Nace ‘ANDREA’: la guía sobre pornografía de Igualdad con ansias de una revolución generacional

La guía pretende acercar a la sociedad – padres e hijos, profesores y alumnos- a uno de los temás tabú por excelencia: el sexo y la sexualidad sana

unos niños muestran interés en el teléfono de un amigo que está viendo porno
Más de la mitad de los jóvenes consume pornografía desde los ocho años
KiloyCuarto

En España hay ciento nueve mil trescientas nueve Andreas. Y esta semana, a esas miles, se sumaba una más: ANDREA, así, en mayúsculas. No es humana pero sí llega a nuestro país con la esperanza de hacerlo un poquito mejor: reconstruirlo. Es la guía sobre pornografía para profesionales y mediadores juveniles que el Ministerio de Igualdad ha presentado de la mano de ‘APLEC Inclusión más Igualdad’.

Su objetivo es claro. “Concienciar sobre los efectos de la pornografía, apoyar y ofrecer herramientas para el cambio; prevenir conductas nocivas y violentas; desarrollar un pensamiento crítico y fomentar una sexualidad saludable”, apuntan desde el ministerio de Ana Redondo.

Llega la guía ANDREA sobre pornografía
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Diseñada para sensibilizar a los adolescentes sobre el impacto de la pornografía en sus vidas, que tienden a reproducir la violencia machista que observan en esos vídeos, ANDREA pretende acercar a la sociedad – padres e hijos, profesores y alumnos- a uno de los temás tabú por excelencia: el sexo y la sexualidad. Las relaciones sexoafectivas sanas y plenas.

Libertad sexual informada

Lo más curioso de esta guía es que es una manual para padres y educadores. Para ayudarlos, también a ellos, a no tener miedo ni pudor a la hora de abordar la sexualidad con sus hijos. “Una libertad – sexual- informada”, tal y como apoyan desde la asociación ‘Dale Una Vuelta’. “Conocer los riesgos del consumo y las consecuencias personales y sociales que este consumo puede generar, ayuda a tomar mejores decisiones”, explica Jorge Gutiérrez, director de la asociación.

Jorge y su equipo son expertos en pornografía y sus efectos como adicción. Velan por la dignidad de los derechos de las mujeres- las más castigadas por la industria pornográfica- y luchan por construir una sociedad basada en una sexualidad sana, asertiva y afectiva, libre e informada. Cambiar el patrón. Así que, ‘Date Una Vuelta’, sabe de lo que se habla.

“Un buen punto de partida” aunque no suficiente

“‘ANDREA’ es un buen punto de partida, y nos alegra que desde el Ministerio de Igualdad se haya publicado esta guía”, apuntan. Sin embargo, ‘ANDREA’, tiene más de cien folios. Así que, su practicidad, podría verse reducida: “Es tan extensa en número de páginas y en aspectos que se quieren abordar, que puede ser difícil que alcance la difusión y la lectura deseada. En ese sentido, más que una guía es un ejercicio loable de documentación y datos“. La enciclopedia ya no se usa en las escuelas por algo.

“Hablamos de porno por no hablar de sexo”

Uno de los aspectos más llamativos de ‘ANDREA’ es que ofrece datos actualizados y, a su vez, alarmantes sobre el consumo de pornografía entre niños y adolescentes: “uno de cada dos jóvenes acceden a un consumo pornográfico ilimitado, anónimo e interactivo (…) y su consumo comienza aproximadamente con 8 años”. Desde el ministerio, también se detalla que somos el tercer país del mundo en consumo de pornografía y el primero de Europa.

montaje de letras ordenador se lee porno
La edad media del inicio del consumo de pornografía son 8 años
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No obstante, conviene “distanciarse un poco de ellos” porque, tal y como asegura Gutiérrez, “en este campo, a veces, los datos no son del todo rigurosos”. Reza la guía: “Hablamos de porno por no hablar de sexo”. Y ese es el quid de la cuestión. No los datos.

Cómo derrocar un tema tabú

‘ANDREA’ llega con ansia de revolución generacional, no con ganas de derrocar una industria, por ahora, invencible. “Nos toca vencer la vergüenza, el tabú, y hablar con los jóvenes sobre sexualidad”, explica Gutiérrez. Aseguran que la pornografía se ha convertido en una fuente de información que “distorsiona la percepción de una sexualidad sana”, una sexualidad libre de violencia y libre de sometimiento. Una sexualidad no sumisa. Una sexualidad no machista.

De ahí, apuntan desde ‘Date Una Vuelta’, la necesidad de educar, también, a los más mayores: “Hay que dar a los jóvenes la libertad de elegir bien y elegir bien significa estar informados. Una guía, por sí misma, no resuelve nada. La sociedad entera debe poner su granito de arena”.