abundan. Si el Gobierno aún puede dar pocas respuestas sobre lo ocurrido el 28-A, distintas voces del Ejecutivo, del grupo parlamentario y del PSOE, aseguran que Aagesen es la más adecuada para salir a la palestra.

La ya exsecretaria de Estado de Energía heredó el cargo de Teresa Ribera, pese a no contar con el colmillo ni las hechuras políticas de su predecesora. Primero como asesora y después como secretaria de Estado (desde 2020), estuvo al lado de la actual vicepresidenta de la Comisión Europea en todas cada una de las grandes crisis, pandemia incluida.

Especialmente convulsos fueron los meses de mayor tensión en 2022, con la guerra de Ucrania, la adopción del mecanismo ibérico y la búsqueda de soluciones técnicas para problemáticas muy complejas, como la que afectaba a los usuarios que dependían de calderas comunitarias.

Un repaso a su agenda mediática del último par de meses ya basta para constatar que ha ganado presencia pública.Sólo en la última semana, Aagesen apareció en dos entrevistas en televisión; y venía de conceder una más a El País, publicada el fin de semana. Su última entrevista televisiva antes del 28-A se produjo el 10 de abril. Esto es: 18 días sin conceder entrevistas en televisión.

La jornada del corte de luz, la vicepresidenta tercera estaba en el foro Invest in Spain Summit, en el Casino de Madrid, junto a medio Gobierno. Debía intervenir al filo de las 15.30, pero horas antes se fue la luz en toda la Península Ibérica.

Poco después de las 12.30 varios ministros salieron en tromba del edificio y se trasladaron a Red Eléctrica. La vicepresidenta se quedó allí hasta pasadas las 5 de la mañana. Horas después, Sánchez anunció que se pondría a los mandos de la comisión que debe investigar y clarificar el origen del apagón.

Su número dos en esta materia, el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, también ha asumido el peso de una agenda mediática más cargada- Pero es Aagesen quien está al timón de una crisis que le ha estallado escasos meses después de suceder a Ribera, cuando aún estaba amoldándose a los galones de vicepresidenta.

El dique frente a la sensación de caos

La vicepresidenta, que comparecerá el miércoles en la Cámara Baja a petición del PP y de algunos aliados parlamentarios del Gobierno, tiene un rol clave para evitar que cunda la sensación de caos tras el apagón. Una semana después, y aún sin haber podido explicar qué falló, el Ejecutivo se desayunaba una nueva crisis con el robo del cableado de líneas ferroviarias de alta velocidad, y con los consiguientes retrasos para más de 10.000 viajeros.

En el Gobierno reaccionaban con cierto desconcierto: el importe del material robado era mínimo (cerca de 300 euros), pero la línea en cuestión y el momento escogidos no les resultaban casuales. La Guardia Civil investiga lo ocurrido como un robo común, lejos de la hipótesis del “sabotaje” que defendió y que aún mantiene el ministro de Transportes, Óscar Puente. En el PSOE hay voces que bromean con los “lunes negros”, y que especulan sobre qué más puede salir mal el próximo arranque de semana.

La idea de que todo va mal bajo la batuta de Sánchez es la que siembra y riega el partido de Alberto Núñez Feijóo. “¿Cree que un Gobierno colapsado sirve a los españoles?”, preguntará el jefe de la oposición al presidente del Gobierno en la próxima sesión de control en el Congreso, el miércoles.

En el PSOE asumen las dificultades y el riesgo de que este discurso cale, pero creen que no llegará a hacerlo. “Los datos matan los relatos y la gestión a los impostores”, afirman voces de Ferraz. Presumen de que, a pesar del fuego a discreción del PP durante los últimos 7 años, “no nos bajan del 30% en las encuestas”.

Fuentes de la dirección socialista sacan pecho, a su vez, por las 35 leyes aprobadas casi dos años después de las últimas elecciones “Esta semana han sido 18 votaciones ganadas y 3 perdidas”, apuntan.

No dejan de repasar números para intentar superar los primeros planos que les resultan menos convenientes, y poner el foco así en la panorámica: Con 1.113 votaciones totales en la cámara en lo que va de legislatura, presumen de haber ganado 992, y admiten la derrota en apenas 121 ocasiones. “Esto son números y lo demás, relato”, zanjan. En el PP no dejarán de repetir lo contrario. Y el papel de Aagesen puede ser fundamental para que cale un relato u otro.