Última hora del cometa 3I/ATLAS: el objeto interestelar habría explotado a su paso por el Sol

Las nuevas observaciones apuntan a una pérdida de masa descontrolada y cifras físicas que no encajan con un comportamiento natural

Explosión del cometa 3I/ATLAS - Sociedad
Una imagen de la presunta explosión del objeto interestelar.
The Virtual Telescope Project

El cometa 3I/ATLAS vuelve a sacudir a la comunidad científica. Las últimas imágenes posteriores al perihelio sugieren que este objeto interestelar podría haber sufrido una desintegración explosiva al pasar junto al Sol. Un escenario que desafía la hipótesis del cometa natural y abre la puerta a explicaciones más complejas. El análisis de los chorros detectados alrededor del cometa muestra estructuras de varios millones de kilómetros, con una actividad tan extrema que habría durado entre uno y tres meses.

En este contexto, los chorros orientados hacia el Sol parecen haber sido frenados por el viento solar a un millón de kilómetros. Eso permite calcular densidades y flujos de masa inusuales. Las estimaciones apuntan a que el cometa 3I/ATLAS habría perdido alrededor del 16% de su masa total. Una cifra que difícilmente encaja en un modelo cometario convencional.

La energía recibida del Sol y el problema de su tamaño real

Uno de los puntos más llamativos es la enorme cantidad de energía solar necesaria para justificar la pérdida de masa del cometa 3I/ATLAS. Según los cálculos, sublimar la cantidad de CO₂ detectada por el telescopio Webb requeriría unos 3×10¹⁸ julios durante el paso por el perihelio. Esa cifra implicaría un área de absorción situada entre los 23 y 51 kilómetros de diámetro, muy por encima del tamaño estimado por las observaciones del Hubble, que situaban al cometa 3I/ATLAS en apenas 5,6 kilómetros.

Este desfase multiplica por dieciséis la superficie necesaria para explicar su pérdida de masa. Un número que apunta directamente a un proceso violento de fragmentación. En otras palabras: si el cometa 3I/ATLAS es natural, su superficie tuvo que multiplicarse de manera drástica en muy poco tiempo.

Un estallido compatible con una desintegración completa

A partir de estos datos, algunos investigadores creen que el cometa 3I/ATLAS pudo estallar en el perihelio, fragmentándose en numerosas piezas. La relación entre masa y superficie indica que debió romperse en al menos dieciséis grandes fragmentos, aunque la cifra real podría ser mucho mayor. De ser así, el cometa estaría viviendo un proceso semejante al que experimentó el cometa Shoemaker-Levy 9 antes de impactar en Júpiter en 1994.

Explosión del cometa 3I/ATLAS - Sociedad
Una imagen de la presunta explosión del objeto interestelar.
The Virtual Telescope Project

Este escenario explicaría también el aumento repentino de brillo del cometa 3I/ATLAS, que requirió una ley de potencia extremadamente pronunciada para justificar la enorme subida de actividad observada. Todo apunta a que este visitante interestelar estaba liberando millones de kilogramos por segundo justo en el momento de máximo acercamiento al Sol.

Una anomalía estadística que desconcierta aún más

A estas incógnitas se suma otra anomalía: la masa estimada del cometa 3I/ATLAS sería más de un millón de veces superior a la de 1I/Oumuamua. La posibilidad de que un objeto tan masivo entre en el Sistema Solar interior durante una década de observación es extremadamente baja, inferior al 0,1%. Si se combina con el hecho de que el cometa sigue una trayectoria retrógrada alineada casi exactamente con la eclíptica, la probabilidad cae hasta uno entre cien millones.

Esa improbabilidad hace que algunos expertos empiecen a contemplar hipótesis alternativas sobre la naturaleza del cometa 3I/ATLAS. Los chorros observados podrían generarse con una pérdida de masa muchísimo menor si se tratara de propulsión artificial, dado que un sistema tecnológico podría expulsar material a velocidades decenas de veces superiores a las de un cometa convencional.

¿Qué va a pasar con el cometa 3I/ATLAS a partir de diciembre?

El próximo gran hito llegará el 19 de diciembre de 2025, cuando el cometa 3I/ATLAS pase cerca de la Tierra. Será entonces cuando los telescopios terrestres, el Hubble y el Webb podrán comprobar si el objeto sigue siendo un cuerpo íntegro o si, como sugieren los modelos físicos, ha quedado reducido a una nube de fragmentos.

Cometa 3I/ATLAS - Sociedad
Una imagen de la captura del cometa 3I/ATLAS.
NASA Ciencia

Si el cometa 3I/ATLAS aparece desintegrado, la hipótesis cometaria quedaría reforzada. Pero si permanece intacto, los científicos deberán replantear por completo su origen. A fin de cuentas, los números no cuadran con ningún comportamiento natural conocido.

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