La nieve en España está a punto de convertirse en protagonista absoluta del tiempo. Tras una semana marcada por la borrasca Claudia y la inestabilidad atlántica, el país se prepara para un vuelco radical que la Aemet ya describe como un desplome térmico de manual. El temporal se despide dejando lluvias intensas, cielos encapotados y rachas de viento que han castigado especialmente al suroeste y al Estrecho. Pero el foco ahora está en lo que viene: una irrupción de aire polar que cambiará por completo el paisaje.
La nieve en España vuelve así al centro de la crónica meteorológica. La Agencia Estatal de Meteorología ha confirmado que una masa de aire muy frío, procedente de latitudes altas, descenderá sobre la Península en cuestión de horas, abriendo la puerta a valores negativos generalizados.
La Aemet advierte: heladas desde el martes y caída progresiva
La nieve en España no llegará sola. Lo hará acompañada de un descenso térmico que irá escalando día tras día. Según la Aemet, las primeras señales del cambio se notarán a partir del martes, cuando ya se esperan heladas en diversas zonas del interior. Para entonces aún habrá chubascos en Baleares, mientras que el miércoles un frente activo reforzará las precipitaciones en el Cantábrico, el alto Ebro y los Pirineos.
🥶 Una masa de aire de latitudes altas, muy fría, llegará a España en los próximos días.
➡️ Las temperaturas bajarán progresivamente. Heladas a partir del martes, que se extenderán e intensificarán los días siguientes.
➡️ Temperaturas bajas para la época, propias del invierno. pic.twitter.com/fhe5yajlWH
— AEMET (@AEMET_Esp) November 16, 2025
En esas áreas, la nieve en España volverá a asentarse con fuerza. Las acumulaciones en zonas de montaña podrían aumentar durante toda la jornada, anticipando un escenario aún más invernal cuando la masa de aire polar entre de lleno.
El jueves, el día clave: irrupción polar y temperaturas bajo cero
El jueves marcará el punto de inflexión, cuando la nieve en España se convertirá en consecuencia directa de la llegada de la lengua de aire polar. La masa fría afectará prácticamente a toda la Península y provocará un descenso notable de los termómetros, especialmente en zonas elevadas. A unos 1.500 metros, los valores podrían caer por debajo de 0 ºC en gran parte del norte, centro y este peninsular, con modelos que incluso prevén –4 ºC en áreas del noreste o la meseta norte.
Ese desplome en niveles medios se trasladará de forma inmediata a la superficie. La nieve en España encontrará las condiciones ideales para asentarse mientras muchas ciudades verán máximas de apenas 8 ºC a 11 ºC, con capitales de interior como Burgos, Soria o Ávila rondando los 5 ºC. Un ambiente plenamente invernal que contrasta con la transición hacia la primavera climática.
Heladas generalizadas y ciudades bajo cero
La llegada del frío extremo hará que la nieve en España gane terreno incluso en áreas menos habituales. Las mínimas caerán en picado y se esperan heladas extensas tanto en zonas de montaña como en amplias llanuras del interior peninsular. Provincias como Palencia, Guadalajara, Soria, Cuenca o Teruel podrían bajar de –5 ºC, mientras que en cotas altas del Pirineo o la Cantábrica el mercurio se desplomará aún más.

Madrid también se sumergerá en este episodio de frío riguroso. La capital podría registrar temperaturas bajo cero durante el fin de semana, un detalle que confirma el alcance de la irrupción polar.


