Permisos parentales

Laura Baena: “Estos permisos no mejoran la conciliación”

El anuncio del Gobierno sobre la reciente ampliación de los permisos por cuidado de menores ha desatado una oleada de indignación entre familias y asociaciones que llevan años reclamando avances reales en materia de conciliación.

Laura Baena - Club de Malasmadres

“La reacción ha sido de confusión y sorpresa”, asegura Laura Baena, fundadora de la Asociación Yo no renuncio, en conversación con Artículo14, dejando claro que lo que se esperaba de esta reforma está muy lejos de lo finalmente aprobado.

Lo que en un principio se presentaba como un paso decisivo para cumplir la Directiva Europea sobre permisos parentales -que establecía un permiso de ocho semanas, inicialmente no remunerado, con una retribución progresiva- ha acabado materializándose en un nuevo permiso, aunque con un alcance mucho más limitado.

Según Baena, “todo el mundo pensaba que se retribuirían dos de las semanas del permiso parental ya existente, tal y como marca la Directiva Europea. Pero no, el permiso parental sigue intacto, sin retribución, y el nuevo permiso creado solo se aplicará a progenitores con hijos nacidos a partir del 2 de agosto de 2024”.

Este matiz ha generado una fuerte decepción entre las familias que llevan años esperando mejoras reales. “Al principio, la interpretación general era que se aplicaría con carácter retroactivo y que las familias que ya habían solicitado el permiso no retribuido recibirían ahora esa compensación. Pero no ha sido así”, explica Baena.

Un padre y su hija mirando un teléfono móvil.
Kiloycuarto

Promesas incumplidas y mucha frustración

La decepción también es profunda entre quienes esperaban que esta medida supusiera, por fin, el cumplimiento real de una promesa electoral. Desde el propio Gobierno se había anunciado la intención de retribuir al menos cuatro de las ocho semanas contempladas en la Directiva Europea. “Al final, no puedes hacer una promesa electoral, generar expectativas y luego presentar algo completamente distinto”, critica la fundadora del colectivo Malas Madres.

A esta frustración se suma el malestar por la forma en que se ha comunicado la medida. Baena cuestiona el tono “triunfalista” con el que el Gobierno anunció lo que calificó como “una ampliación histórica de los permisos”, apelando a los avances logrados en los últimos 50 años. “Claro que hemos avanzado, pero siempre a costa de algo: a costa de la renuncia de las mujeres y de su salud mental. Si alguien está soportando esto, somos nosotras”, denuncia.

En la práctica, explica, el permiso de nacimiento no ha sido ampliado como se presentó públicamente. “Se habla de que se amplía a 19 semanas, pero no es cierto. El permiso de nacimiento se amplía a 17 semanas. Lo que se ha creado es un permiso nuevo, de dos semanas retribuidas al 100%, y sólo para las familias que cumplan con los nuevos requisitos”. Para Baena, esta forma de presentar las cifras no solo genera confusión, sino que “busca vender la medida como algo mucho más transformador de lo que es en realidad”.

¿Un avance real?

Desde el colectivo que lidera Baena, que agrupa a cientos de miles de madres y familias en España, la sensación es clara: “Estos permisos no están mejorando la conciliación”. Aunque reconoce como positivo que el nuevo permiso esté financiado por el Estado y sea aplicable a trabajadores por cuenta ajena, empleados públicos y autónomos, considera que su impacto en la vida cotidiana será limitado. “Esto no cambia la vida de las familias. No resuelve el grave problema de conciliación que tenemos en España”, subraya.

Baena también cuestiona que la medida se haya presentado como el cumplimiento definitivo de la Directiva Europea. “La directiva establecía un permiso parental de ocho semanas, inicialmente sin retribuir, pero con la obligación de retribuirlo de forma progresiva. ¿Qué hemos hecho? ¿Olvidarla y crear un permiso nuevo para cumplir solo a medias? Ahora mismo hay decepción, sorpresa, confusión… y mucha frustración”, concluye.

Un momento inoportuno

La propia fecha del anuncio ha influido en la reacción de las familias. “Esto llega justo antes del parón parlamentario, en pleno verano y en medio de la supervivencia diaria de las familias que intentan conciliar como pueden. En otro momento, esto sería motivo para salir a la calle mañana mismo”, reflexiona Baena.

La activista plantea la posibilidad de movilizaciones de cara a septiembre, cuando el Congreso deba convalidar la medida. “Nos planteamos movilizarnos, al menos enviar una carta formal, recoger firmas… Pero las madres no tienen tiempo. Y ahí está el problema: quienes más sufren estas políticas son quienes menos capacidad tienen para protestar”.

Entre la esperanza y la denuncia

Aunque reconoce que, para las familias que sí podrán beneficiarse del nuevo permiso, la medida supone un avance, Laura Baena insiste en que el mensaje debe ser honesto: “No se trata de que no estemos de acuerdo con este paso, ni de que no nos alegremos por las familias jóvenes que van a poder disfrutarlo. Pero esto no era lo que se prometió, ni lo que llevamos años reclamando”.

La fundadora de Malas Madres considera fundamental mantener la presión para que el Gobierno no dé por cerrado el debate: “Desde Sumar han dicho que este es un paso inicial y que se buscarán más avances. Eso está bien, pero hay que dejarlo claro desde el principio: esto es lo que se ha podido lograr ahora, pero no es una medida definitiva”.

Por el momento, el Club de Malas Madres prepara un análisis en profundidad para fijar públicamente su postura y exigir que las promesas incumplidas vuelvan a ponerse sobre la mesa. “De alguna manera, tenemos que alzar la voz para que quede claro que esto no es un avance para todas las familias ni supone un cambio real en la situación de renuncias que seguimos asumiendo las mujeres en este país”, concluye Baena.

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