Caso Juana Rivas

Juana Rivas entrega su hijo a Francesco Arcuri, que vuelve a Italia

El intercambio se ha producido en los juzgados de la Caleta, a pesar de las peticiones de varios ministros de que se suspendiese hasta que se celebre el juicio por maltrato que se celebra en pocas semanas

Juana Rivas a su llegada este martes el Punto de Encuentro Familiar donde debía entregar a su hijo Daniel
KiloyCuarto

Nadie ha impedido la entrega de Daniel. A estas horas, el hijo de Juana Rivas ya está con su progenitor y en breve viajarán a Italia. La operación ha tenido lugar en los juzgados de la Caleta, en Granada. El pequeño ha abandonado el lugar en coche con su padre.

Al filo de las diez de la mañana llegaba Francisco Arcuri acompañado por su abogado y poco después, lo hacían Juana Rivas y Daniel también con su letrado. Al poco tiempo, a eso de las 11 de la mañana, Rivas salía de los juzgados y una hora después lo hacía su hijo con su progenitor.

Juana Rivas a su llegada al Punto de Encuentro Familiar de Granada donde debía entregar a su hijo Daniel
EFE/ Pepe Torres

El pasado martes 22 de julio la entrega del pequeño se suspendió porque Daniel se negó a irse con Arcuri y la jueza decidió aplazar el intercambio hasta este viernes.

“Nos parece increíble que un niño de 11 años llegue al Tribunal de la mano de su padre acusado de maltratarlo”

El equipo jurídico de Juana Rivas ha enviado un comunicado donde afirma que “hoy Daniel ha sido entregado por las Autoridades españolas a su padre, quien fue condenado por violencia de género en España y está acusado por la Fiscalía Italiana por maltratamento in familia, juicio al que se enfrentará el próximo 18 de septiembre, y en el que Daniel, junto a su hermano Gabriel, es uno de los dos testigos principales. Nos parece increíble que un niño de 11 años llegue al Tribunal de la mano de su padre acusado de maltratarlo”, apuntan.

“Por supuesto, no nos rendiremos jamás: ahora nuestra lucha se traslada a Italia. Recordemos que la decisión sobre la custodia está recurrida ante el Tribunal Supremo italiano, que ya revocó en una ocasión la decisión de Cagliari. Y por supuesto, solicitaremos a la Fiscalía italiana que adopte las medidas de protección oportunas. Con el tiempo, Daniel podrá relatar en primera persona todo el sufrimiento que le ha generado esta situación, al igual que lo hizo su hermano Gabriel cuando alcanzó la mayoría de edad”, finalizan.

Juicio en septiembre contra Arcuri por maltratar a su hijos

Se da la circunstancia, efectivamente, que Francisco Arcuri se enfrenta en una semanas a un juicio en Italia. La fiscalía transalpina le acusa de malos tratos físicos y psicológicos a sus dos hijos.

La entrega de Daniel se ha consumado, a pesar de los gritos de auxilio en forma de carta que tanto el pequeño, como su hermano mayor, Gabriel, de 19 años que este jueves daba su testimonio de cómo él vivió las mismas circunstancias hacer ahora ocho años.

“Soy Gabriel Arcuri Rivas, tengo 19 años. En 2017 me entregaron a Francesco. Tenía 11 años, la misma edad que tiene mi hermano ahora. No se defendieron mis derechos, no me escucharon y me entregaron a él. A partir de ahí fueron cinco años de abuso y de maltrato, hasta que tuve el valor de defenderme a los 16. Eran tan evidentes mis heridas cuando pedí ayuda que ya no podían esquivar la situación: Le quitaron mi custodia a Francesco y le obligaron a devolverme a mi casa, España”, explica el joven.

“Ahora, tres años después, él miente sobre mí. Lo mismo que ya hizo con mi madre. Pero la única verdad es que desde que cumplí 18 años lucho en los tribunales para salvar a Daniel. A ese hombre lo juzgarán en Italia en menos de dos meses por malos tratos continuados hacia nosotros durante años. Confío en que lo condenen porque la fiscalía aporta muchas pruebas irrefutables, necesitamos justicia”.

“Daniel desea ser escuchado aquí y ahora. Que atiendan su miedo sin coacciones. No permitan que lo seden y entreguen mañana, como hicieron conmigo hace 8 años. Escuchen a Daniel antes de que sea demasiado tarde. Atentamente, Gabriel Arcuri Rivas”

“Soy Daniel Arcuri Rivas, quieren obligarme a volver a Italia con mi padre y yo no quiero volver. Llevo toda mi vida asustado por culpa de mi padre que siempre me ha maltratado. Un día me tiró por las escaleras y me hizo mucho daño en las costillas y las tengo deformadas. Mi padre me llevó al médico y en el coche me dijo que le dijera al médico que me lo hice en el parque o que si no iba a acabar muy mal. Otro día me estaba duchando y cayó agua al suelo, entonces me cogió y me tiró al suelo mientras yo lloraba desnudo. Me decía, “‘gilipollas, cacho de mierda’. Y no podía levantarme”, comienza la misiva.

Francisco Arcuri a su llegada este martes al Punto de Encuentro Familiar de Granada
EFE/Pepe Torres

Me das asco, cerdo, me da patadas y puñetazos por todo lo que hago, me coge del cuello y me insulta.” Antes de venir a Granada, mi padre me amenazó con un cuchillo para que yo dijera que él era muy bueno y él no me pegaba. En un viaje, mi padre descubrió las fotos que mandé a mi madre pidiendo ayuda y cuando llegamos al hotel, me dio patadas en el estómago y me quedé sin aire ahogándome”, describe.

“Vino conmigo en el avión y me dijo que no se lo dijera a nadie”

“Cuando vine a Granada, vine conmigo en el avión y me dijo que no se lo dijera a nadie y que iba a estar vigilándome, que él se enteraba de todo y que tuviera cuidado con lo que me decía con lo que decía. Tengo mucho miedo. Sueño que me lleva arrastrando, por favor, hagan algo, ayúdenme. Ayer lo pasé muy mal. Durante horas pedí gritando ayuda y le decía a las psicólogas que no me podía ir a Italia porque mi padre me pega y me trata muy mal. Y las psicólogas quería que me fuera con mi padre, intentaba convencerme con que mi padre es bueno, pero yo conozco muy bien a mi padre y llevo toda mi vida viviendo con él”.

“La psicóloga me obligó a ver a mi padre sabiendo el miedo que le tengo. Después de horas volví a casa con mi hermano y mi familia, pero me he enterado de que el viernes me obligan a irme con mi padre. Nadie me escucha, ya tengo 11 años y sé lo que quiero para mi vida. Quiero ser feliz con mi familia que me quiere y me cuidan. Si vuelvo con mi padre corro riesgo, él siempre me amenaza a muerte. Suplico que me ayudéis a que me quede en España. Daniel“.