Lo que para muchas mujeres comienza como una complicación temporal del embarazo puede convertirse en una señal de alerta para toda la vida. La diabetes gestacional, una alteración metabólica que aparece durante la gestación y afecta a entre el 7% y el 14% de las embarazadas en España, suele detectarse en controles rutinarios o incluso durante el parto. Sin embargo, cada vez más estudios advierten que sus efectos van mucho más allá del embarazo: puede influir en la regularidad menstrual, adelantar la menopausia y aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.
Este 14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes, los especialistas aprovechan la fecha para llamar la atención sobre esta forma “silenciosa” y a menudo infravalorada de la enfermedad, que sirve como un espejo del estado metabólico de la mujer a lo largo de su vida.
Un diagnóstico que no termina con el embarazo
“Muchas mujeres creen que, una vez dan a luz, la diabetes gestacional desaparece y el problema queda resuelto. Pero no siempre es así”, explica la doctora María del Pilar Alonso, endocrinóloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Según la experta, entre un 30% y un 50% de las mujeres que han tenido diabetes gestacional desarrollarán diabetes tipo 2 en los diez años siguientes.
Durante el embarazo, las hormonas placentarias dificultan la acción de la insulina, lo que provoca una resistencia que en algunas mujeres supera la capacidad del páncreas para compensar. Este fenómeno, al repetirse o mantenerse, puede alterar el metabolismo de la glucosa incluso años después del parto.
“Lo más preocupante”, añade Alonso, “es que muchas pacientes no son conscientes del riesgo. Una vez pasado el parto, no se realizan los controles de glucosa recomendados ni se mantiene una vigilancia a largo plazo”.
Ciclos menstruales irregulares y cambios hormonales
Las alteraciones metabólicas no solo afectan al azúcar en sangre. Cada vez existen más evidencias que relacionan la resistencia a la insulina y los desequilibrios hormonales con cambios en la menstruación y la fertilidad.
La endocrinóloga Laura Martínez, especialista en salud hormonal femenina, explica que “la resistencia a la insulina puede interferir con el funcionamiento normal de los ovarios, provocando irregularidades menstruales o reglas más dolorosas y abundantes”. Además, añade, “las mujeres que han sufrido diabetes gestacional presentan una mayor probabilidad de desarrollar síndrome de ovario poliquístico (SOP) o alteraciones ovulatorias en los años posteriores”.
Estos desajustes pueden manifestarse incluso antes de llegar a la menopausia y anticipar algunos de sus síntomas, como los sofocos, el insomnio o los cambios de humor, debido a una alteración del equilibrio entre estrógenos, progesterona y cortisol.
Menopausia precoz y riesgo metabólico
Una de las investigaciones más recientes, publicada en la revista Diabetes Care, sugiere que las mujeres con antecedentes de diabetes gestacional podrían experimentar una menopausia precoz, definida como la desaparición del ciclo menstrual antes de los 45 años.
El motivo no está del todo claro, pero los expertos apuntan a un deterioro de los vasos sanguíneos y una menor respuesta ovárica asociada al exceso de glucosa. “El metabolismo y las hormonas sexuales están estrechamente conectados”, detalla Martínez. “Cuando hay una alteración en la insulina, también se ven afectadas las señales que regulan la función ovárica. Esto puede acortar la vida fértil de la mujer y modificar la manera en que transita la menopausia”.
Más allá del parto: prevención y control
La buena noticia es que la diabetes gestacional es reversible y, en muchos casos, puede prevenirse o controlarse mediante hábitos saludables. Mantener una dieta equilibrada, practicar ejercicio regular y realizar controles de glucosa después del embarazo son las claves para reducir el riesgo de complicaciones.
El Ministerio de Sanidad recomienda una prueba de tolerancia a la glucosa a los seis meses del parto y controles periódicos cada dos o tres años, especialmente si existen antecedentes familiares de diabetes o sobrepeso.


