En 2020, Elvira Lindo publicaba A corazón abierto, su novela más íntima y emocional. En ella abordaba el amor entre sus padres, su infancia, y las heridas de una generación marcada por la posguerra. Pero no fue un proceso fácil. Lindo tardó años en atreverse a escribir este libro porque, como confesó en varias entrevistas, “solo se puede contar esta historia cuando ya no está ninguno de los dos”. La distancia emocional, el trabajo de documentación a través de cartas familiares, y sobre todo, ciertas lecturas clave, la ayudaron a dar forma a este relato tan personal como universal.
Entre esas lecturas se encuentran varios títulos que marcaron su tono narrativo y le sirvieron de brújula emocional y literaria. De todos ellos, hay cuatro libros esenciales que han influido profundamente en la escritura de sus obras y que, según Elvira Lindo, merece la pena leer alguna vez en la vida. Estas son las obras esenciales para Elvira Lindo y que debes leer.
1. Léxico familiar, de Natalia Ginzburg

Este clásico de la literatura italiana ha sido, en palabras de Lindo, “uno de los libros que más he regalado”. Léxico familiar es una crónica familiar que mezcla anécdotas, frases hechas, discusiones y ternura en torno a la figura del padre. Ginzburg no narra grandes acontecimientos, sino escenas cotidianas llenas de humanidad, humor y amor.
Para Elvira Lindo, este libro fue un faro al momento de recrear el universo íntimo de su infancia, y especialmente, de construir los diálogos y las voces familiares con autenticidad. Ginzburg le enseñó que se puede narrar lo verdadero sin afectación, con una prosa natural y sin adornos.
2. Mi vida querida, de Alice Munro

Considerada por muchos como la gran cuentista contemporánea, Alice Munro ha sido una referencia directa para Lindo, sobre todo en el manejo del relato corto como una forma de autobiografía fragmentaria.
En Mi vida querida, Munro explora recuerdos de infancia y relaciones familiares con una mirada precisa, llena de silencios y matices. Lindo destaca su capacidad para observar sin juzgar, para mostrar lo contradictorio del ser humano sin renunciar a la empatía. Esa misma actitud —comprender en lugar de condenar— es la que impregna las páginas de A corazón abierto.
3. Pedro Páramo, de Juan Rulfo

A pesar de tratarse de un registro muy distinto, la novela breve de Juan Rulfo fue clave para Elvira Lindo en la construcción del tono y la atmósfera de su obra. Pedro Páramo es un descenso a un mundo de voces del pasado, muertos que hablan, ecos familiares y secretos enterrados.
“Es la esencia de México, su machismo y su injusticia”, dice Lindo, pero también es una forma de contar lo invisible, de dar voz a quienes ya no están. La presencia de los padres fallecidos en A corazón abierto guarda ecos de esta novela: fantasmas que no abandonan del todo la vida del narrador.
4. Antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters

Poco conocido por el gran público, este libro de poemas fue una revelación para Lindo. Cada poema es el epitafio de un habitante de un pequeño pueblo ficticio, narrado en primera persona desde la tumba. Esa coral de voces, todas ya muertas pero aún con cosas que decir, inspiró a Lindo en su forma de construir las voces del pasado en su novela. Le ayudó a encontrar un tono sincero, melancólico y a la vez crítico, para hablar de aquellos que ya no están, sin caer en la hagiografía.
Una literatura sin juicio, con compasión
Lo que une estos cuatro títulos es una forma de narrar desde el afecto, la memoria y la honestidad. Todos ellos han influido en Elvira Lindo no solo como escritora, sino como hija, lectora y mujer que intenta entender su historia familiar. “No quiero juzgarles —decía sobre sus padres—, y menos con los parámetros de la vida de ahora. Actuaron como sabían o podían”.
Con estas lecturas como soporte, Lindo ha conseguido escribir el libro de su vida. Y quizás, al leerlas, también los demás encontremos pistas para contar la nuestra.