“Los problemas de las pulseras existen, hay que mejorarlas, pero son fundamentales”

Cira García Domínguez, la magistrada del Juzgado número 1 de Violencia contra la Mujer de Getafe, analiza la polémica de las pulseras conectadas a Cometa

Cira García Domínguez es la magistrada del Juzgado número 1 de Getafe de Violencia contra la Mujer. La llaman, cariñosamente y con sorna, “la jueza de las pulseras“. La explicación es obvia, es una medida que establece con frecuencia. Cree, sin ningún género de dudas, en los incontables beneficios de instalar un dispositivo de localización a un maltratador a quien se le ha impuesto una orden de alejamiento. De hecho, es el único sistema de control -junto con que te asignen un escolta- que asegura que se cumple la medida de protección impuesta por el juzgado. Solo para contextualizar un dato revelador: no se ha asesinado a ninguna mujer que portase este tipo de dispositivos telemáticos, son un seguro de vida.

“Me parece muy arriesgado decir que se ha creado impunidad”

Le preguntamos por la polémica de los últimos días. Esa queja de la Fiscalía, en su Memoria, por los fallos en las pulseras conectadas al centro Cometa. “Me ha llamado mucho la atención la información de la Fiscalía. Es cierto que nosotros tuvimos problemas de dispositivos que no funcionaban, que hubo que restaurar, que hubo que cambiar, pero de ahí a decir que se ha creado impunidad o desprotección a las víctimas, no sé, me parece muy arriesgado“, apunta.

La jueza, Cira García Domínguez
Javier Cuadrado

¿Qué problemas presentan estos dispositivos dependientes del Ministerio de Igualdad? García Domínguez explica que que existan incidencias técnicas no significa que el dispositivo deje de funcionar. “Nosotros recibimos incidencias muy diariamente, es algo normal. Ahora bien, siempre que ocurre, la policía está detrás de las víctimas, el propio centro Cometa alerta continuamente al juzgado, te avisa, por ejemplo, de que la señal está sin restaurar por si el juzgado tiene que tomar medidas, y las adoptamos. Pero de ahí a que se haya creado más desprotección a las víctimas… No sé ni siquiera si la Fiscalía maneja y tiene esos datos oficiales”, señala.

“Además, en las causas por incidencias técnicas de Cometa no se celebran juicios rápidos, casi es todo por diligencias previas y tienen muchísimas incidencias diariamente”.

¿Se ponen pulseras muchas pulseras telemáticas?

Por eso García Domínguez considera que no se sencillo “acreditar que hay una voluntad intencionada, cuando hay problemas técnicos todos los días por otros motivos, no por la empresa suministradora, no sé, me parece todo como extraño. Me he quedado un poco sorprendida”, insiste.

Se pregunta cómo el Ministerio Público conoce en qué casos se absuelve por fallos técnicos. “Para decir este señor fue absuelto por un problema técnico, ¿de qué datos disponen? No es tan fácil acreditar que es una conducta intencionada, voluntaria, o es un fallo técnico del dispositivo”.

Se da la circunstancia de que queda a discreción del juez o jueza si se instala el brazalete. En la práctica, eso supone que depende del juzgado al que acuda una víctima tiene más o menos posibilidades de estar más protegida. “Hay jueces que no ponen pulseras porque no les da la gana, aunque argumentan que es por fallos”, aseguran distintas fuentes e incluso fiscales especializados en violencia y García Domínguez está de acuerdo.

En cualquier caso, la magistrada es clara: “Sí, hay fallos, pero hay más ventajas. Los fallos técnicos de las pulseras están siempre, porque es un problema que tenemos, pero tienes que valorar en una balanza cuáles son las dificultades y cuál es la protección que consigues. Y, a veces, es claramente proporcionado los inconvenientes que pueda generar a la protección a la víctima, porque si se coloca una pulsera es porque se considera que es necesaria”, repite.

“Que queden absueltos por estos fallos no es la tónica”

Reconoce que hay incidencias, “pero luego citábamos al operario y se le cambiaba el dispositivo. ¿Se han aprovechado esos fallos técnicos para quebrantar la orden de alejamiento y han sido absueltos? Pues no lo sé. No es la tónica“.

Otro de las dificultades al que se enfrentan es adivinar el carácter de la incidencia. “Nunca es fácil desdibujar cuando es un problema técnico a cuando es una voluntad intencionada, es muy difícil a veces. En ocasiones, está claro, se han quitado el dispositivo, lo han dejado, se lo han arrancado. Pero muchas otras, es por otras causas. Porque pasan por la autovía, salta el dispositivo, y ellos dicen que venían de trabajar y el autobús ha desviado por esa ruta o que la señal lleva 24 horas sin restaurar y el tipo está sin cobertura porque vive en la calle y no ha cargado el móvil, por ejemplo”.

“Todo esto son incidencias técnicas que te va mandando Cometa y la policía te va diciendo ‘El maltratador no tiene la pulsera colocada. Adopte medidas‘. Claro, eso es trabajo. Hay que poner una orden de detención, hay que mandar una requisitoria para condenar y le coloquen el dispositivo. Es trabajo”.

García Domínguez en su despacho
Javier Cuadrado

No solo eso. Los tiempos de espera se alargan en los juzgados. Cuenta García Domínguez que se puede pedir un dispositivo al mediodía y el operario no llegar hasta las siete de la tarde. “Hasta que llega un técnico tienes que esperar toda la mañana, a veces vienen por la tarde, es que solo hay un técnico en toda la comunidad de Madrid”, denuncia.

“Evidentemente, lo decimos siempre, el sistema tiene que mejorar para que realmente sea efectivo, porque las dificultades y los problemas técnicos siguen existiendo. Creo, además, que esos fallos precisamente es lo que desincentiva a los jueces a poner pulseras, pero son fundamentales”, concluye.

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