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Trucos para que el bebé duerma mejor en noches calurosas

Con estos trucos de los expertos, conseguirás que tu bebé duerma mejor en noches calurosas de verano: ropa ideal, regulación de temperatura...

Trucos para que el bebé duerma mejor en noches calurosas
Un bebé duerme con su muñeco

Las altas temperaturas pueden alterar el descanso de los bebés, haciendo que se despierten con más frecuencia o les cueste conciliar el sueño. Conseguir que el bebé duerma mejor en noches calurosas puede ser complicado, especialmente en noches con ola de calor.

Para garantizar un buen descanso en las noches más calurosas, existen trucos prácticos y seguros, respaldados por especialistas en sueño infantil.

Qué se debe vigilar en una noche de verano en un bebé

Un bebé duerme mientras sujeta el dedo de su madre
Un bebé duerme mientras sujeta el dedo de su madre

Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), los bebés son más sensibles al calor que los adultos, ya que su sistema de regulación térmica aún no está completamente desarrollado. Por ello, durante las noches de verano, es fundamental observar al bebé para detectar posibles signos de sobrecalentamiento o deshidratación.

Los signos de un posible golpe de calor, según la Asociación, no deben descontrolarse. Por un lado, se evidencia a primera vista en la piel caliente y enrojecida, muchas veces con una sudoración excesiva (y otras seca). Las pupilas dilatadas, vómitos y náuseas, un llanto inconsolable o la respiración acelerada también pueden ser señales alarmantes.

Los expertos de la AEP indican que es importante estar pendiente a estos síntomas y medir la temperatura corporal. Generalmente, con una refrigeración rápida será suficiente. Pero si el caso es más complejo, es probable que se necesite suero salino. No dudes en acudir a un pediatra ante cualquier señal preocupante.

Consejos útiles para que un bebé duerma mejor en noches calurosas

Madre durmiendo con su bebé
Madre durmiendo con su bebé
Freepik

Los especialistas de la AEP centran sus recomendaciones en la temperatura de la habitación del bebé. Esta debe estar sobre los 22°C y 24°C. Regular y controlar la temperatura con un termómetro ambiental asegurará que el bebé duerma mejor en noches calurosas.

Es importante recordar que ni el ventilador, ni el aire acondicionado deben darle directamente al pequeño. Indirectamente, son aliados esenciales en noches estivales. Si no se dispone de ninguno, utilizar una ventilación cruzada con ventanas opuestas o refrescar con paños húmedos las corrientes de aire pueden ayudar en esta tarea.

Otro consejo que dan es que la ropa de dormir del bebé sea ligera, transpirable y suave. Mejor si es 100% algodón, evitando tejidos sintéticos que aumenten su calor corporal.

Si la noche se presenta especialmente calurosa, un baño con agua ligeramente fresca (no fría) y con un secado completo pueden dejar al bebé preparado para afrontar con cierta frescura las horas nocturnas de calor. La hidratación es clave en esos momentos, por lo que aumentar la frecuencia de lactancia o biberón, o agua (si tiene más de 6 meses) asegurarán que esta sea correcta.

Si el pequeño padece alguna enfermedad relacionada con el aumento del calor corporal, lo mejor es seguir las indicaciones de los médicos de referencia en todo momento. Los tratamientos que indiquen serán los ideales para tu hijo o hija.

Con estos trucos, podrás ayudar a tu bebé a dormir más cómodo en las noches de calor del verano. Las horas de sueño son cruciales para los pequeños, por lo que conseguir el descanso profundo y reparador incluso en condiciones adversas es de vital importancia para su desarrollo.

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