¿Qué santo se celebra hoy domingo 19 de octubre? El gran predicador de la Pasión

Celebrar el 19 de octubre es recordar que la santidad no es una meta reservada a unos pocos, sino un camino posible para todos los que viven con amor, coherencia y entrega

San Pablo de la Cruz, el predicador de la Pasión.

El calendario litúrgico de la Iglesia católica celebra hoy, domingo 19 de octubre, la festividad de San Pablo de la Cruz, fundador de la Congregación de los Pasionistas y uno de los grandes místicos del siglo XVIII. Junto a él, el santoral recuerda a otras figuras destacadas del cristianismo que entregaron su vida al servicio, la oración o la misión.

San Pablo de la Cruz, el predicador de la Pasión

San Pablo de la Cruz nació en Ovada (Italia) en 1694 bajo el nombre de Pablo Francisco Danei Massari. Desde muy joven sintió una fuerte inclinación hacia la vida espiritual, marcada por la austeridad y la contemplación. Tras una juventud dedicada a la oración y al acompañamiento de los pobres, decidió consagrar su vida por completo a la fe.

En 1720, tuvo una profunda experiencia espiritual que le inspiró a fundar una comunidad dedicada a meditar y predicar sobre la Pasión de Jesucristo. De ese impulso nació la Congregación de los Pasionistas, una orden que unía la vida de oración con la misión pastoral, centrada en consolar el sufrimiento humano y recordar el poder redentor del amor de Cristo.

Ordenado sacerdote en 1727, Pablo de la Cruz recorrió Italia predicando con pasión y humildad. Su mensaje se basaba en la compasión y en el consuelo, acercando la fe a las personas sencillas. No solo hablaba del dolor de la cruz, sino también del amor que brota de ella: un amor capaz de transformar el sufrimiento en esperanza.

Falleció el 18 de octubre de 1775 en Roma, pero la Iglesia celebra su festividad el día 19. Fue canonizado por el papa Pío IX en 1867 y es recordado como patrono de los confesores y guía espiritual de quienes buscan fortaleza ante la adversidad.

La espiritualidad de la Cruz

El mensaje de San Pablo de la Cruz sigue vigente tres siglos después. En un mundo acelerado y con frecuencia desconectado del sentido profundo de la vida, su invitación a mirar la cruz como símbolo de amor y redención resulta sorprendentemente actual.

Para él, la cruz no representaba derrota ni dolor estéril, sino el punto donde el sufrimiento humano se transforma en entrega y compasión. Su espiritualidad se resume en una frase que solía repetir: “El amor no es amado”, una llamada a redescubrir la fe como relación viva y comprometida con los demás.

Hoy, los Pasionistas —presentes en más de 60 países— continúan difundiendo ese mensaje a través de comunidades parroquiales, centros de espiritualidad, colegios y misiones. Su carisma sigue centrado en acompañar a quienes padecen y recordar que la fe no se mide por la ausencia de dolor, sino por la capacidad de amar incluso en medio de él.

Otros santos y mártires del día

El santoral de este 19 de octubre también recuerda a otros hombres y mujeres que dedicaron su vida a la fe:

  • San Pedro de Alcántara, fraile franciscano español del siglo XVI, conocido por su vida austera, su sabiduría espiritual y por ser confesor de Santa Teresa de Jesús.
  • San Joel, profeta del Antiguo Testamento, autor de uno de los libros más breves pero más intensos de la Biblia, centrado en la llamada a la conversión.
  • San Isaac Jogues, San Juan de Brébeuf y sus compañeros mártires jesuitas, que murieron en Canadá en el siglo XVII durante su labor evangelizadora entre los pueblos indígenas.
  • San Antonio Daniel y San Carlos Garnier, misioneros franceses que también ofrecieron su vida por la fe.

Estas figuras, diversas en tiempo y lugar, comparten un mismo hilo conductor: la entrega incondicional a los demás y la convicción de que la fe se demuestra en la acción.

Una fecha para la reflexión

Celebrar el 19 de octubre es recordar que la santidad no es una meta reservada a unos pocos, sino un camino posible para todos los que viven con amor, coherencia y entrega. En San Pablo de la Cruz se resumen las virtudes de la perseverancia, la humildad y la compasión, virtudes que hoy resultan tan necesarias como entonces.

La festividad de hoy invita a mirar la cruz no con miedo, sino con gratitud; no como símbolo de sufrimiento, sino de amor capaz de sostenernos incluso en los momentos más oscuros.

TAGS DE ESTA NOTICIA