El calendario astronómico de este año todavía guarda una sorpresa antes de despedirse. El último eclipse solar de 2025 tendrá lugar en septiembre, coincidiendo casi con la llegada del otoño en el hemisferio norte. Un fenómeno que, aunque no será visible desde España ni desde Europa, promete captar la atención de científicos y observadores del cielo en distintas partes del planeta.
Un fenómeno que anticipa el equinoccio
El eclipse se producirá el domingo 21 de septiembre, apenas un día antes del equinoccio de otoño, un momento del año en el que la duración del día y la noche se equilibra. La coincidencia de ambos eventos convierte la cita en un espectáculo astronómico cargado de simbolismo, ya que marca el final de un ciclo y el inicio de otro.
A diferencia de los eclipses totales, en los que el Sol queda completamente oculto por la Luna y la Tierra se sumerge en penumbra durante unos minutos, en este caso se trata de un eclipse solar parcial. Eso significa que solo una fracción del disco solar quedará cubierta, por lo que no habrá oscuridad plena, pero sí un cambio perceptible en la luminosidad y en la forma del Sol.
Dónde se podrá ver
El fenómeno comenzará sobre las 19:30 (hora peninsular española) en el océano Pacífico y finalizará casi a medianoche en la zona de la Antártida. Durante más de cuatro horas, distintas áreas del planeta podrán contemplar cómo la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, aunque la duración del espectáculo variará en cada región.
Los lugares con mejor visibilidad serán el sur de Nueva Zelanda, las estaciones de investigación en la Antártida y varias islas del Pacífico, como Tonga, Samoa, Fiyi o las Islas Cook. Para los habitantes de estas zonas, la cita promete ser un momento único, siempre y cuando las condiciones meteorológicas acompañen y el cielo se mantenga despejado.
Un aperitivo de lo que vendrá en 2026
Aunque este eclipse no podrá disfrutarse en España, los astrónomos recuerdan que el país será protagonista en poco más de un año. En 2026 se producirá un fenómeno conocido como el “trío ibérico”, una secuencia de tres eclipses que podrán observarse desde la península y que marcarán un hito en la historia astronómica reciente.
El eclipse de septiembre de 2025, por tanto, se entiende como una especie de preludio, un recordatorio de lo extraordinarios que son estos eventos cósmicos y de lo cerca que está una cita histórica para los amantes de la astronomía en nuestro país.
Consejos para la observación
Para aquellos que puedan viajar a las zonas de visibilidad, los expertos recomiendan no olvidar las medidas de seguridad necesarias. Mirar directamente al Sol sin protección puede dañar de forma irreversible la vista, por lo que es imprescindible contar con gafas homologadas o filtros solares adecuados para telescopios y cámaras fotográficas.
En cualquier caso, aunque no pueda verse desde Europa, el fenómeno podrá seguirse a través de retransmisiones en directo que preparan distintos observatorios y plataformas especializadas en astronomía. De este modo, millones de personas podrán contemplar, aunque sea a distancia, el último eclipse solar del año.
Un espectáculo que conecta al mundo
Los eclipses siempre han despertado fascinación en la humanidad. Desde antiguas civilizaciones que los interpretaban como señales divinas, hasta la ciencia moderna que los estudia con detalle, estos fenómenos siguen teniendo un poder magnético que trasciende fronteras. El de septiembre de 2025 no será la excepción, y aunque su visibilidad sea limitada, servirá para volver a recordarnos que, en el universo, los ciclos naturales continúan con una precisión implacable.