La crisis de Torre Pacheco ha vuelto a evidenciar las distintas opiniones en el Partido Popular en materia migratoria. Están los que, como Juanma Moreno, no han dudado en criticar directamente a Vox por su “demagogia” y los que, como Isabel Díaz Ayuso, han decidido esquivar en la cuestión. Alberto Núñez Feijóo no ha dudado en diferenciarse de los de Santiago Abascal pero, en paralelo, ha ido endureciendo su discurso. Este viernes, las autonomías del PP plantarán al Gobierno en la reunión sobre los menores migrantes.
En el PP buscan un equilibrio con Vox y se mueven entre anular el discurso más radical de Vox para evitar fugas entre votantes limítrofes y, a su vez, no atacar directamente a Santiago Abascal para no destruir todos los puentes. Una postura intermedia que el PP asegura tener. “El límite serán nuestros principios”. Es la frase que usan en Génova para dejar la vía abierta a la interlocución con Vox y, a la vez, poder marcar distancias con ellos.
Ese es el punto de inflexión que marcan en Génova. Que ningún partido le haga ceder en sus principios. “Acordaremos con el resto de partidos dentro de nuestros principios, sin someternos a ideologías”, prometen.
De fondo, los populares ven el juego cruzado en el que Vox y el PSOE trata de situarles ante el debate migratorio. “Nos tratan de hacer el sándwich otra vez”, reconocen las fuentes consultadas. “Estamos cómodos entre la excentricidad de Vox y la confrontación del PSOE”, explican. El PP mantiene que no ha modificado su discurso inmigratorio frente a un PSOE “que no es capaz” de definir un plan migratorio como Reino Unido o Alemania. “Sus socios de Sumar o de Bildu no les dejan hacer lo que sí hacen otros países”, se jactan.

Pero en estos días, el PP sí ha endurecido su discurso en materia de migración al tenor de los altercados en Torre Pacheco. Ayer, Feijóo pidió “deportar inmediatamente” a los inmigrantes ilegales que delincan. A su juicio, la inmigración irregular que viene a incumplir las leyes o a vivir de políticas sociales “no va a ser bienvenida en el país”. Un discurso muy duro con el que ha denunciado el “descontrol migratorio” que a su juicio padece España. A la vez, Feijóo quería aminorar el placaje de Vox. “Que nadie cuente con el PP para agitar las calles”, sentenció un día antes.
A lo largo de la tarde, además, el PP anunció que sus comunidades no acudirán hoy a la reunión con el Ministerio de Infancia que tenía por objeto clarificar el reparto de menores no acompañados. “Es un reparto forzoso e ilegal”, claman desde una de las comunidades consultadas. Aceptar a los menores inmigrantes en las comunidades fue el detonante que desembocó en la salida de Vox de los gobiernos autonómicos del PP hace justo un año.
Señal de que esa posición de Feijóo tenía intención de ganar el debate migratorio frente a Vox es que Santiago Abascal reaccionó inmediatamente. “Los legales que cometen delitos graves o hacen del delito leve su forma de vida, también se van. A cumplir las penas en sus países y sin poder regresar nunca”, dijeron desde Vox.
Una parte del PP teme que Vox les esté “marcando el paso” y acabe viéndose beneficiado del debate migratorio. “Es la cuestión de la que hacen bandera y nunca vamos a estar a su altura en exabruptos… han pedido expulsar a ocho millones de personas”, argumenta un líder territorial, en conversación con Artículo14. Juanma Moreno ha sido el que más rotundo se ha mostrado con los de Abascal mientras que Ayuso ha optado por esquivar la cuestión y Fernando López Miras, en el centro de todas las miradas, hace equilibrios toda vez Vox es su aliado presupuestario.
Las fuentes consultadas por este periódico reconocen que “el marco” no les beneficia y que “lo mejor” es volver a poner el foco en la corrupción que rodea al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Así lo opinan tanto en la dirección nacional como algunos barones. “Como partido de Estado, nuestra política migratoria no debe ser excéntrica y no podemos dejarnos llevar por impulso (…) En esta cuestión no puntuamos”, concluye otro líder autonómico.
La dirección del PP no ve ningún equilibrio en su estrategia nacional en materia de migración. “No seremos un partido grande que le preguntará al pequeño como vivir”, zanjan. Aun así, como guiño a Vox, respaldan que no son los de Abascal “peor” que Podemos o Sumar. Como asegura el secretario general Miguel Tellado, “tienen más sentido de Estado”.