El 25 de julio se conmemora una de las festividades más relevantes del calendario religioso y cultural en España: el Día de Santiago Apóstol, patrón del país y figura central en la historia del cristianismo. Este año 2025, la celebración adquiere una dimensión especial en Santiago de Compostela y otras localidades vinculadas a su legado.
¿Quién fue Santiago Apóstol?
Santiago el Mayor, también conocido como Santiago de Zebedeo, fue uno de los doce apóstoles de Jesucristo. Hermano de Juan, el evangelista, fue uno de los discípulos más cercanos a Jesús y testigo de momentos clave de su vida, como la transfiguración o la oración en Getsemaní.
Según la tradición cristiana, tras la muerte de Jesús, Santiago predicó el Evangelio en la península ibérica. Aunque no existen pruebas documentales de su presencia en Hispania, la creencia de que evangelizó estas tierras se consolidó con el tiempo. La misma tradición sostiene que, tras su martirio en Jerusalén, sus discípulos trasladaron sus restos a Galicia, enterrándolos en lo que siglos más tarde sería conocido como Compostela, del latín campus stellae, “campo de la estrella”.
Por qué se celebra el 25 de julio
El 25 de julio se celebra el martirio de Santiago, que según las fuentes cristianas ocurrió en el año 44 d.C., cuando fue decapitado por orden del rey Herodes Agripa I. Su festividad fue fijada oficialmente por la Iglesia católica en esta fecha, convirtiéndose con el tiempo en una conmemoración de gran arraigo, sobre todo en el norte de España.
En Galicia, donde se cree que descansan sus restos, esta jornada ha adquirido especial importancia desde la Edad Media, cuando el descubrimiento de su sepulcro impulsó el nacimiento de uno de los mayores centros de peregrinación de Europa: la catedral de Santiago de Compostela.
Santiago, patrón de España
Santiago no solo es un referente religioso, sino también un símbolo nacional. Fue proclamado patrón de España en el siglo XVII por el papa Urbano VIII, aunque su veneración como protector del país se remonta al siglo IX, en plena Reconquista.
La figura del “Santiago Matamoros”, presente en numerosas iglesias y pinturas, responde a la leyenda según la cual el apóstol se apareció en la batalla de Clavijo (siglo IX) para ayudar milagrosamente a los cristianos frente a los musulmanes. Aunque esta historia carece de base histórica, se convirtió en una imagen poderosa que unía religión y nación en la conciencia colectiva.
El significado espiritual y cultural
El Día de Santiago Apóstol es una jornada de celebración litúrgica, pero también de fuerte arraigo cultural. Miles de fieles y peregrinos de todo el mundo caminan durante semanas por el Camino de Santiago para llegar a Compostela justo el 25 de julio. La ciudad gallega vive entonces su punto álgido, con misas solemnes, conciertos, actividades tradicionales y fuegos artificiales.
Uno de los momentos más esperados es la misa del peregrino en la catedral, donde se realiza el impresionante vuelo del Botafumeiro, un gigantesco incensario que recorre las naves del templo ante la mirada emocionada de los asistentes.
Fiesta oficial en Galicia y otras regiones
En Galicia, el 25 de julio es festivo autonómico. También es día no laborable en muchas localidades que celebran a Santiago como patrón. En años considerados Años Santos Compostelanos —cuando el 25 de julio cae en domingo—, la celebración adquiere aún más fuerza, con apertura especial de la Puerta Santa de la catedral y la llegada de multitudes de peregrinos.
Aunque 2025 no es Año Santo, el interés por el Camino y la figura del apóstol sigue creciendo. Las rutas jacobeas, tanto históricas como redescubiertas, continúan atrayendo a caminantes, ciclistas y viajeros que buscan espiritualidad, naturaleza o una experiencia transformadora.
Un legado que perdura
El Día de Santiago Apóstol no solo conmemora la vida y el martirio de uno de los pilares del cristianismo, sino que celebra una herencia espiritual, artística y cultural que ha dejado una huella indeleble en la historia de España y Europa. En 2025, la fecha vuelve a unir fe, tradición y modernidad en torno a un nombre que sigue siendo sinónimo de camino, encuentro y destino: Santiago.