Desde que irrumpió en el panorama literario con El tiempo entre costuras, María Dueñas se ha convertido en una de las autoras más leídas y reconocidas de la literatura española contemporánea. Sus novelas, ambientadas en contextos históricos precisos y protagonizadas por mujeres fuertes y resilientes, han logrado conectar con millones de lectores en todo el mundo.
Pero, para comprender en profundidad el pensamiento de María Dueñas, más allá de su éxito editorial, es imprescindible conocer las obras que han marcado su visión de la literatura, del mundo y de la condición humana.
A lo largo de diversas entrevistas, María Dueñas ha revelado que, aunque no se considera mitómana ni fiel devota de ningún autor en concreto, hay ciertos libros que han dejado una huella significativa en su vida. Obras que, directa o indirectamente, han ayudado a modelar la sensibilidad narrativa que la define. Aquí seleccionamos tres títulos imprescindibles para comprender el universo interior y literario de la autora española.
‘Los ojos del hermano eterno’, de Stefan Zweig
Entre todos los libros que María Dueñas ha mencionado a lo largo de su trayectoria, Los ojos del hermano eterno, del austríaco Stefan Zweig, ocupa un lugar muy especial. Esta breve novela, publicada por primera vez en 1922, propone una intensa reflexión sobre la justicia, la redención, la compasión y la paz interior. En su núcleo late una pregunta esencial: ¿es posible vivir de forma íntegra y honesta en un mundo que constantemente nos empuja al conflicto?

Para María Dueñas, esta obra encierra una sabiduría ética y emocional que trasciende el tiempo. Zweig no solo construye una parábola moral, sino que lo hace con una prosa delicada y contenida, muy cercana a la sensibilidad que Dueñas despliega en sus novelas. En Los ojos del hermano eterno se aprecia esa búsqueda de sentido que también atraviesa personajes como Sira Quiroga, obligados a reinventarse ante la adversidad.
La literatura anglosajona: Shakespeare, Woolf y los grandes clásicos
Aunque no ha señalado títulos concretos de forma reiterada, María Dueñas ha confesado en numerosas ocasiones que su formación en Filología Inglesa ha sido una de las mayores influencias de su pensamiento. Antes de convertirse en novelista, Dueñas fue profesora universitaria y doctora en literatura inglesa. Eso le permitió sumergirse en las obras de autores como William Shakespeare, Jane Austen, Charles Dickens, Virginia Woolf o Henry James.

Esta base académica se nota en el rigor narrativo con el que María Dueñas construye sus novelas, donde el tempo narrativo, la evolución de los personajes y los conflictos morales están cuidadosamente ensamblados. La sensibilidad por las estructuras narrativas anglosajonas también explica el éxito internacional de su obra, que ha sido traducida a más de 35 idiomas.
En especial, María Dueñas ha mostrado interés por las novelas protagonizadas por mujeres que luchan contra las convenciones sociales, como ocurre en Persuasión de Austen o La señora Dalloway de Woolf. La manera en que estas autoras retratan la intimidad, el deseo de independencia y las contradicciones del alma femenina ha resonado profundamente en el imaginario de Dueñas, cuyos personajes también encarnan esas tensiones entre lo que son y lo que la sociedad espera de ellas.
La narrativa histórica con alma femenina
Además de las influencias literarias, María Dueñas ha construido su pensamiento narrativo a partir de una apuesta clara por las historias que entrelazan contexto histórico y voz femenina. Aunque no ha especificado un título único como referente absoluto en este ámbito, sí ha declarado su afinidad por aquellas obras que dignifican el papel de la mujer en tiempos convulsos.

Novelas como Los pilares de la Tierra de Ken Follett o La pasión de Jeanette Winterson forman parte de esa corriente en la que la Historia no es solo un decorado, sino el motor vital que transforma al personaje. María Dueñas reconoce el poder que tiene la novela histórica bien construida para iluminar las zonas oscuras del pasado y devolverle el protagonismo a figuras silenciadas.
Esta sensibilidad se ve reflejada también en su propia obra, donde los espacios coloniales, la posguerra, el exilio o el mundo empresarial sirven de fondo para explorar historias de redención, ambición y renacimiento. En ese sentido, el pensamiento de María Dueñas bebe de una tradición literaria que combina precisión documental con emoción narrativa, poniendo siempre en el centro la experiencia humana.