LOTERIA DE NAVIDAD
EL GORDO
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2º Premio
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3º Premio
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4º Premio
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5º Premio
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La Lotería de Navidad 2025 repartirá el próximo 22 de diciembre 2.772 millones en premios, 70 millones de euros más que el año pasado. Hasta ese día, la ilusión de cada uno de los 198 millones de décimos ensancha nuestras pequeñas vidas. La probabilidad de ganar el premio gordo es mínima -una entre 100.000-, pero suficiente para activar en el cerebro femenino la esperanza de una mejor económica o la emoción de compartir números con sus hijos, hermanos o compañeros de trabajo. El gesto refuerza lazos y crea un sentido de pertenencia y celebración colectiva, aunque tampoco dejamos de lado la presión social y la llamada envidia preventiva si perdemos la oportunidad cuando alguien cercano gana.
Todas estas motivaciones explican por qué las mujeres confían más en la Lotería de Navidad que en cualquier otro juego de azar. En 2025, el gasto medio por habitante en la lotería de Navidad en España será de 76,08 euros, lo que supone un aumento de más de dos euros respecto al año anterior. Teniendo en cuenta que un buen porcentaje de décimos se compra en los días previos al Sorteo Extraordinario, se desconoce el número total de participantes, pero no se alejará mucho de los 27 millones de 2024, según el Anuario del Juego en España que ha presentado esta semana el Consejo Empresarial del Juego (CeJuego).
Un sector masculinizado
El 85% de la población española entre 18 y 75 años juega a loterías, rascas, casinos, bingos, apuestas deportivas, entre otros. Los rascas son las opciones favoritas para los jóvenes de entre 18 y 25 años, el sector que, “en contra de lo que se piensa”, menos juega en general. El perfil del jugador más habitual es el de un hombre adulto con estabilidad económica. Sin embargo, en la Lotería de Navidad, un 63,5% de personas que declaran llegar a fin de mes con mucha dificultad no se resiste a probar suerte.
Tampoco las mujeres. En torno al 75,5% frente al 74,3% de los hombres. Sube a 85,4% en la franja de 55 a 64 años. Es verdad que la diferencia es mínima, pero entenderemos mejor la confianza femenina en la Lotería de Navidad si comparamos los porcentajes de participación con otros juegos de azar. En el sorteo del 22 de diciembre, el 50,9% son mujeres; el 49,1%, hombres. En el casino, por ejemplo, el 36% frente al 64% masculino. En apuestas deportivas, 0,4% frente al 4,3%. En máquinas de hostelería, 1,4% frente al 8,1%.
En la Lotería de Navidad invierten hombres y mujeres de cualquier edad y estrato socioeconómico, pero hay una ligera predilección femenina, precisamente por su manera de procesar las emociones en el cerebro, conectando ambos hemisferios e integrando intuición y pensamiento. La ilusión de ganar funciona como energía de supervivencia, le da alas para soñar, crear, escapar y ver recompensado su sacrificio. Mientras llega ese mágico momento en el Teatro Real, el 22 de diciembre, la mujer crea un espacio mental, casi clandestino, donde se permite fantasear.
Un trabajo sobre la propensión al juego en el que ha participado la Universidad de Oviedo con datos de España concluye que tanto los hombres como las mujeres son claramente más propensos a comenzar a jugar a edades más tempranas que antes como una forma alternativa de ocio y entretenimiento. Durante la investigación, comprobaron que en esa decisión de participar o no y el monto óptimo de gasto concurren muchos factores. Entre ellos, el acceso más fácil al juego. Observaron también esa prevalencia masculina que confirma el informe de CeJuego. Es decir, los hombres juegan con más frecuencia y tienen mayores pérdidas y ganancias. Solo en la Lotería de Navidad ellas toman la avanzadilla.
Si tomamos el último informe del Plan Nacional sobre Drogas, los resultados son similares. Los juegos de azar más practicados en España siguen siendo las loterías. De forma presencial, la lotería convencional y las instantáneas lideran con amplia diferencia, consolidando una tendencia que se mantiene desde años anteriores. De nuevo se confirma que, en general, las mujeres muestran un patrón de juego mucho más ocasional.
Un sorteo con rostro de mujer
La Lotería de Navidad está fuertemente asociada a la figura femenina en España. A la compra motivada por la tradición, la ilusión y la posibilidad de compartir premios con familiares y amigos, se unen administraciones históricas regentadas por mujeres como Doña Manolita, La Bruixa d’Or o la Envidiosa Millonaria.
El deseo de ganar nos iguala, no hay distinción de género. Sin embargo, la mujer añade la fuerza de la imaginación de otra vida posible. El 22 de diciembre, cuando los niños canten, solo una entre 100.000 será bendecida por la fortuna, pero durante un tiempo la ilusión del sorteo habrá cumplido su función.