Las cabañuelas de Jorge Rey vuelven a ser protagonistas en pleno mes de agosto. El joven burgalés de 18 años, conocido por su sorprendente predicción de la borrasca Filomena en 2021, asegura que la ola de calor que castiga a España está a punto de llegar a su fin. Lo hace a través del mismo método tradicional que le dio fama: las cabañuelas, un sistema de observación meteorológica basado en señales naturales y ciclos estacionales que se remonta siglos atrás.
Desde que su predicción sobre Filomena se cumplió con precisión, las cabañuelas de Jorge Rey han generado una comunidad fiel en redes sociales, donde el joven publica sus pronósticos con un lenguaje cercano pero cargado de conocimiento. Su capacidad para combinar la tradición con la divulgación moderna lo ha convertido en un referente para quienes buscan alternativas a la meteorología científica convencional.
Agosto, el mes más caluroso del año
El calor de agosto no sorprende a nadie, pero este año ha llegado con especial intensidad. Apenas iniciaba el mes, una ola de calor se instalaba en la Península Ibérica, llevando los termómetros en algunas ciudades hasta los 43 grados. Según las cabañuelas de Jorge Rey, esta tendencia ha mantenido su fuerza durante los primeros días del mes debido a la entrada de masas de aire cálido procedentes del norte de África.
El propio Jorge Rey ha advertido que estas condiciones han provocado incluso la alerta roja en puntos concretos, como las Islas Canarias. Además, sus observaciones señalan que en los próximos días continuarán las altas temperaturas. Aunque acompañadas de fenómenos que podrían marcar un cambio de tendencia, como también avanzó AEMET ayer.
Tormentas y cambios en el horizonte
En su último vídeo publicado en YouTube, las cabañuelas de Jorge Rey apuntan a la llegada de tormentas a gran parte de la península a partir del martes 12 de agosto. Aunque no serán especialmente fuertes, estarán motivadas por los vientos de sur que arrastran polvo y calor desde África.
Pero el punto más relevante de su predicción está en el papel que desempeñará un anticiclón que, según el joven meteorólogo aficionado, se instalará sobre varias zonas del norte de España. Esta configuración atmosférica favorecerá la entrada de masas de aire más templadas procedentes del norte de Europa, lo que podría marcar el principio del fin de esta ola de calor.
La visión de la AEMET frente a las cabañuelas
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se apoya en datos obtenidos por satélites, radares y modelos numéricos para elaborar sus previsiones. En este caso, sus pronósticos también contemplan una moderación de las temperaturas en los próximos días, aunque sin vincularlo al método de las cabañuelas.
Las cabañuelas de Jorge Rey, en cambio, defienden que este cambio de patrón está ligado a señales observadas en la naturaleza semanas atrás. Para él, el comportamiento de las nubes, el viento o incluso el vuelo de las aves forman parte de un lenguaje climático que todavía puede interpretarse con precisión, pese al avance tecnológico.
El interés por las cabañuelas de Jorge Rey no se limita a saber si lloverá o si bajarán las temperaturas. Este método conecta con una parte de la memoria cultural de España, especialmente en zonas rurales donde el calendario agrícola dependía de estos conocimientos para planificar cosechas y trabajos del campo.
Jorge Rey ha sabido aprovechar esta herencia para acercarla a un público joven, combinando vídeos explicativos, comparativas con datos oficiales y reflexiones sobre el cambio climático. Su labor va más allá de predecir el tiempo: reivindica un saber popular que, de no ser por iniciativas como la suya, correría el riesgo de desaparecer.
¿Fin del calor o simple respiro?

Aunque las cabañuelas de Jorge Rey aseguran que la entrada del anticiclón traerá un descenso de las temperaturas, el propio joven ha querido moderar las expectativas. Advierte que seguirá habiendo días de calor, calima y sol intenso, e incluso algunas tormentas aisladas. En sus palabras, “habrá más verano”. Pero la intensidad de la ola de calor actual podría reducirse en breve.
La población, especialmente en zonas donde el termómetro ha superado con creces los 40 grados, recibe con optimismo la posibilidad de un respiro. Sin embargo, tanto la meteorología tradicional como la oficial coinciden en que agosto sigue siendo un mes propenso a episodios de calor extremo.