Cine

“Dentro de la cárcel soy más libre”: la ficción de Goliarda Sapienza llega al cine

La película 'La vida fuera' recrea de manera libre los años de prisión que vivió la escritora italiana, durante los que entabló las amistades más importantes de su vida

'La vida fuera' es el bello relato concebido entre lo real y la ficción que retrata la vida Goliarda Sapienza
'La vida fuera' es el bello relato concebido entre lo real y la ficción que retrata la vida Goliarda Sapienza

Llega a los cines La vida fuera, el bello relato concebido entre lo real y la ficción que retrata la etapa vital de Goliarda Sapienza (1924-1996) al entrar en prisión por un acto loco e inesperado, donde se reúne con unas jóvenes reclusas. Una vez fuera –de ahí el título–, la escritora y las otras mujeres mantienen su amistad, un auténtico vínculo que nadie más podrá entender.

“Estoy harta de vosotras, que sois adictas al dolor de la cárcel”: revela Goliarda a su amiga Roberta, en un momento de la película. Este sentimiento, engendrado entre la compasión y el asombro, es precisamente el motor para que la autora escriba la novela más importante de su vida: El arte de la alegría, en la que Sapienza mezcla aspectos de su vida real con relato de ficción, como hacen los grandes escritores, Elena Ferrante por ejemplo. “No hay límite entre la literatura y la realidad de la biografía”, explica Ippolita di Majo, coguionista del largometraje.

Goliarda Sapienza con las compañeras de la prisión (de izq a derecha Goliarda Sapienza, "Suzie Wong"y Roberta, detrás entre Suzie y Roberta está Barbara
Goliarda Sapienza con las compañeras de la prisión (de izq a derecha Goliarda Sapienza, “Suzie Wong”y Roberta, detrás entre Suzie y Roberta está Barbara

La vida fuera, dirigida por Mario Martone (Nostalgia), es una adaptación cinematográfica de la novela autobiográfica de Sapienza, La cárcel de Rebibbia (L’università di Rebibbia, 1983), donde relata la experiencia vivida en la cárcel. No obstante, esta no es una película biográfica: “Queríamos reflejar la relación entre Goliarda y Roberta dentro y fuera de los muros de la cárcel. Nos parecía algo más libre, más bonito y mejor para contar esta relación libre y fluida de amor entre ellas. Nos interesaban esos dos personajes literarios, no la realidad”, nos cuenta.

“Dentro de la cárcel soy libre”, afirma la protagonista de la película. Para el proyecto, Martone y Di Majo han trabajado en los libros El filo del mediodía y La certeza de la duda. Goliarda sale de la cárcel, se reencuentra con Roberta, está con ella, y esta amistad le hace reencontrar la voluntad de escribir. “Goliarda escribe que la prisión genera una situación de dependencia y que se convierte en una especie de madre opresiva para las mujeres. Y cuando vuelven a casa, la situación tampoco es que sea muy halagüeña, porque al final tienen un marido que les pega o una situación de violencia, etc. En aquel momento, era una prisión muy vanguardista y nueva, donde las mujeres estaban unidas entre ellas, y desarrollaban una identidad vinculada a su estancia en la cárcel y establecían relaciones entre ellas dentro de la cárcel”.

La vida fuera, dirigida por Mario Martone
La vida fuera, dirigida por Mario Martone

Roberta era una jefa dentro de la cárcel, había estado entrando y saliendo de la prisión desde que era una niña, su identidad y su trabajo se desarrolla todo en relación a la prisión, se convierte en intermediaria entre las reclusas y los familiares fuera. Por ejemplo, recoge las cartas de todos, o sea, hace un trabajo político y social dentro de la cárcel. Fuera está completamente desubicada. Goliarda en la cárcel podría ser más ella misma, recupera mucho de sí misma, al no tener que jugar detrás de esta máscara social”.

La autora fue una adelantada a su época, marginada durante años por su audacia y compromiso feminista, símbolo de resistencia y libertad creativa. Como tantas otras, Sapienza no vio nunca su obra publicada. Tras varias negativas por parte de editores italianos, en 1994 su marido, Angelo Pellegrino, se encargó de publicar la primera parte de la novela con la editorial Stampa Alternativa. Desgraciadamente, Goliarda falleció de manera imprevista y, de manera póstuma, la obra completa fue publicada en dicha editorial gracias a su compañero, quien costeó la impresión. Poco tiempo después se convirtió en una sensación literaria en Francia. Goliarda Sapienza murió en 1996, ignorada por la prensa y el público de su país.

Fotograma de 'La vida fuera', dirigida por Mario Martone
Fotograma de ‘La vida fuera’, dirigida por Mario Martone

Mujeres silenciadas

El caso de Goliarda es más frecuente de lo que parece. A lo largo de la historia, numerosas mujeres con gran talento han visto frustrado su desarrollo artístico y la proliferación de su obra. Destacamos algunas artistas conocidas como la poeta Marina Tsvietáieva (Moscú, 1892 – Yelábuga, Tartaristán, 1941), escritora precoz, inclasificable, un espíritu libre. Vivió en Rusia hasta 1922, año en que se exilió, primero en Bohemia y luego en Francia. En 1939 volvió a la Unión Soviética, donde dos años más tarde, condenada al ostracismo, puso fin a su vida. Algunas de sus obras publicadas tras su muerte son Mi Pushkin (2009), Mi madre y la música (2012) o Diarios de la Revolución de 1917 (2015).

Otro ejemplo es el de sor Juana Inés de la Cruz, poeta y dramaturga nacida en San Miguel de Nepantla (México), está considerada como una de las más importantes escritoras del barroco español. Aunque carecemos de suficientes datos fiables sobre diversos aspectos de su vida, sabemos que su fuerte personalidad chocó con las convenciones de la época, causándole más de un problema con las autoridades.

También recordamos a Artemisia Gentileschi, una de las más artistas italianas más importantes del siglo XVII, también una de las más desconocidas. Todo apunta a que el hecho de ser mujer no jugó a su favor, pese a ser claramente superior a muchos de sus compañeros. Evidentemente caravaggista, su estilo barroco tomó el dramatismo de su ídolo en ambiciosos cuadros históricos y religiosos (géneros inadecuados para el espíritu femenino en esa época de claroscuros). Gentileschi nació en Roma. Su padre Orazio también era artista, así que creció en una familia rodeada de pintores y escultores en los últimos coletazos del Renacimiento, en la mejor ciudad posible para el arte. A los 16 años decidió hacerse aprendiz de su padre, pese a que era impensable que una mujer ejerciera tal oficio. Orazio, orgulloso, y sabedor de que la chica era ya mejor que él y el resto de pintores de Roma, accedió a darle nociones académicas. Gentileschi vivió una juventud feliz y plena hasta que con 19 años fue violada por un violador en serie, que se suponía iba a ser su maestro.

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