Llevamos toda la vida escuchando aquello de que no podemos bañarnos justo después de comer porque se puede producir el llamado “corte de digestión”, conocido médicamente como hidrocución, pero, ¿qué es realmente?. Porque no es una interrupción del proceso digestivo como sugiere su nombre. Se trata, en realidad, de una respuesta brusca del organismo ante un cambio repentino de temperatura, especialmente cuando el cuerpo caliente entra en contacto con agua fría. Este fenómeno puede provocar síntomas molestos e incluso peligrosos, y es más frecuente durante los meses de verano.
¿Qué ocurre durante un corte de digestión?
Según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), el corte de digestión es una reacción vasovagal que se produce cuando el cuerpo, sometido a calor o en pleno proceso digestivo, entra de forma súbita en agua fría. Esta diferencia térmica puede provocar una redistribución súbita del flujo sanguíneo, generando una bajada de la presión arterial, desmayo o incluso parada cardiorrespiratoria en casos extremos. Durante la digestión, el flujo sanguíneo se concentra en el sistema digestivo. Si en ese momento el cuerpo se expone al frío, el organismo reacciona llevando la sangre hacia órganos vitales para conservar el calor, dejando el cerebro con menos oxígeno durante unos segundos cruciales.

Principales síntomas de un corte de digestión
La Cruz Roja Española y otros organismos de atención médica coinciden en que los síntomas más comunes incluyen:
-
Escalofríos intensos: causados por la vasoconstricción periférica.
-
Visión borrosa, mareo y zumbidos: señal de disminución del riego cerebral.
-
Náuseas, vómitos y diarrea: por la alteración del proceso digestivo.
-
Piel pálida y sudoración fría: indicadores de un cuadro de hipotensión.
-
Desmayo o pérdida de conciencia: el signo más preocupante, puede derivar en ahogamiento si ocurre en el agua.
Causas más frecuentes de un corte de digestión
El Instituto de Salud Carlos III y diversos expertos señalan que los factores que aumentan el riesgo de hidrocución son:
-
Inmersión en agua fría tras exposición prolongada al calor (sol, ejercicio, sauna).
-
Baño después de comer, cuando el sistema digestivo requiere más riego sanguíneo.
-
Realizar ejercicio intenso antes del baño.
-
Consumo excesivo de alcohol o drogas, que alteran la respuesta del sistema nervioso.
-
Enfermedades cardiovasculares o neurológicas previas.
Cabe destacar que no es necesario haber comido en exceso para sufrir hidrocución: lo más relevante es el choque térmico.
Qué hacer si ocurre
Ante un posible corte de digestión, los especialistas recomiendan actuar con rapidez. La Cruz Roja establece los siguientes pasos de primeros auxilios:
-
Retirar a la persona del agua de inmediato.
-
Acostarla boca arriba y elevar las piernas, salvo que presente vómitos, en cuyo caso debe colocarse en posición lateral de seguridad.
-
Protegerla del frío con toallas o ropa seca.
-
Controlar signos vitales y, si hay pérdida de conciencia o paro respiratorio, iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y llamar al 112.
En los casos leves, el afectado puede recuperarse en una o dos horas. Es importante facilitar líquidos templados para rehidratar y vigilar su evolución.
Cómo prevenir el corte de digestión
La prevención pasa, sobre todo, por evitar el choque térmico. Según el Ministerio de Sanidad, estos son los principales consejos:
-
Esperar al menos 2 horas después de comer antes de bañarse.
-
Evitar sumergirse de golpe en agua fría; hacerlo de forma progresiva (pies, brazos, nuca…).
-
No realizar ejercicio intenso justo antes del baño.
-
Evitar el consumo de alcohol antes de nadar.
-
No bañarse solo si se tienen problemas de salud previos o se han realizado comidas copiosas.
-
En caso de temperaturas extremas, buscar alternativas como duchas templadas antes de entrar al agua.