Un total de 54 menores marroquíes no acompañados accedieron en la noche del viernes a Ceuta a nado por las zonas del Tarajal y Benzú, aprovechando el temporal que azotó la costa. Según han informado fuentes de la Guardia Civil, se han desplegado patrullas en los tramos costeros más vulnerables de la frontera sur de Ceuta para hacer frente a los intentos de los menores por llegar a la ciudad española.
El Gobierno de Ceuta ha lanzado un nuevo mensaje de “auxilio” al Ejecutivo central después de que los menores migrantes accedieran a la ciudad desde Marruecos entre la tarde y la noche de este viernes. La Consejería de Presidencia y Gobernación de la Ciudad Autónoma ha ordenado el despliegue de efectivos de la Policía Local para dar con el paradero de la totalidad de los jóvenes que han entrado de manera irregular en las últimas horas.
“Que no nos dejen solos. Esto es una cuestión de Estado. Esto tiene que solucionarse”, manifiestan desde la administración local presidida por Juan Vivas. El medio centenar de niños, que ya se encuentra en Ceuta, aumenta el colapso que ya sufre el sistema de acogida de menores de la Ciudad, que hasta este viernes contaba con 460 sujetos a su cargo pese a tener plazas para acoger a 132 de manera digna.
Desde el Gobierno local han asegurado no querer “alarmar”, pero pretenden transmitir que el momento es crítico. La Ciudad espera que, tal y como está previsto, el reparto de 4.400 menores desde Ceuta y Canarias hasta otras Comunidades Autónomas dé comienzo el 28 de agosto. Con las últimas entradas, desde el ejecutivo autonómico temen que los esperados traslados no terminen de solucionar el problema.
Hasta el momento no ha trascendido el dato sobre el número de menores que saldrán de Ceuta. El aumento de las llegadas de este viernes se produce cuatro días antes del inicio de la Feria de Ceuta, cuyo término, el 5 de agosto, se caracteriza por la llamada Operación Feriante, cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad despliegan un complejo dispositivo para revisar todos los vehículos de las atracciones antes de que tomen el barco a Algeciras, ya que muchos menores migrantes se cuelan en su interior para cruzar a la península.
El panorama se enrarece ante la inminente llegada del mes de agosto, cuando los intentos de entradas irregulares a la ciudad autónoma se incrementan. El año pasado, durante estas fechas accedieron 300 menores.