Un maltratador en prisión quedó en libertad por los fallos de las pulseras Cometa

El agresor, que estaba en la cárcel por quebrantar una orden de alejamiento, alegó que las pulseras Cometa fallaban, el juzgado pidió peritajes e informes y, tras acreditar los errores del sistema, le dejó en libertad

Carla (nombre ficticio) es una de esas mujeres de las que se ha hablado sin nombrarlas en estos días: una víctima de violencia de género a quien los fallos de las pulseras conectadas al centro Cometa permitieron que su agresor quedara en libertad en mayo de 2024.

Su expareja es guardia civil. Por eso, y porque vive en una localidad pequeña de las Islas Canarias, prefiere no facilitar su identificación. Teme represalias.

Su historia comienza hace más de una década. Cuando pone la primera denuncia contra su expareja en 2011 y por la que es condenado por violencia de género.

Doce años después, Carla vuelve a denunciarle y le imponen una orden de alejamiento de 200 metros, es febrero de 2023.

Primer quebrantamiento, archivado

Unos meses más tarde, en abril, Carla embarca en un vuelo y su maltratador se sube al mismo avión. Ella le acusa de saltarse la orden de alejamiento, pero el juzgado no opina lo mismo. En el auto señala que “(…) de lo actuado no queda debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa y ello porque tanto del contexto y circunstancias de tiemро у lugar en las que tuvo lugar el encuentro, realizando ambos un viaje en un medio de transporte público como es el avión“. La denuncia se archiva y el juzgado tiene en cuenta que el agresor avisó de su viaje a sus compañeros de la Guardia Civil.

El dispositivo conectado a Cometa tiene localizado al agresor

Segundo quebrantamiento a través de las redes sociales, prisión

Tres meses después, en julio, su expareja vuelve a romper la orden de alejamiento. Lo hace a través de las redes sociales. Se pone en contacto con ella, comienza a seguirla y da “me gusta” a sus publicaciones con la medida de protección en vigor. Por este quebrantamiento, él entra en prisión. Además, se decide que porte un dispositivo de localización, la pulsera conectada al centro Cometa. Carla corre un riesgo alto de especial relevancia de volver a ser atacada en el sistema VioGén.

Tercer quebrantamiento, archivado

A los pocos días, queda en libertad, y en octubre de 2023, vuelve a quebrantar la orden de alejamiento. Un día, a comienzos de mes, comienza a pitar el dispositivo Cometa y lo hace ininterrumpidamente durante toda la tarde, de manera literal en dicha denuncia se recoge “Esta situación tan continuada me generó gran estado de ansiedad al punto de que (…) nо me sentía segura ni yo ni mi hija”.

Sin embargo, una vez más, el juzgado disculpa al agresor porque estaba realizando una mudanza. “No parece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa y ello porque ha resultado acreditado que el investigado realizó una serie de gestiones tendentes a obtener una pretendida autorización para poder entrar en el perímetro incluido dentro de la prohibición acordada, y ello como consecuencia de la necesidad de realizar una mudanza”.

Como cuando coincidieron en el avión, los tribunales le disculpan porque informó a la Guardia Civil de que pretendía coger ese vuelo y de que iba a realizar una mudanza. Recordemos que se trata de avisar a sus propios compañeros de trabajo, ya que él mismo es guardia civil. Llama la atención, además, que los agentes judiciales siempre acrediten que las alarmas de las pulseras Cometa no son fiables o que el maltratador había avisado, aseguran que a priori, de todos sus movimientos. En cualquier caso, la denuncia por quebrantamiento se archiva.

Cuarto quebrantamiento, prisión

En febrero de 2024 vuelve a quebrantar la orden de alejamiento. Los agentes VioGén avisan a Carla de que se encuentra en un establecimiento hostelero cercano a su domicilio, el dispositivo salta y esta vez sí, le condenan y dictan su ingreso en prisión.

“Se debe tener en cuenta la gravedad de los hechos imputados, concurriendo un peligro claro y efectivo de atentar contra los bienes jurídicos de la víctima (…) máxime cuando el investigado es portador de la pulsera telemática, siendo reiterados lo incumplimientos de la orden de alejamiento impuesta”, se puede leer en el auto.

Quinto quebrantamiento, prisión

Un mes y medio después, y con él de nuevo en libertad, a finales de marzo, vuelve a quebrantar la orden de alejamiento. “Mientras se encontraba en su domicilio acompañada de sus hijas, la alarma del dispositivo Cometa se activa desde las 14:00 horas hasta las 22:00 horas, comunicando la proximidad del agresor dentro de la zona de prohibición de aproximación (500 metros), generando en ella y en su hija una situación de pánico y angustia”.

Aquí es donde la historia se complica. Los abogados del maltratador presentan un recurso de apelación para que quede en libertad y alegan, que las pulseras conectadas a Cometa fallan. Al ser la única prueba de su culpabilidad, el juzgado pide informes para acreditar esos errores y poder valorar su fiabilidad.

Informes de la Guardia Civil y un perito sobre el sistema Cometa

La propia Guardia Civil elabora un informe donde detalla los fallos de los dispositivos Cometa y lo presenta en el juzgado. También lo hace un perito independiente, quien, asegura en su análisis que “después de tomar las distancias tomadas desde las coordenadas facilitadas desde el servidor … Se ha podido comprobar que en todos los casos los avisos del Centro Cometa detectan distancias de menos de 500 metros, excepto en fecha del XXX que ha sido activado el botón de pánico”.

Es decir, no había constancia del quebrantamiento en el dispositivo en la fecha a finales de marzo que Carla denuncia que su expareja se saltó el perímetro establecido por la justicia y pulsó el botón del pánico.

En el auto, al que ha tenido acceso Artículo14, se recogen las alegaciones del agresor en su recurso de apelación, donde habla de “la desproporcionalidad de la medida en su contra acordada, al no existir en la actualidad razones que la justifiquen, máxime cuando no existe riesgo de fuga y de que pueda sustraerse a la Acción de la Justicia“.

El dispositivo Cometa, la única prueba

“Alegando en esencia, que no existirían indicios de criminalidad respecto del apelante en cuanto a los hechos que se le atribuyen, y por lo tanto hay carencia hechos que se le atribuyen, y por lo tanto hay carencia de la finalidad de atentar contra los bienes de la víctima, refiriéndose a que únicamente constarían unas incidencias reportadas por el Servicio Cometa, habiendo explicado el mismo que el dispositivo fallaba, y así se acordó la correspondiente investigación en sede sumarial, debiendo ser las demás incidencias o hechos imputados objeto de prueba en el correspondiente juicio”.

“Por todo ello se interesa la revocación de la referida resolución, acordándose la libertad provisional del apelante, con la obligación de comparecer apud acta los días 1 y 15, que se añada la prohibición de salida del territorio nacional y que se mantenga el dispositivo de control telemático”.

 

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