¿Sabes qué profesión marcará el rumbo del mundo en los próximos años? La data science ya está transformando el mundo.

Entender y aplicar el poder del Big Data no es ya una ventaja competitiva, sino una necesidad para sobrevivir en la nueva economía de la información

El data scientist es el empleo mejor valorado en Estados Unidos.

Vivimos en una era donde los datos son el nuevo petróleo. Cada clic, búsqueda, compra o desplazamiento deja un rastro digital que, analizado correctamente, puede predecir tendencias, mejorar servicios o incluso salvar vidas. En este contexto, una figura profesional se ha convertido en protagonista indiscutible del presente y del futuro: el data scientist, o científico de datos.

Según estimaciones internacionales, en el mundo se generan cada día más de 2,5 trillones de bytes de información, y lo más sorprendente es que el 90% de los datos actuales se ha creado en los últimos dos años. Desde sensores meteorológicos hasta redes sociales, pasando por registros de compra, transacciones bancarias o señales GPS, todo produce información. Ese océano de datos, conocido como Big Data, solo tiene sentido si alguien es capaz de analizarlo, interpretarlo y convertirlo en conocimiento útil. Ahí entra en juego el científico de datos.

La profesión que mueve el mundo digital

El data scientist no es solo un experto en números. Su papel combina estadística, matemáticas, programación, análisis de negocio y comunicación. Su tarea principal consiste en transformar datos en decisiones estratégicas, traduciendo complejos modelos matemáticos a un lenguaje que las empresas y los gobiernos puedan entender y aplicar.

“Los datos por sí solos no valen nada. Lo que marca la diferencia es saber qué hacer con ellos”, explican los expertos del sector tecnológico. Y es precisamente esa capacidad de interpretar y generar conocimiento la que ha situado a esta profesión entre las más demandadas y mejor remuneradas del mundo.

Empresas como Google, Amazon, Netflix o Meta dependen en gran parte de sus equipos de analistas y científicos de datos. Solo Google cuenta con más de 600 profesionales dedicados exclusivamente al estudio del Big Data, optimizando desde algoritmos de búsqueda hasta estrategias de marketing o recomendaciones personalizadas para millones de usuarios.

Un perfil difícil de encontrar

Aunque la demanda crece a un ritmo vertiginoso, la oferta de profesionales cualificados aún no cubre las necesidades del mercado. Un informe reciente de la Unidad de Inteligencia del Economist reveló que el 54% de los directivos estadounidenses considera que el principal obstáculo para desarrollar con éxito un proyecto de Big Data es encontrar el talento adecuado.

Y no es de extrañar: el perfil del científico de datos combina áreas tradicionalmente separadas. Se requiere dominio de lenguajes de programación como Python o R, conocimientos sólidos de inteligencia artificial y machine learning, además de una fuerte base en estadística aplicada y modelización matemática. A todo ello se suma la capacidad de comunicar resultados de manera clara, uniendo ciencia y negocio en una misma figura profesional.

El empleo más valorado del mercado

El reconocimiento a esta profesión no se queda en los titulares. Por segundo año consecutivo, el portal estadounidense Glassdoor ha situado al data scientist como el empleo mejor valorado en Estados Unidos, atendiendo a tres criterios: número de vacantes disponibles, nivel de satisfacción laboral y salario medio anual.

De hecho, esta disciplina encabeza el ranking por delante de ingenieros de datos, ingenieros DevOps y desarrolladores de software. Los sueldos medios en el sector superan los 120.000 dólares anuales en Norteamérica, aunque la tendencia se replica en Europa, donde las empresas tecnológicas, financieras y sanitarias compiten por captar a los mejores perfiles.

Más allá de la tecnología

Pero el impacto de la ciencia de datos va mucho más allá de Silicon Valley. Gobiernos y organizaciones humanitarias la utilizan para predecir desastres naturales, mejorar sistemas sanitarios, reducir el impacto del cambio climático o prevenir crisis alimentarias. En el ámbito empresarial, se ha convertido en el motor de la toma de decisiones inteligentes y la transformación digital.

El científico de datos no solo interpreta el presente: modela el futuro. En un mundo saturado de información, su labor es separar el ruido de lo realmente importante. Por eso, entender y aplicar el poder del Big Data no es ya una ventaja competitiva, sino una necesidad para sobrevivir en la nueva economía de la información.

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